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La Esclava Del Virrey

La Esclava Del Virrey

Status: En proceso
Genre:Época / Dominación / Esclava / Sirvienta / Amantes del rey / Secretos de la alta sociedad
Popularitas:5.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Veronica Acosta

La joven Yasí era una chica esclava de la familia más importante de la ciudad, cuya madre era indígena y cuyo padre era el dueño de ellas y de todo cuanto las rodeaba. Ella y su madre sufrían los maltratos de la familia por lo que Yasí soñaba con ser libre. ¿Logrará Yasí obtener su libertad y la de su madre?

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Capítulo 12 Dulce Noche de Luna

Felipe acarió el cabello de Yasí, sus mejillas, y pasó su dedo pulgar suavemente por sus labios. Yasí despertó al sentir las caricias de Felipe.

Felipe: —Yasí, mí hermosa India, pensé que no te volvería a ver...

Yasí lo abrazó fuerte recostada sobre su pecho, sin decir una palabra pero con un gesto que decía todo. Felipe sintió las lágrimas de Yasí sobre su pecho.

Felipe: —¿Por qué lloras India?

Yasí: —Lloro por la emoción por volverlo a ver. Se levantó y mirandole a los ojos a Felipe, con lágrimas corriendo por sus mejillas, le dijo: —yo también pensé que nunca más volvería a verlo.

Felipe: —Doy gracias a Dios por darme esta oportunidad de verte otra vez y no pienso desaprovecharla. Necesito hablar en privado contigo, es algo muy importante.

Yasí: —Está bien, no se preocupe Señor. A mí también me gustaría hablar con usted. Permiso debo preparar las medicinas.

Yasí se levantó y Felipe le tomó de la muñeca:

Felipe: —Espera, por favor llámame Felipe, no es necesario que sigas usando las formalidades conmigo.

Yasí: —Está bien Felipe, dijo con una sonrisa.

Yasí se dirigió a preparar las medicinas afuera en un espacio donde habían una mesa con lo necesario, al lado de la habitación de los enfermos. Allí le preguntaron las otras mujeres: —¿ Tú conoces a ese hombre? Parece que son cercanos... Yasí respondió: —Sí, así es, él era mi Señor, trabajé con él bastante tiempo como para saber de que se trata de un hombre de buena fé. —¡Ah! ¡Qué bueno Yasí! Quizás se convierta en tu esposo en el futuro, dijeron entre sonrisas pícaras. —¿ Qué tonterías dicen?, dijo Yasí sonrojada. —Ay, ¿porqué te ruborizas? Si a leguas se puede ver que el hombre te mira de una forma especial, es evidente que está enamorado de tí. —¡Ay! ustedes hacen que me ruborice con sus comentarios, con permiso me voy a buscar agua. Dijo Yasí tratando de escaparse.

Cuando regresó se encontró con Felipe afuera donde estaban unas mujeres tomando mate y preparando una especie de tortilla llamada torta frita.

Yasí: ¡Felipe!¿qué haces aquí levantado? Debes seguir en reposo hasta que tu pierna se recupere.

Felipe: No te preocupes que estoy mejor, mientras que fuiste a buscar agua una de las mujeres me hizo estas muletas con unas maderas para que me pueda mover, así no te molestaré tanto, dijo sonriendo

Yasí: —Bueno, está bien. Dijo no muy convencida.

Felipe: — ¿Tomamos unos mates con tortas fritas?

Yasí: —Claro, desayunaremos y luego tú volverás a la cama. Dijo algo molesta.

Felipe: —De acuerdo, dijo sin alternativa.

Pasaron los días en el monte, y un día por la mañana temprano mientras tomaban mate y comían tortas fritas, se acercan los hombres que le habían traído a Felipe y a los otros heridos, y dijeron: —Vamos a tomar unos mates y luego vamos a pescar al río o tal vez cazamos algo para la comida, dijeron.

Felipe: —Me quiero unir a ustedes

Yasí: —Pero debes seguir en reposo...

Felipe: —Pero ya estoy aburrido de estar en cama, te prometo que me portaré bien. Además, tengo mis muletas y con ellas me puedo mover con facilidad.

Yasí: Bueno, está bien, dijo no muy convencida.

