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Stalker

Stalker

Status: En proceso
Genre:Escena del crimen / Casos sin resolver
Popularitas:3.9k
Nilai: 5
nombre de autor: Sr. Corbatas

¿Qué sentirías al mirar los ojos de un asesino? Vacíos, fríos, sin alma. ¿Qué harías al tenerle frente a tí? ¿Huirías? ¿Esperarías la muerte? ¿Le enfrentarías?

Entonces...

¿Qué sentirías al tener al asesino tras de tí?

Esta es la historia de Levi.

NovelToon tiene autorización de Sr. Corbatas para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

12.

...Piensas que porque el metal caliente quema, ¿El frío es menos peligroso?...

La chica en el asiento trasero se durmió, a lo lejos veía una ciudad, o al menos las luces de una. Estaba cerca de poder surtir gasolina al menos. Ya el medidor del auto me decía que era momento, y menos mal. Llevábamos horas en carretera.

Volteé a mirarla y parecía tener frío, así que encendí la calefacción del coche.

...Aguanta un poco más... Pronto estaremos a salvo....

12:46 A.M

Crow me miró, sosteniendo su arma directo entre mis cejas, donde yo mismo la había colocado.

Su mirada no era igual a la de Erica. Este hombre no me resultaba tan amenazante o desalmado. Había algo más, era la naturaleza cruda en su vista la que me hacía percibir algo de su humanidad.

Luego de mirarme unos momentos, bajó el arma y la puso sobre el escritorio.

— Muy valiente, Levi.

— Últimamente más que de costumbre.

— ¿Qué hacías en la discoteca esa noche?

— Lo mismo que todos.

— Fuiste el único que saltó la cerca.

¿El único? Nuevamente sin rastro de Erica.

— Me escabullí a ese lugar, el hombre de seguridad me descubrió y me persiguió, por eso salté — Mentí.

Bien, ahí estaba yo de nuevo, protegiendo a Erica. No era por gusto, pero no podía confiar en Crow. Ni en nadie.

Pensándolo bien, creo que tuve que haber dejado hablar a Erica en Biscuit.

Crow me miró y encendió otro cigarrillo, se le veía notablemente frustrado.

— Desde que existe Albatros hace 14 años, nunca me había topado con un caso como este.

— No eres un investigador privado.

— No.

— Te contrataron para matar al asesino.

— Sí.

— ¿Entonces por qué no me disparaste?

— Porque no eres un asesino.

— ¿Cómo lo sabes?

Se acercó a mí, poniendo las manos sobre el escritorio.

— Porque matar personas me da para comer. Sé reconocer cuando alguien ha matado antes, y tú no lo has hecho.

— No vine aquí a que me apuntaras, buscando matarme.

Crow quitó el seguro del arma, me apuntó y jaló del disparador.

Cerré los ojos en reflejo.

Estaba vacía. Me sobresalté por un momento, ni siquiera lo ví levantar el arma, fué un pestañeo, ni siquiera se inmutó. El arma no tenía balas. Ya me estaban empezando a acabar la paciencia con eso.

— No te llamé aquí para matarte.

Suspiré.

— Llegué aquí para ir a la universidad — Empecé a hablar — Y sólo me han ocurrido cosas extrañas y fuera de lo normal. No necesito a un sicario tras de mí ahora.

— Mi cliente murió hace casi dos semanas. Aún no hay rastro de él. Su familia contactó conmigo luego de su muerte para continuar el trabajo, pero el asesino es prácticamente perfecto. Cuando supe que habías llamado a la policía, pensé que podías darme algo de información.

¿Se refería al hombre del callejón?

— Nada que no le haya dicho ya a la policía. Había una silueta en un callejón, una persona mató a otra, le disparó. Pero luego al volver, no había nada allí. Ni siquiera un rastro de nada. Ya ni siquiera estoy tan seguro de qué ví o no.

— No te preocupes, Levi. Sé bien que no estás loco. Llevo meses tras un fantasma. Aunque algo me dice que no es un único fantasma.

— ¿Qué...?

— Hay cosas que ocurrieron en un lapso de tiempo irreal, quizás sean eventos aislados, pero más que eso, siento que podría haber una asociación aquí.

— Como... ¿Crimen organizado?

— No es como una caza de magnates. No creo que sea por dinero, ni nada que haya visto antes. Esto no parece perseguir un ideal concreto. Pero son sólo conjeturas.

— Pues lamento no poder ayudar.

— Sí — Dejo salir el humo de su boca — Escucha, ten esto — Extendió hacia mí una tarjeta de presentación con un número — Es mi tarjeta personal. Si llegas a saber algo, o necesitas algo, contáctame, ya sabes, por las molestias. No sé por qué, pero tengo el presentimiento de que nos volveremos a ver.

— Espero que no.

— Espero lo mismo.

Estreché la mano de aquel hombre quien, como si nada hubiera pasado, me sonrió y se despidió de mí.

Salí hacia el pasillo y en el despacho, la mujer recepcionista me miró. Sus ojos azules eran penetrantes.

— Hasta luego, señor Levi, esperamos tenerlo pronto nuevamente en Albatros.

Albatros... ¿Por qué le habían puesto ese nombre a un sitio donde se buscan y matan personas? Cada vez me encontraba con gente más y más loca.

