Hijos De La Dualidad

En las calles y en las redes sociales, proliferaban las teorías de conspiración.

Muchos creían que los responsables de las desapariciones eran miembros con un estatus superior en Imperion, aquellos que vivían en sus mansiones opulentas y se movían por la ciudad con una arrogancia palpable.

Esta teoría se reforzaba por el hecho de que las víctimas eran predominantemente jóvenes de familias humildes.

"Esto es obra de los ricos," decía una mujer en un noticiero local, su voz temblando de rabia.

"Ellos siempre se salen con la suya. Compran a la policía, compran a los jueces. Y nuestras hijas son las que pagan el precio.

^^^Los noticieros estaban llenos de reportajes sobre las desapariciones. Las imágenes de las jóvenes desaparecidas se repetían en bucle, junto con entrevistas a sus devastadas familias.^^^

^^^"Solo quiero saber si mi hija está viva," lloraba una madre durante una entrevista, sosteniendo una fotografía desgastada de su hija contra su pecho.^^^

^^^"No podemos dormir, no podemos comer. Vivimos con este dolor todos los días."^^^

El ancla del noticiero continuaba con voz grave:

^^^Las autoridades han declarado que están haciendo todo lo posible, pero hasta ahora no hay pistas concretas. La desesperación y la rabia entre los ciudadanos de Imperion siguen creciendo.^^^

^^^En los cafés, en las paradas de autobús y en los parques, la conversación siempre volvía al mismo tema.^^^

^^^Las desapariciones habían unido a la comunidad en una mezcla de miedo y solidaridad, pero también en una creciente hostilidad hacia las autoridades.^^^

...- "Es como si no les importáramos," decía un hombre en una cafetería, agitando su taza de café con frustración....

..."Nos tratan como si fuéramos invisibles. Solo somos números para ellos....

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^^^Nena llegó a su departamento en la torre Helios, agradecida por el respiro que su jefe le había dado. Al abrir la puerta, notó la oscuridad que envolvía el lugar, deduciendo que su hijo no estaba en casa. Intentó encender el interruptor, pero como en un mal chiste de película de terror, no funcionó.^^^

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"Fusibles, siempre los fusibles", murmuró para sí misma mientras subía las escaleras hacia su cuarto.

^^^Al entrar en su habitación, se dio cuenta de que no estaba sola. Una sombra en el espejo la alertó de una presencia intrusa. Nena, hija de un hombre con un alto cargo en el ejército y con más agallas que miedo, no se dejó amedrentar. Sin hacer ruido, se acercó a su mesita de noche y sacó su "látigo".^^^

Pero, claro, no era un látigo común. No, este era un artefacto sacado de las pesadillas de algún herrero con demasiada imaginación.

Un par de armas de aspecto letal, unidas por cadenas, con filos curvos y afilados que parecían desafiar la propia luz. Los mangos, envueltos en un material que ofrecía un agarre perfecto, estaban diseñados para una eficiencia mortal. Nena sonrió con ironía, pues, si alguien quería darle un susto, definitivamente había elegido a la persona equivocada.

^^^La presencia en la habitación, aunque invisible, emanaba una energía imponente, como una fuerza de la naturaleza contenida en un espacio demasiado pequeño. Nena, sin apartar la vista del reflejo en el espejo, sostuvo firmemente su arma, lista para enfrentar lo que fuera que se atreviera a invadir su santuario. El enfrentamiento prometía ser todo menos aburrido, y Nena, lejos de amedrentarse, sintió cómo la adrenalina comenzaba a correr por sus venas.^^^

Nena estaba decidida a enfrentar a esa cosa que la estaba acosando en su propia casa. Con su arma en mano, se dirigió a la cocina, lista para enfrentarse a lo que fuera que se atreviera a perturbar su tranquilidad. En la penumbra, notó dos ojos brillantes observándola desde la oscuridad.

..."Ahí estás", susurró para sí misma, llena de una determinación fría y calculada....

Sin embargo, justo cuando estaba a punto de enfrentarse al individuo, se quedó impactada. La figura que emergió de las sombras no era un desconocido. Era un rostro familiar, aunque transformado de una manera que le causó una punzada de tristeza y horror. Se trataba de su prima hermana, una mujer con la que no había hablado en años. Pero ahora, su prima estaba casi irreconocible.

^^^La figura de la mujer se perfilaba bajo la tenue luz que se filtraba desde la calle. Su piel tenía un tono pálido, casi mortecino, y sus ojos, aún brillantes en la oscuridad, reflejaban una tristeza profunda. Lo más perturbador era su boca, deformada en una mueca que revelaba unos dientes afilados y desproporcionados, como si su rostro hubiera sido desgarrado y vuelto a coser de manera grotesca.^^^

..."Prima... ¿Qué te ha pasado?", preguntó Nena, con una mezcla de horror y compasión en su voz....

La mujer de aspecto siniestro pero triste, dejó escapar un suspiro que parecía rasgar el silencio. "Nena... fui una tonta al pensar que podría escapar de su sombra", dijo, su voz apenas un susurro.

^^^"Fue él. Está vengándose, dañando a la nuestra familia, para hacerte daño a ti, su ex amante. ^^^

Nena apretó los dientes, tratando de asimilar la revelación. "¿Él ? ¿Es él quien te hizo esto?" La incredulidad y el horror se mezclaban en sus palabras.

"Sí", respondió su prima. "Después de que terminaron y tú te mudaste, más nunca lo superó. Años más tarde empezó a atacarnos, a todos los que alguna vez fuimos seres preciados para él. Yo... fui una de sus primeras víctimas."

..."Maldito cobarde", murmuró Nena entre dientes. "Escondiéndose detrás de las sombras y atacando a los inocentes. ¿Cómo pudiste permitir esto?"...

Su prima bajó la mirada. "No lo permití, Nena. Él es... imparable. Y tú, ahora estás en su lista. Ten cuidado."

^^^La tensión en el aire se podía cortar con un cuchillo. Nena sabía que no podía dejar que este monstruo siguiera haciendo daño.^^^

^^^ "Prima, te sacaré de aquí. No dejaré que te haga más daño. Y luego, haré que pague por todo esto."^^^

...La mujer levantó la mirada, con una chispa de esperanza en sus ojos. "Gracias, Nena. Eres más fuerte de lo que yo nunca fui. Pero ten cuidado. Él no tiene límites."...

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