Bajo La Misma Luna

Lyra.

Cada minuto que pasa mis ganas de estrangular a Ayla crecen, siempre esta tirando comentarios respecto a mi y a Eros, trato de no préstale atención ya que si lo hago no podré aguantar y terminare por arrancarle la lengua.

—Saben algo? Me parece muy extraño que ni tu ni Eros hayan encontrado a sus parejas destinadas, ¿es muchas coincidencia no creen? — al salir esas palabras de su boca no puedo evitar tensarme.

—Si, es mucha coincidencia, había pensado que ustedes serían compañeros ya que cuando eran pequeños eran muy unidos— dice la madre de Eros.

Eros y yo nos miramos confundidos ya que no sabemos de qué habla.

—¿De que hablas mamá? — pregunta este.

—Tu y Lyra se conocen desde que eran unos bebés cariño, solo que cuando la madre de Lyra volvió a retomar su trabajo Lyra dejó de venir a casa — responde Luna Ana.

—Eran muy unidos, tanto que pensamos que iban hacer compañeros ya que dicen que los compañeros se atraen desde una edad temprana —dice el padre de Eros.

Eros y yo nos miramos y puedo ver en sus ojos la emoción e ilusión, está claro que anhela lo nuestro, para él fue fácil para mi no tanto, he querido alejarme de él desde hace mucho tiempo y cuando supe que es mi compañero quería alejarme aún más, pero el vínculo de pareja me vuelve débil. Y lo odio.

Odio sentirme asi, y odio que mis sentimientos por Eros se intensificaran cuando tuve mi primera transformación.

Soy terca, rencorosa, orgullosa, sensible y algo consentida cosas que se intensificaron cuando me transformé en lobo, al obtener a mi lobo mis emociones se intensificaron y aunque me cueste admitirlo he tenido sentimientos por Eros desde hace mucho tiempo, no se como paso, ni el por qué de esos absurdos sentimientos pero los tenía y me odiaba tanto por eso, tanto que me reuse a aceptarlo, me mantuve alejada y me repetía una y otra vez que tenía que odiarlo y eso hice por mucho tiempo hasta que a la Diosa Luna se le dio por convertirnos en mates.

Después de una cena larga, llena de recuerdos que no estaban en mi mente, llego la hora de irnos a casa, Luna Ana insistió en que Eros nos llevara a lo que sin más opción tuve que aceptar y ahora estoy en el asiento del copiloto junto a Eros que va conduciendo, Lizzie y Jules vas en los asiento de atrás el cual acapararon y dijeron que no había más espacio.

Al llegar a casa las chicas salieron casi corriendo del coche dejándome a solas con Eros.

—Me caen bien tus amigas — dice este con una sonrisa.

—Desde luego tú no les caes bien.

—Sus actitudes dicen lo contrario— dice con seguridad.

—¿Hablas de eso que han hecho? — pregunto y él asiente — lo han hecho para que no se los ordenaras.

—Di lo que quieras pero es obvio que ellas nos quieren juntos — dice y la palabra «juntos» hace que me remueva en mi asiento — liderar sin ti a mi lado me ha costado mucho — dice y siento como el aire se tranca en mis pulmones.

—Tengo entendido que los que lideran solos llegan hasta los treinta años antes de volverse locos.

—No cuando tienes a tu compañera tan cerca — dice con tono melancólico—Es difícil y más teniéndote cerca y no poder tocarte, es difícil tener un día agotador y no poder verte o sentirte cerca de mi, y no creas que te estoy diciendo esto para hacerte sentir mal.

—¿No?

—Claro que no, solo quiero desahogarme, decir lo que no puedo, decir lo que siento o como me siento ya que eres la única persona con la me he abierto y eso es lo único que no quiero que cambie entre nosotros.

—Solo te escuchaba por que no tenía más opciones— digo cruzándome de brazos.

—Conmigo siempre tenías opciones Lyra — sonríe — solo que no lo sabías.

—Bueno, ahora lo se — sonrío yo también.

—Buenas noches Lyra — me dice.

—Buenas noches Eros — digo abriendo la puerta para salir —Mañana puedes quedarte, esta noche las chicas se quedarán por lo que tu turno es mañana — digo y él sonríe.

—¿Ahora debo esperar mi turno para poder dormir con mi compañera?.

—Claro que si — Respondo — Adiós —digo saliendo del coche y entrando a mi casa.