Doctora O

Esta mañana llega desde Miami la orquesta sinfónica nacional de Corea, todos los integrantes son llevados al hotel donde tienen su reserva. Hay mucho movimiento en el aeropuerto, la orquesta esta compuerta por 87 músicos con sus maletas e instrumentos, eso implica un gran despliegue logístico. Cuando la orquesta llega al hotel, son atendidos de inmediato, pero una integrante tiene una visita, la señora Kim So Hye está siendo visitada por su hijo.

- ¡Hijo mío! - corre para abrazarlo – cuanto tiempo sin verte.

- Mamá - abraza con fuerza a su mamá.

- ¿Como estas, hijo?

- Estoy bien, solo vine para estar seguro de que tu viaje ha culminado con bien.

- Como ves, tu madre está viva y entera.

- Iré esta noche a verte en compañía de una persona.

- Te refieres a la doctora esa.

- Mamá, ella significa mucho para mí.

- No me gusta una extranjera en casa.

- Tuve una ¿Y?

- Bueno, fue una mala experiencia.

- Audrey es diferente. Tienes que conocerla.

- Haré un esfuerzo, pero no te garantizo nada.

- Ella vendrá a quedarse en Corea.

- ¿Acaso piensas casarte con esa?

- La estoy conquistando.

- Bueno, si tanto te da felicidad estar cerca de ella, no me queda de otra.

- Notarás la diferencia.

- Hijo, te vi tan deprimido por la traición, ella no conoce nuestra cultura, ¿Si no se adapta? ¿Lo has pensado?

- Ella está aprendiendo, por ejemplo, sabe usar palillos a la hora de comer.

- Parece que se está esforzando, pero mi preocupación es que no se adapte a nuestra cultura.

- Con paciencia y cariño todo se puede, mamá.

- Si vendrá esta noche, puedes presentármela después de la función, total, nada se pierde con intentar una conversación.

-Te quiero mamá. - le da un abrazo.

Mamá sonríe, pero teme que su hijo sufra otra decepción. Esta noche intentará entablar una conversación con aquella muchacha, que su hijo tanto quiere conquistar y llevar a casa. El viaje desde Miami la tiene algo agotada, ni bien terminó el concierto, cenaron, a la mañana siguiente era todo de empacar. Ver a su hijo era una alegría inmensa, pecado que la conversación estuvo algo tensa por el actual estado sentimental de su hijo.

El reloj da la hora, los músicos se están preparando para el concierto, están arreglando sus puestos, los atriles, las partituras, se prueban las luces, y los espectadores están en las afueras presentando sus boletos para iniciar la entrada al teatro.

Hyun Joong está a pocos pasos con su compañera en la entrada cuando suena el celular.

- Un momento, es mi mamá.

Le aleja un poco para contestar.

- Hijo algo terrible pasó, el director se ha desmayado, ¿lo puedes auxiliar?

- Estoy a punto de presentar mi boleto junto con mi novia, espérame unos segundos.

- Está bien.

- Intenten reanimarlo hasta que llegue, mi novia lo atenderá si no vuelve.

- ¿Qué vamos a hacer?

- Soy el primer violín, puedo reemplazarlo si quieres. No es la primera vez que hago conciertos

- ¿Podrás hijo?

- Tranquila, estoy presentando mi boleto.

Hyun Joong presenta su boleto junto a Audrey y le explica la emergencia y juntos van a prestar su servicio, llegan rápido, al camerino. Ambos trabajan y hacen todo lo que pueden, pero el reloj avanza y nada, parece que todo esfuerzo es en vano. Audrey lo intenta una vez más y el director de la orquesta abre los ojos, pero necesita ayuda que sólo un hospital puede dar. Hyun Joong llama a emergencia y es atendido por la puerta trasera del teatro para no llamar la atención de los espectadores.

Hyun pisa el escenario, saluda a su público como lo indica el reglamento y se da inicio al concierto. Para Audrey es un descubrimiento saber que el doctor no sólo es bueno en peleas, sino que dirige a la orquesta sinfónica. Para ella, ese doctor es una caja misteriosa.

El concierto fue un éxito, los ramos de flores no dejan de llegar en manos del director suplente. Cuando los espectadores se fueron, Hyun le obsequia el ramo más bonito a Audrey, la señora Kim estaba muy atenta a la parejita, la muchacha le parece indiferente, nota muchas diferencias a comparación con la otra. Ella toma la iniciativa de entablar una conversación en su mejor inglés que puede.

- Señorita, si me permite soy Kim So Hye, la madre de Hyun Joong. Un gusto conocerla.

- Señora, buenas noches, soy Audrey Walls. Un placer para mí conocerla.

- Lamento tanto que mi hijo te dejó sola por la emergencia.

- No se preocupe, son cosas que pasan.

- Mi hijo nos habló de ti en varias ocasiones.

Ellas empiezan a tener una conversación amena, y eso le gusta a Hyun Joong que su “nueva conquista” sea aceptada por la familia, en especial por su madre. Mientras continúan conversando como dos viejas amigas, Hyun Joong hace una reserva de una mesa de tres, sólo eso.

En el camino al restaurante, Hyun manejaba, pero no podía hacer callar a su madre, parecía cronista de futbol, al parecer le hace falta tener una persona con quien tratar.

- Mamá ya llegamos – y nada, levanta la voz - mamá, ya llegamos. - es inútil no hay como cortar la conversación.

Lo único que se le pasó en mente fue bajarse del auto, abrir la puerta trasera donde está su madre y decirle a voz alta que en el restaurante las esperan. Recién en ese momento la señora baja del auto algo disgustada por la interrupción de la conversación.