Felipe y los demás hombres se adentraron al pastizal y buscando el río. Allí cuando llegaron, tiraron las cañas y las redes. Felipe se sentó con los demás a orillas del río con la caña de pescar. Uno de los paisanos comenzó a cantar mientras pezcaba:

(1)Soy de la orilla brava,

del agua turbia y la correntada

que baja hermosa por su barrosa profundidad,

Soy un paisano serio,

Soy gente del remanso,

Que es donde el cielo

remonta vuelo en el Paraná

Tengo el color del río

y su misma voz en mi canto sigo

del agua mansa y su suave danza en el corazón,

Pero a veces oscura,

va turbulenta en la ciega hondura

y se hace brillo en este cuchillo de pescador

Cristo de las redes

no nos abandones,

y en los espineles

déjanos tus dones.

No pienses que nos perdiste

que la pobreza nos pone tristes,

la sangre tensa y uno no piensa

más que en morir,

agua del río viejo

llévate pronto este llanto lejos

que está aclarando

y vamos pescando para vivir.

Llevo mi sombra alerta

sobre la escama del agua abierta

Y en el reposo vertiginoso del espinel,

sueño que alzo la proa

y sube la luna en la canoa

y allí descansa

Hecha un remanso

mi propia piel.

Calma de mis dolores,

Ay Cristo de los pescadores,

dile a mi amada

que está apenada esperándome

que ando pensando en ella

Mientras voy vadeando las estrellas,

que el río está bravo

y estoy cansado para volver.

Las mujeres esperaban ansiosas a su regreso, pero a medida que el sol comenzó a caer, su preocupación por ellos comenzaba a crecer. A lo lejos vieron llegar un grupo de hombres. ¡Eran ellos! Las mujeres, llenas de alegría, los recibieron y comenzaron a preparar la cena para todos. Los hombres llegaron cansados pero felices de haber cumplido su misión de llevar alimentos a sus mujeres y niños. Era una costumbre arraigada en el pueblo que escondía entre penurias el más profundo amor.

Se hizo de noche y la suave brisa los acompañaba. —Ya está la cena, dijo una de las mujeres y todos se reunieron alrededor de una mesa grande y una fogata.

Cuando acabaron de comer:

Felipe: —India, ¿podemos hablar ahora? Le dijo al oído a Yasí.

Yasí: — Sí, sígueme...

Se levantaron de la mesa discretamente y se alejaron, caminaron un trecho hasta llegar a un estero que estaba lleno de hojas grandes y redondas flotando en el agua y grandes flores blancas. La luna resaltaba en su esplendor, en el oscuro cielo, entre las estrellas.

Felipe: —Qué lindo lugar, dijo admirando. —¿Cómo se llaman esas plantas acuáticas gigantes? Preguntó interesado.

Yasí: — Se llama irupé. Yo también lo creo, es muy bello, dijo cerrando los ojos, respirando profundo y disfrutando la brisa.

Felipe se acercó a ella por detrás y la tomó de la cintura con la mano que tenía libre, y con la otra sostenía la muleta.

Felipe: —Te amo, le susurró al oído

Yasí se dio vuelta y mirándole a los ojos le dijo emocionada: —Yo también te amo, y lo besó suavemente los labios. Él siguió besándola por un largo tiempo, como si buscara recuperar el tiempo.

Felipe: —No sabía que la luna además de ser hermosa, es tan deliciosamente dulce.

Yasí sonrió tímida y sonrojada.

Luego llegaron juntos a la fogata donde estaban reunidos. Todos se alegraron al verlos llegar juntos de la mano como enamorados. —Acérquense a cantar y a bailar con nosotros, les dijeron. Asientieron los dos. —Pero nos sentaremos al lado de la fogata, Felipe no puede bailar aún, agregó Yasí.

Al lado de la fogata cantaba el paisano con una guitarra y las parejas bailaban al ritmo de la canción, abrazados, el paisano tomaba de la cintura con una de sus manos a la mujer, como buscando cotejarla, y con la otra, tomaba la mano de ella y en un balanceo se movían alegremente al son de la canción:

(2)Después de haberme brindado

la dicha de tu presencia,

querida te has marchado

sumiendo mi alma en dolor.

