Capítulo 1

Un hombre parecía caminar con dificultad mientras cargaba un saco de arroz sobre su espalda. Su nombre era Wildan Narendra. De hecho, era la primera vez que Wildan hacía un trabajo tan pesado. Se vio obligado a aceptar ese trabajo porque tenía que pagar la matrícula atrasada de su hermano menor.

Generación sándwich, así es el término de moda que define el destino actual de Wildan. El término en sí está dirigido a personas que son la columna vertebral de la familia como Wildan.

En el pasado, Wildan había vivido bien. Tenía una familia completa y acomodada. Pero todo se derrumbó cuando se descubrió que su padre tenía una aventura. Como resultado, la madre de Wildan terminó enfermando.

Wildan odiaba mucho a su padre. Esa fue también la razón principal por la que trabajaba tan duro para ganar dinero. Incluso si fuera necesario, hasta la última gota de sangre.

Wildan había realizado varios tipos de trabajos. Desde barbero, lavador de autos, conductor, mesero, personal de limpieza, incluso conductor de mototaxi online. Pero de todo eso, Wildan siempre anhelaba un trabajo acorde con su afición. Que era tomar fotografías con la cámara.

Sí, se podría decir que Wildan soñaba con convertirse en un fotógrafo famoso. Su trabajo consistía únicamente en hacer clic, y luego conseguir dinero. En esencia, todas las fotos que producía tendrían un valor precioso.

Debido a su afición por todo lo relacionado con la fotografía, Wildan se especializó en cinematografía en una universidad de renombre. A pesar de estar ocupado trabajando, Wildan tampoco descuidó su educación. Aunque a veces tenía que quedarse dormido en clase por agotamiento.

Wildan colocó su último saco de arroz en el camión. En ese momento, se sentó inmediatamente mientras se abanicaba con la mano.

"Dios mío... Qué cansado es este trabajo", se quejó Wildan mientras regulaba su respiración.

"¡Qué rápido trabajas, Dan! ¡Aquí tienes tu paga!", Dijo Pak Malih, el dueño de la tienda de arroz, mientras le entregaba un sobre a Wildan.

"Gracias, señor", Wildan recibió el sobre de Pak Malih.

"Si no estás cansado, vuelve mañana. Me gustan los trabajadores jóvenes con tu energía y rapidez", dijo Pak Malih.

"De acuerdo, señor...", respondió Wildan con una sonrisa amarga. Pak Malih se alejó de él. Fue entonces cuando Wildan comprobó el contenido del sobre de Pak Malih.

Los ojos de Wildan se abrieron de par en par al ver que el sobre solo contenía cincuenta mil rupias.

"¡Maldición! Nunca más voy a aceptar un trabajo así. Es agotador y la paga no lo vale", se quejó Wildan. Se apresuró a salir del mercado. Quería volver a casa lo antes posible. Porque en una hora, Wildan tenía que ir a la universidad.

...***...

Al llegar a casa, Wildan vio a su madre y a su hermano menor viendo la televisión absortos. Ambos lo recibieron inmediatamente con la mirada.

"¡Dios mío, Dan! ¿Por qué estás tan sudoroso? ¿Qué has estado haciendo?", preguntó Nia, que no era otra que la madre de Wildan.

"Lo de siempre, mamá. Trabajando", respondió Wildan.

"Ya basta, Dan. Tienes que dejarme trabajar a mí. No puedo dejar que sigas así", dijo Nia.

"Vamos, mamá. ¿Ya te has olvidado de lo que pasó el otro día? Te desmayaste por trabajar demasiado. No quiero que eso vuelva a suceder. ¡No te preocupes por mí!", respondió Wildan mientras entraba en su habitación. Quería ducharse e irse a la universidad cuanto antes.

Mientras, fuera, Nia agachó la cabeza con tristeza. Siendo honesta, a menudo se sentía preocupada al ver a Wildan trabajar tan duro. Pero, ¿qué podía hacer? Su estado de salud tampoco le permitía realizar trabajos pesados. Padecía insuficiencia renal, por lo que tenía que someterse a diálisis cada semana.

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