Fotógrafo Plus-Plus

Tangan Wildan temblando. Además, la apariencia del cuerpo de Poppy le impedía concentrarse. ¿Cómo no? Era la primera vez que Wildan presenciaba a una mujer desnuda con sus propios ojos. No sabía cuántas veces había tenido que tragar saliva.

A pesar de no poder concentrarse en la íntima actividad de Dirga y Poppy que se intensificaba, Wildan seguía intentando capturar la mejor imagen. De vez en cuando caminaba hacia la derecha, a veces hacia la izquierda, e incluso al frente. Todo lo hacía para obtener el mejor ángulo con su cámara.

Las acciones de Dirga y Poppy se volvían cada vez más intensas. En ese momento, Poppy estaba complaciendo el miembro de Dirga con su boca.

Mientras movía su cabeza de un lado a otro, Poppy emitía pequeños gemidos. Le permitía a Dirga sujetar su cabeza para que él pudiera guiar sus movimientos.

Wildan se sentía cada vez más inquieto. La verdad, sus pantalones comenzaban a sentir una presión inapropiada. El aire que antes se sentía fresco por el aire acondicionado, ahora estaba cargado de calor.

La camiseta que llevaba Wildan se empapó de sudor. Se secaba repetidamente el sudor que caía de su frente y sienes.

Dirga sonreía de lado al ver la situación de Wildan. Sin embargo, prefería ignorar al hombre porque quería terminar primero todo lo que había comenzado.

"¡Puedes tomar fotos de cerca!" dijo Dirga. Wildan respondió con un asentimiento.

Poco a poco, Dirga detuvo el servicio de Poppy. La empujó suavemente hasta dejarla de espaldas. Luego, abrió ampliamente las piernas de la mujer. A continuación, Dirga comenzó a jugar con su lengua en los genitales de Poppy.

Después del calentamiento, Dirga y Poppy se unieron. Se esforzaron en hacer varias poses para conseguir fotografías sensuales.

Cuando ocurrió la unión, el miembro de Wildan se puso completamente erecto. No podía ocultar esa reacción natural. Wildan se vio obligado a quitarse la chaqueta y amarrarla a su cintura. Así, su erección, que sobresalía de los pantalones, podía ser disimulada.

Todo concluyó en casi una hora, y durante ese tiempo Wildan experimentó un instante de tensión. Cuando Dirga dijo que había terminado, Wildan soltó un suspiro de alivio y se sentó. Estaba ocupado revisando toda su colección de imágenes.

Mientras tanto, Dirga y Poppy todavía estaban en la cama. Ambos ya se habían puesto toallas tipo kimono.

"Mira a este chico, cariño. Hasta se está ahogando. Y ni siquiera ha participado," comentó Poppy.

Dirga se rió. Acercó su boca al oído de Poppy y le susurró: "Todavía es inocente. Por eso está así..."

"Está claro. Ya podía imaginar su reacción desde que nos vio besándonos," respondió Poppy. Ella y Dirga se rieron a carcajadas.

"Mira su camiseta. Está empapada," añadió Dirga. Él y Poppy seguían riendo.

Dirga miró a Wildan. Dijo: "¡Y tú! Sería mejor que fueras tú primero al baño."

Wildan se quedó mudo. Se apresuró a secar el sudor de su cuello y rostro. "No, hermano. Después de esto, quiero irme a casa," respondió.

"¿Seguro que quieres irte a casa ya? Más te vale atender primero a tu 'pájaro' que aún está de pie," comentó Dirga mientras miraba hacia la parte inferior del abdomen de Wildan. Poppy hizo lo mismo.

Al darse cuenta de eso, Wildan se levantó de un salto y cubrió su entrepierna con la chaqueta. Aún parecía estar temblando.

"Vamos, Wildan... No te sientas avergonzado. Es normal. Lo mejor es que vayas al baño, ¡o prefieres que te pida una mujer de compañía? Pero el dinero se descontará de tu pago," dijo Dirga.

"¡No, hermano!" Wildan rechazó inmediatamente. "Solo iré al baño," continuó mientras se dirigía al cuarto de baño. Una vez más, Dirga y Poppy estallaron en risas.