El corazón destrozado

suspirando está tu ausencia,

porque te amé con vehemencia

me niegas hoy tu calor.

Sabrás que tras tu partida

añorándote he vivido

y olvidarte no he podido

vuelve, vuelve mi querida.

Por tantas penas sufridas

quiero recobrar la calma,

volvé querida del alma

a alegrar mi pobre vida.

Esos instantes pasados

es evocación querida

porque fueron en mi vida

ingrata recordación.

Sabrás que tras tu partida

añorándote he vivido

y olvidarte no he podido

vuelve, vuelve mi querida.

Por tantas penas sufridas

quiero recobrar la calma,

volvé querida del alma

a alegrar mi pobre vida.

(1) Canción "Oración del Remanso" del cantautor argentino Jorge Fandermole.

(2) Canción "Añoranza" del compositor argentino Salvador Miqueri.

1
Colibrí
Increíble hasta donde llega el veneno de esas mujeres 😠😡
Roma75
excelente historia, gracias autora x compartirla, felicidades 🙏🏻🤗
Verónica Acosta: Muchas gracias Roma❤️ Te mando cariño enorme desde Formosa Argentina ❤️
total 1 replies
Audaly Matallana
Excelente
Melisuga
La sabiduría ancestral trasciende precisamente por eso, porque se basa en la naturaleza y en el conocimiento de las propiedades de cada elemento que la compone, ya sea mineral, vegetal o animal.
Verónica Acosta: Tal cual Melisuga🌞 Gracias por tu aporte 🌞🍀
total 1 replies
Melisuga
Felipe va a enloquecer cuando descubra que Yasí salió sin escolta y no regresó.
Melisuga
¡Qué lindo momento!
Espero que esa tranquilidad les dure un poco, al menos hasta que Yasí se recupere y pueda seguir la marcha en caso necesario.
Melisuga
Muy buena la reacción de Felipe ante la noticia.
Melisuga
*anciana
Verónica Acosta: Gracias por las correcciones las tendré todas en cuenta ❤️
total 1 replies
Melisuga
¿Lograrás contenerse, Felipe?
Melisuga
*anciana
Melisuga
*majestuosa
Melisuga
Los indígenas siempre mostraron un veneración muy especial por la tierra y la naturaleza. Vivian en una relación basada en armonía y respeto casi totales.
Verónica Acosta: Buenísimo, gracias por tus comentarios y responder 👍🏻😊
Melisuga: Sí, en el parque Aripuca.
total 5 replies
Melisuga
¡Qué lindas canciones!
👏💖👏💖👏
Verónica Acosta: La verdad que sí son muy lindas 🥰 ambas son un chamamé típico de la provincia de Corrientes- Argentina. Gracias por tu apoyo Melisuga🥰 Te mando cariño inmenso desde Formosa Argentina ❤️
total 1 replies
Melisuga
*hechas de...
Melisuga
Cuando dice 'su majestad', ¿se refiere al Rey de Francia, que invadió España, o al Rey español?
Melisuga
Ese amor está condenado a la clandestinidad. El Virrey, aunque no quiera, se debe a su cargo, posición y rango social. Yasí debe cargar con sus sueños, sentimientos y tristezas bien lejos de la esposa e hijas del Oidor si quiere, al menos, respirar un poco de tranquilidad.
Melisuga
Y nada más y nada menos que con esa arpía envidiosa y abusadora. Esa señora no sabe a cuánta infelicidad está. condenando a su hijo.
Melisuga
🚨🚨🚨
Cambio de palabras: Oidor en lugar de Virrey.
Colibrí
Tengo una duda existencial 😅
Necesito saber si la autora es Correntina, tiene alma correntina, si es correntina por adopción, si tiene parientes o algo en corrientes porque las canciones son bien del chamame de esos lados....
Hasta lo leí cantando en mi cabeza, hasta música le puse 🤣🤣
Verónica Acosta: Muchas gracias ❤️🥰
Colibrí: Aclarado mi duda existencial 🤭
Gracias y gracias por tan bella historia... sigue así 💕
total 3 replies
Melisuga
Hermosos los versos del final del capítulo.
💖💖💖
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