“ Together Forever ”

                 C.11

               • “Autos ”•

Narra Rachel

Estaba en mi habitación, acomodando mi armario. Hace unos días, Tom me regalo toda la ropa que ya no quiere. Claramente, la acepté al instante. Estaba escuchando la canción de Rock más violenta que pidiera existir, mientras acomodaba mi ropa.

Cuando por fin deje de acomodar, fui a mi escritorio. Tenía que terminar proyectos y trabajar para la universidad. Dentro de poco seria “Arquitecta”. Me encanta mandar a las personas, pelear y defender. Es mi trabajo.

Escuche como Tom entraba a mi habitación. Últimamente, los dos nos llevamos bastante bien. No había muchas discusiones, o eso creo yo.

- Mira, te preparé tu almuerzo. - Sonreí al ver a Tom con un delantar y unos guantes de chef. Recibí el plato y lo dejé en mi escritorio, al lado de todas mis cosas.

-¿Qué estás haciendo? - Me pregunto Tom mientras se acomodaba en mi cama.

- Termino algunos proyectos y trabajos de la universidad - Respondí. Tom se rio al oírme. No sé que le dio risa, pero a mí no me da gracia.

-Estrellita, estás trabajando para mí, ganas bastante bien, no debes preocuparte.

- Lo sé, y estoy muy agradecida, Tom. Pero algún día te vas a enamorar de alguien. Ella vivirá aquí y yo me tendré que ir.

Tom se levantó de la cama y se acercó a mí. Podía oler el olor de la masa que venía de él, que asco.

- Eso todavía no pasará. Yo solo busco el amor verdadero en una persona, alguien que sea mi media naranja.

Rodee los ojos y seguí con mi computadora. Tom es el único que cree en el “Amor verdadero”. ¿Acaso eso existe? Solo en las películas y los libros.

-Pareces un niño hablando del amor verdadero - Le dije sin quitar la mirada de la computadora.

-¿Por qué? - Pregunto. ¿En serio? Tom tiene veinte años y parece de cinco con esa mentalidad. Una de las mil razones por la cual no nos llevamos bien.

- El amor verdadero solo existe en las películas, libros y no sé que más. Pero ten por seguro que nunca lo encontraras.

- Te entiendo, a mí también me rompieron el corazón.

-¿Qué? No. No es por eso que te digo que el amor verdader.

- Mejor deja de llorar, y come lo que te prepare, tarde años en hacerlo - Estaba que tiraba fuego, es la realidad. ¡El amor verdadero no existe!.

-No voy a comer esa asquerosidad - Me reuse a darle un mordisco a la comida que preparo Tom.

-Hazlo - Me ordeno

-¿Quién te crees para decirme que hacer? Vete de mi habitación con esa asquerosidad- Tom, agarro mi computadora y la cerro, antes de que pudiera decir algo, él habló -. Abre esa boca y dale un mordisco, a esa comida.

-Si lo hago me devuelves, mi computadora?

- Exactamente.

Respire hondo, agarre uno de los perros calientes que Tom había preparado y le di un mordisco. Sorprendentemente, la comida que había preparado Tom tenía un gusto exquisito, no estaba mal.

Mientras comia mi perro caliente, Tom se tiro a mi cama.

-¿No te gustaría aprender a manejar?- Me pregunto. Claro que me gustaría aprender a manejar, pero que Tom me enseñe, es algo que no terminara bien.

- Conociéndonos, vamos a terminar en un barranco.

- Le dire a Gustav, Georg y Bill. Con ellos estaremos a salvo.

Este hombre si que resuelve.

(...)

-La niña rubia con el trenzudo y los otros dos juntos - Nos encontramos en una especie de pista Go Karts, Bill, Georg, Gustav y Tom estaban prestando atención al señor que explicaba como maneras esos autos.

Mi mente estaba ocupada, pensando en como iba a sobrevivir a esta carrera. Nunca tuve una sola experiencia manejando un auto, ni siquiera sé manejar una bicicleta.

-¿Y yo que?- Pregunto Bill.

- Por gótico, lo dejaron afuera - Gustav y Tom empezaron a reír a carcajadas, A veces no sé si son amigos o haters.

- Tú ve, de colado, con el trenzudo - Indico el señor.

-¿No puede ir con Gustav y Georg?- Si Bill está con nosotros, estaré a salvo,Dios, te amo.

- Tienes razón, que el gótico vaya con estos dos - Gracias Tom, ya traigan mi ataúd y vayan haciendo las invitaciones para mi funeral.

- Recojan sus cascos y elijan sus autos.

Mire todos los cascos que estaban apilados en el lugar. Ninguno me combinaba, ninguno iba con mi estilo. Todos eran de color azul y verde, esos colores no son ni eran lo mío.

-Oiga señorita ¿usted no piensa manejar o que?, póngase el casco.

- No me pienso poner ninguno de esos.