— Hasta luego, señorita...

— Gianni.

— Gianni, está bien. Tenías razón, quizás vine a buscar una solución que esta situación no merece.

— Serías el primero en tomar mi consejo.

— Espero no ser el último.

1:22 A.M

Dios, sí que era tarde. Salí a la calle y estaba diluviando. Tenía que volver a casa, pero no conocía nada de este sitio, ni siquiera había tráfico, me paré en medio de la calle y a penas habían algunos carros estacionados entre las columnas de grandes y desgastados edificios.

Recordé que el taxi me había advertido de esto. Ahora estaba sólo y varado en el borde de la ciudad sin saber cómo regresar.

Esperé un rato y no pasó nada. Las personas que caminaban por la acera parecían robots, inertes, ni siquiera subían la mirada. Todos ocupados en lo que sea que hiciera alguien a esa hora.

El despacho de Crow cerró y yo seguía ahí fuera.

1:47 A.M

— Oye Levi — Era la voz de Crow

— Sí, oye, ¿Qué no hay taxis aquí?

— No amigo — Dijo Crow mientras se ponía la chaqueta y abría un paraguas. Pero conozco a alguien que puede llevarte más al centro de la ciudad. ¿Verdad Gianni?

La mujer del despacho me miró. Ahora lucía diferente, llevaba chaqueta, como de cuero, y botas.

— Ah, claro, ¿por qué no?

— Bien — Dijo Crow — Ya te conseguí el aventón. Que te vaya bien amigo — Dijo mientras retorcía su bigote y encendía un cigarrillo.

Agradecí y acompañé a Gianni mientras Crow nos miró irnos desde la mitad de la calle. Era una vista algo lúgubre, ese hombre de chaqueta y traje bajo el paraguas, entre las columnas enormes de edificios, en medio de la lluvia.

No sé qué diablos hacía yo ahí.

Doblamos una esquina y había una moto estacionada, era de Gianni.

— Bien, te toca sostenerte fuerte.

— Está bien, de nuevo, muchas gracias.

— Ni lo menciones.

Subí a la moto y Gianni me dió un casco. Era una moto muy bonita, claro, supongo que el cargo de secretaria de sicario es muy bien pagado.

Arrancó, y en cada cambio, la moto me empujaba hacia atrás de la fuerza que tenía, haciéndome abrazar a Gianni.

— ¡Te lo advertí Levi! — Dijo sonriendo, bajó el lente del casco y aceleró aún más.

Bajé también el lente del casco y la abracé fuerte.

La moto ondeaba entre la lluvia a toda velocidad. Cada vez hubo más y más presencia de autos, que Gianni evadía sin bajar la velocidad.

Al fin volvimos a un sitio que me resultó más conocido. En un semáforo Gianni se detuvo. Mi corazón estaba acelerado.

— ¿A dónde vas, Levi?

— Calle Esi — Dije recuperando el aliento.

— Bien, estamos cerca.

Me picó la curiosidad mientras el semáforo volvía a cambiar a verde.

— Gianni, ¿Cómo terminaste trabajando para Crow?

— Crow no es el único asesor de Albatros.

Tragué saliva al pensar en cuántas personas trabajaban allí. ¿Todos eran asesinos? ¿Todos trabajaban despojando las vidas ajenas?

— Entonces tú... — Me detuvo.

— Hace algunos años tuve un par de problemas, y en Albatros me ayudaron, ahora trabajo para ellos.

— Entiendo.

Antes de poder decir alguna otra cosa, Gianni arrancó nuevamente, a toda velocidad, haciéndome abrazarme fuerte de su abdomen.

Luego de unos minutos estaba de vuelta en la calle donde estaba la residencia.

— Bien, aquí estarás más cerca, ¿No?

— Sí, gracias.

Bajé de la moto y me quité el casco. Sentí como mis piernas temblaban.

2:12 A.M

Le devolví el casco a Gianni y esta se detuvo un momento, me veía a través del lente del casco.

— ¿Ocurre algo? — Pregunté.

— Me recuerdas a alguien — Dijo sin mostrar su cara.

— Yo no creo haberte visto antes — Reí jadeando.

— Te diré algo Levi — Su tono se tornó serio — Pareces buena persona, lo digo en serio. Ya que tomaste mi primer consejo, toma el segundo: No te metas más profundo en nada de esto, antes de que te arrepientas de lo que puedas encontrar.

Sin más aceleró y ví la luz trasera de su moto perdiéndose al final de la calle.

1
Ana Laura
/Scare/OMG
Ana Laura
siento que ella me va a caer bien
Ana Laura
ya valió el Levi
Milagros Seijas
¿Cuando seguirás subiendo más capitulos?
Ana Peña
me gusta
Ashley R
Muero por seguir leyendo esta historia.
Sr. Corbatas: ¡Muchas gracias por leer!
total 1 replies
Ashley R
Mi piel se erizo, nunca había leído algo así. 😦
Ashley R
es muy interesante 😯
Ana Laura: que intenso/Ok/
total 1 replies
ZoreKmm
y que pasó con la maniática?
Krisnay
Ojalá tener un perrito como Reno/Whimper/
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