El Contrato: Una Segunda Oportunidad Para El Amor

Pronto se deshicieron de esos trozos de tela que le impedían llegar al cielo y pronto se entregaron el uno al otro, entre Yeda y Lincon todo es cálido y agradable.

Después de algunos juegos previos, Lincon la penetró, lenta y deliciosamente, haciendo que la mujer gritara de placer, aumentó la velocidad de sus embestidas y pronto llegaron juntos al límite. Aún insatisfechos, fueron al baño y luego de una ducha repitieron esa deliciosa dosis de amor, al terminar se dieron otra ducha y se acostaron juntos y pronto comenzaron a hablar de asuntos triviales.

Después de hablar un rato, Lincoln decidió sondear a su esposa y de repente le preguntó:

__Amor, ¿qué tienes que decir sobre el efecto que tiene mentir en una relación?-Preguntó un poco nervioso, ya temeroso de la respuesta.

__Prueba de amor-Respondió sin comprender.

Al ver que Lincoln no entendía sus palabras, tosió levemente y luego habló:

__La falta de él mejor dicho. Un matrimonio se construye sobre el respeto, la fidelidad y el compañerismo, pero se destruye con mentiras- Habló en tono melancólico.

Yeda no piensa exactamente como dijo, resulta que la pregunta de Lincon le hizo recordar que su matrimonio terminó por una mentira, Yeda es una mujer justa, ve ambas caras de la moneda.

Al escuchar eso, Lincon dejó escapar un pequeño suspiro mientras apoyaba su cabeza en su pecho mientras intentaba con todas sus fuerzas no llorar, quiere decir la verdad, pero tiene miedo de que Yeda reaccione como Sofía y si eso pasa no podría. para soportarlo.

Al ver al hombre tan triste, Yeda le acarició el pelo y luego habló:

__Te ves raro, parece que me estás ocultando algo, no soy nadie para juzgar tus motivos, pero por favor no tardes mucho en decírmelo, porque si me entero primero, las cosas cambiarán, para siempre. peor claro jajaja.

__Lo sé, me estás poniendo muy nervioso hablando así, ahora a comer-Dijo para luego levantarse.

Al escuchar esto, Yeda sonrió amargamente, pensando en cómo su esposo tenía los pantalones sueltos y se alejó de la conversación con la cara seria.

Los dos bajaron juntos al comedor, luego de servirse, pronto comenzaron a comer y conversar.

__¿Qué hizo tu padre aquí ayer? Parecía molesto – dijo Yeda, tomando de repente a Lincoln por sorpresa.

Tratando de ocultar su mirada fija en Yeda, Lincoln se aclaró la garganta un par de veces y luego comenzó a hablar:

__Vino a decirte que uno de los accionistas vendió su parte a la familia Soo.

"Eso explica por qué vino aquí de repente, pero ¿por qué creo que estás un poco incómodo?", Preguntó levantando las cejas.

Al escuchar eso, Lincoln forzó una sonrisa y luego habló:

__Nombraron a tu exmarido como subdirector general, parece que ahora es el prometido de Wendel Soo y pronto tendrán un hijo- Dijo con calma mientras analizaba visualmente las expresiones de Yeda.

Al escuchar eso, Yeda ni siquiera dejó de comer su postre, al ver esa reacción, Lincoln dio una pequeña sonrisa y luego comenzó a comer en silencio.

Después de terminar el almuerzo, Yeda y Lincoln se sentaron en el sofá y pronto comenzaron a hablar, Yeda habló primero:

__Amor, ¿crees que este tema de papá está bien? ¿Podremos recuperar los bienes que se robó ese trabajito?-Preguntó en tono inexpresivo.

__Es prácticamente imposible, tu padre está usando sus facultades mentales, así que no hay nada bueno que podamos hacer- Dijo en tono serio y dejando algunas cosas entre líneas.

Al escuchar eso, Yeda dio un largo suspiro, ya imaginando lo que vendrá después, Natan tiene la mecha corta y Yeda no se involucrará en asuntos oscuros.

“Que Dios proteja a esa desafortunada mujer”, pensó al recordar las cosas malvadas que Natan les hizo a los niños en la escuela, a Yeda no le importa ese dinero, Natan es capaz de matar para conseguir lo que quiere.

Siguieron hablando un rato más, luego Yeda decidió dormir un poco, pero Lincoln insistió en ir a la habitación con ella, y fue así como una tarde de descanso se convirtió en una larga ronda de sexo, caliente y delicioso.

Sintiéndose agotada, Yeda apoyó su cabeza en su pecho y pronto cayó en un sueño profundo, de repente sonó el teléfono de Yeda, sin querer despertarla, Lincon inmediatamente contestó la llamada y esperó a que la persona del otro lado hablara primero:

__Amor, ¿ya puedes hablar?- Habló un hombre con voz joven y gentil.

__¿Quién está hablando y lo quiere con mi esposa?-Preguntó Lincoln con voz alterada, ya completamente fuera de sí.

__Lo siento, solo fue un error, marqué el número equivocado, pensé que era mi esposa, ella es...

__Vete al carajo con estas excusas tan tontas, no soy un niño- Dijo aún más irritado y luego colgó.

En ese momento Yeda ya se había despertado y estaba allí, estática, viendo a su marido completamente fuera de sí.

__¿Quién llamaba?-Preguntó, todavía un poco confundida con lo que estaba pasando.

__Dime tú- dijo, lanzando ya el celular en dirección a Yeda.

Sin decir palabra Yeda sacó su celular y comenzó a revisar los registros de llamadas entrantes y en ese momento encontró un número desconocido y sin pensar mucho en ello le dio al botón de llamar y luego dijo:

__Si no estás en mi lista de amigos, no sé quiénes, pero ya lo sabremos- Dijo poniendo ya la llamada en altavoz.

Después de algunos timbrazos, alguien finalmente respondió:

__Dr. Habla Paulo Roberto, ¿en qué te puedo ayudar?-Dijo en un tono serio, muy diferente al de ahora.

__Mi nombre es Yeda Scott, me llamaste hace un momento, ¿de dónde sacaste mi número de teléfono?- Dijo Yeda en un tono inexpresivo mientras miraba fijamente a su marido.

__Dios mío, perdóname si causé problemas, en realidad quería llamar a mi esposa, ella es doctora en el hospital Central, solo quería saludar, pero terminé marcando el número equivocado y casi recibo una llamada- Dijo un poco nervioso.

__Está bien, pero no olvides borrar mi número- Respondió y luego finalizó la llamada.

Al escuchar eso, Lincoln se sintió muy avergonzado, intentó acercarse a Yeda, pero ella le dio la espalda y le dijo enojada:

__Estás castigado, sin sexo durante una semana, luego aprendes a preguntar primero y a gritar después.

__Lo siento amor, tengo un gran defecto, tengo muchos celos de todo lo que es mío- Dijo abrazándola por detrás, dejando a Yeda un poco emocionada.

“¿Será que estoy en celo? En cuanto él se acerque a mí y yo ya quiera entregarme a él, necesito ser más fuerte que este deseo de ser suya", pensó mientras lo alejaba:

__ Dormirás en la oficina, hasta nuevo aviso.

__Muy bien-"envía a los que puedan y obedece a los que tienen sentido", pensó mientras se alejaba de allí lo más rápido posible.