- Pues tome este - El señor se acercó a mí y me coloco un casco de color rosado. ¿Quién se cree este estúpido? - Es un casco para niños, espero le sirva - El señor se rio a carcajadas. Necesito paz.

Me di la vuelta para elegir el carro con Tom, pero este estaba peleando con Gustav.

- ¡Ese es mi auto!- Voltee a mirar al otro lado y vi a Bill y Georg jalándose las greñas.

No iba a esperar que terminaran de pelear. Si me tocaba aprender sola, no me importa. Me dirigí a un auto que estaba estacionado en el lugar, era una especia de carro de carreras, como Go Karts

- Vamos, como se enciende esto - me encontraba en el asiento del conductor, emocionada por la oportunidad de aprender a manejar, sin embargo, había un pequeño problema: No tenía ni idea como frenar este pequeño vehículo. Mire a mi alrededor, esperando encontrar un tipo de instrucción o botón que me indicara como detenerme, pero no encontré nada.

- Que estúpida es la gente - Me queje al no encontrar nada que hacer en este maldito auto. - Como sea - Agarre unas llaves que colgaban del auto y lo encendí.

El sonido del motor retumbaba en mis oídos mientras tomaba velocidad, dirigiéndose por la puesta con una velocidad que parecía imparable. Mi corazón latina con fuerza, una mezcla de emoción y terror. - ¡COÑO DETENGAN ESTA COSA!- No sabía como controlar este auto, giraba el volante como loca.

- ¡CARBÓN! ¡AYUDA! -, Hasta que por fin Gustav, Georg, Bill y Tom reaccionaron y comenzaron a perseguirme. ¿QUE HICISTE , ESTUPIDA?, Me gritaba Tom mientras se subía a su auto. Los cuatro empezaron a perseguirme con sus autos, en verdad estoy aterrada.

El viento soplaba mi cabello, con cada segundo que pasaba, la sensación de pánico crecía dentro de mí. - ¡APUREN SUS AUTOS! - Mientras trataba de recordar desesperadamente lo que me habían dicho sobre los pedales.

Georg y Bill se unieron a la persecución, riendo y gritando estupideces. Mientras tanto Gustav trataba de alcanzarme, pero su kart parecía tener problemas para arrancar.- ¡YA VOY!- Grito, con su voz llena de preocupación.

Cada giro y cada recta, se volvían más desafiantes y la sensación de estar al borde del desastre se aferraba a mí, como una sobra implacable.

Vi como Tom se acercaba a mí, no veía bien el camino por el casco, estaba al borde de la muerte, vi cono en una de las curvas Tom se acercó a mí. Observe como él se quitaba el cinturón de seguridad - Voy - Me advirtió

-¡No! - Cerré mis ojos con fuerza. Habría un poco mis ojos y vi como Tom maniobraba su kart y el mío, antes de que pudiera reaccionar Tom se trasladó al asiento del pasajero, y tomo el control.

- Me debes una - Tom paro el carro de golpe, en ese momento sentí como si me subieran al cielo, estaba a salvo.

- Gracias.

- Nada de gracias, en la casa me lo pagas.

Salí del Go Kart, dejando a Tom con él, me sentía inútil, ¿ Cómo no pude parar un estúpido auto? Tragame Tierra.

- Vámonos de aquí - Me quite el casco y lo tire al piso y salí del lugar - El auto está por allá - definitivamente voy a dejar de trabajar con ese hediondo.

Enojada subí al auto, mientras todos cantaban y hablaban yo miraba por la ventana intentando evitarlos. - Y si nos vamos de fiesta - Escuche eso y de inmediato me voltee a verlos, por fin una idea inteligente.

- Dios mío si, eso es lo que necesito - Mientras Tom conducía a casa, yo me quede en ni celular, ignorando a todos en el auto. Comencé a pensar que me pondría para la dichosa fiesta, tenía la combinación perfecta. Apenas llegamos a casa fui la primera en bajarse - ¿Y a esta que le pasa?- Escuche decir a Georg.

- ¡No lo entenderias! - Grite mientras corría a mi habitación, estos Micos Aztecas no piensan arreglarse.

Quería que mi atuendo fuera especial, quería verme sensual, dejar a todos con la boca abierta y quería demostrar que podía ser poderosa.

Después de una búsqueda frenética, mis ojos se posaron en una falda de color negro, sabía que era la indicada, resaltaría mis curvas de manera perfecta.

Me puse la falda y me miré en el espejo, observaba como resaltaba mis atributos, me sentía segura de mi misma - Pobres perras, esta es mi noche -, Luego, elegí una blusa con escote de color rojo intenso que resaltaba el color de mis labios que le daba un toque de sofisticación a mi look.

Cuando baje las escaleras y llegue a la sala, pude sentir las miradas de todos sobre mí. Siempre me ha encantado la atención, amo que no puedan apartar sus ojos De mí.

- Estrellita mia....

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Autora ~ Esme_Klzz

              • Holaaaa •

•Les va a tocar esperar hasta mañana para el siguiente capítulo.

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