Guardo los últimos libros que hay sobre mi cama y cierro la caja. Miró mi habitación y ahora solo puedo ver las paredes en blanco, apenas si queda la cama y pronto subirán los chicos de la mudanza a por ella.
Toda mi vida me la llevo guardada en las cajas. No me siento triste, tampoco alegre.
No es como si yo hubiese podido decidir algo sobre este viaje.
Mi madre ya lo ha hecho por las dos, es un buen trabajo y muy bien remunerado. No tengo padre, mi madre se quedo embarazada muy joven y el no quiso hacerse responsable.
No duele lo que nunca has tenido, sería peor haberlo tenido en mi vida y que hubiera desaparecido después, así que supongo que esto es adaptarse a las circunstancias.
He vivido toda mi vida en los Ángeles, supongo que ahora echaré de menos el tráfico y el gentío. Ya que nos mudamos a un pequeño pueblo de Alaska.
Lo peor de todo será el horrible frío por el que tendré que pasar allí, acostumbrada a este clima cálido siento que moriré congelada en ese lugar.
Cojo la última de mis cajas y cierro la puerta de la que hasta hoy ha sido mi habitación.
Bajo las escaleras y dejo la caja en la puerta. El camión de mudanzas saldrá justo delante de nosotras. Nos esperan varios días de viaje, no entiendo por qué mamá no compro pasajes de avión y prefirió que hiciésemos un viaje tan largo en coche.
Me siento en el coche y veo como los edificios y los coches poco a poco comienzan a desaparecer.
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12
Espero a que lo peor pase, puedo notar su respiración sobre mi cuello.
Pasan los segundos y el sigue parado sobre mi cuerpo, no se mueve y no entiendo el porque.
Después unos minutos, el se levanta y me tapa con una manta.
Sale de habitación y me deja sola.
No puedo dejar de llorar, es algo superior a mis fuerzas.
Se que no me ha hecho daño pero mi cuerpo lo siente como si de verdad hubiese pasado.
Nunca podre escapar de el, el ya me lo advirtió. Fuese donde fuese el me encontraría.
Me alegro por Yami ella es feliz con todo esto pero yo no soy feliz.
Desde que llegué aquí lo he perdido todo, y lo único que me quedaba era mi voluntad le creo que también está dañada.
No entiendo qué es lo que le pasa, a veces es dulce y comprensivo y otras en cambio se vuelve una bestia violenta.
Me levanto de la cama y cojo algo de ropa, no mucha solo la necesaria para que cuando me encuentren no esté desnuda.
Abro la ventana y miro hacia el suelo, no me veo capaz de lanzarme. Y si no lo consigo lo que menos quiero es quedarme parapléjica.
Me alejo de la ventana y voy al baño. Lleno la bañera. Y veo el brillo de sus cuchillas.
Como si de una señal se tratase cojo una de ellas, me meto a la bañera con una camiseta puesta, la acercó hasta mí muñeca y presiono con fuerza.
La sangre comienza a brotar de inmediato y por extraño que me parezca no siento ninguna clase de dolor.
Intentó coger la cuchilla y cortar mi otra muñeca, pero mi mano no responde. Suspiro y cierro los ojos igual con una sola consigo mi cometido.
Cada vez me siento más débil y adormecida. Quiero cerrar el grifo de la bañera pero eso ya no es posible.
Mis ojos caen en una inmensa oscuridad...
....
--- Alfa ha perdido mucha sangre\, es casi imposible que sobreviva ---
--- Si ella muere todos vosotros moriréis con ella---
Escucho voces en la lejanía, consigo abrir mis ojos, veo luces parpadeantes y demasiado brillantes. Cierro mis ojos de nuevo y me sumerjo de nuevo en la oscuridad.
....
Despierto en una habitación blanca, rodeada de claves y máquinas. En ese justo momento me doy cuenta de que no lo he conseguido.
Mis lágrimas comienzan a brotar de nuevo por mis ojos hinchados.
Intentó levantarme pero no puedo, estoy atada.
Cuando el dolor de mis muñecas y mis tobillos se hacen insoportables dejo de luchar. Escucho como alguien entra en la habitación.
Se trata de Alan puedo ver que está enfadado y también podría decir que un poco preocupado. Pero estoy segura que el enfado supera a la preocupación.
No me habla, no me grita. Solo puedo notar indiferencia en él. Eso hace que exaspere y vuelva a escupir palabras hirientes.
--- Nunca dejaré de intentarlo\, tú me lo has quitado todo y yo algún día conseguiré quitarme del medio---
No hay palabras, no hay reproches, no hay gruñidos solo un portazo tan fuerte que hace temblar todo en la habitación.
...
Desconozco el tiempo que llevo aquí, pero deben haber pasado varios días. Han intentado que coma de todas las formas posibles pero en todas y cada una de ellas me he negado.
Lo único que han podido hacer es ponerme líquidos para que no me deshidrate.
Escucho como detrás de la puerta alguien dice que si sigo así no aguantaré más de dos días.
Dos días, dos días para que llegue mi liberación.
Me quedo dormida y solo me despierta la voz de Ruby.
--- Por favor Luna\, tiene que comer no puede seguir así. El está demasiado enfadado si no lo hace siento que va a matar a todos los miembros de la Manada ---
--- No te preocupes por mí\, no lo haría\, no sería capaz de cometer tal acto de crueldad...---
--- El no Luna\, pero su lobo sí. Desde que usted está así él está descontrolado\, y cada día que pasa lejos de usted se vuelve más agresivo---
--- Es que no quiero vivir\, no quiero vivir así---
--- Lo siento Luna\, pero si usted no lo intenta mucha gente morirá por su culpa---
Porque tiene que ser mi culpa, porque tiene que caer el peso de la muerte de otras personas sobre mi espalda. Yo no he hecho nada, no merezco esto. Y lo único que deseaba también me lo ha quitado. Ni siquiera tengo el poder de decidir sobre mi vida.
Ahora siento que los años que me queden serán un infierno. Pero al menos nadie morirá por mi culpa.
Abro la boca y dejó que Ruby me de comer. Los días pasan y con ellos las semanas.
Un día escuchó al doctor decir que ya me pueden dar el alta, es hora de que vuelva a casa. A casa qué palabra tan cruel.
Una casa que no es la mía, una casa que es mi prisión. Una casa de la que no saldré jamás.
Intentó caminar pero mis piernas estan demasiado débiles, no se el tiempo que llevo aquí pero debe ser bastante ya que he perdido bastante masa muscular.
Con ayuda de Ruby y uno de los guardias me siento en una silla de ruedas.
Me sacan del hospital y me montan en un coche. Poco después estoy de nuevo en la cama tumbada...
Mi vida pasa lenta y de manera tranquila. Cómo cuando me traen comida, bebo cuando ellos me lo piden. Pero ya no hay más.
Desde que volvía a casa no he intentado levantarme, no he intentado hacer nada, simplemente respiro y me mantengo viva.
He perdido la chispa y la ilusión por vivir. Escapar no es una opción y quitarme la vida menos. Miro el escritorio y puedo ver que mi ordenador y mi móvil están allí.
Me doy la vuelta y me tumbo del otro lado. Poco me importa lo que me ofrezca ya he perdido todas las fuerzas, simplemente no quiero o no puedo seguir luchando.
Él o esa otra cosa ha terminado por acabar conmigo.
Hay historia de clohe y su vampirito escapadizo jaja ?