Por Amor... O Por Dinero

Capítulo 12

Empieza la tortura

No puedo creer el descaro de esa mujer, Brenda. Es decir que no debería de importarme, ya que no está pasando absolutamente nada entre mi jefe y yo, pero ver todo ese atrevimiento de parte de una mujer recién casada me parece un abuso total. ¿Cómo me sentiría si de verdad fuese la novia de Steven? Ahorita mismo estaríamos teniendo problemas por culpa de su cinismo.

Rápidamente envuelvo el cuello de mi jefe en mis brazos, lo acerco a mi dándole un cálido abrazo y este comienza a sonreír, me pregunta que sucede y su respiración cerca de mi cuello hace que me den muchas cosquillas y río a carcajadas casi a propósito, lo que hace que esa mujer y su esposo volteen a mirarnos

El hombre parece sonreír un poco pero ella, ella pone su mejor cara de bruja amargada y eso me causa mucha satisfacción

—Parece que ya comienzo a descubrir tus puntos débiles —me dice mi jefe, sonríe y me mira con ternura— Eso me resulta interesante

—Pues no se acostumbre tanto —sonrío también— Mira, la vieja chismosa nos está mirando y alzó su bebida hacia nosotros —la saludamos agitando nuestras manos— Parece que no necesitaremos esforzarnos tanto para cumplir nuestros propósitos

Le digo y él se acerca a besarme, la verdad creo que está siendo muy exagerado con todo esto. ¿Será que está comenzando a sentir algo por mí?

No, no, no (sacude la cabeza tratando de sacarse esos pensamientos extraños)

—Así es, Ven Mariela. Vamos a saludar a un viejo cliente. Él trabaja para la empresa de Richard James. En el pasado lo perdió todo y gracias a Hambada recuperó el 80% de su dinero. Es fiel a nuestra firma

—Pero miren a quien tengo aquí. El gran Steven Collins, que bueno verte hombre —Saluda sonriente y lo abraza— ¿Y esta hermosa dama?

—Mucho gusto, Soy Mariela Smith.

—Ella es una colega de Hambada y... Ahora mi novia

Responde Steven y este sujeto lo mira con sorpresa

—Pero vaya que eres rápido, le lanzaste la red a la más bonita del edificio y cayó

—Así es. No podía dejar pasar la oportunidad, ella es demasiado bella como para atreverse a pensarlo tanto

—Bella, inteligente. Una abogada exitosa. Te ganaste el premio mayor —le dice a Steven mientras que me mira fijamente, cosa que a Stev no le agrada— será ella quien me represente en mis negocios. Te voy a necesitar muy pronto Collins. Oí que James está interesado en comprar el edificio de Hambada. ¿Qué sabes de eso?

—Apenas Oí un par de amenazas, pero no lo había considerado en serio. Comprendo que lo subestimé

—Siempre puedes hacer tu propia firma, una que no dependa de una cooperación. Schneider es un viejo justo, pero todos solemos llevarnos de la avaricia en algún momento, así que ahora soy yo el que te sugiere que vayas pensando en abrirte caminos nuevos. Nunca es tarde para empezar, recuerdo cuando me lo dijiste en tu oficina. Creo que Schneider está en este barco, oí un par de rumores. Investiga y acércate a él cuanto antes.

—Gracias, lo consideraré. Ahora vamos a arreglarnos, Ricci, ya que el barco levantó anclas. Tenemos una cita con los recién casados

—Suerte con eso. Y piensa en lo que te dije

Apenas nos alejamos, tomé la mano de Stev... Veo en su mirada que algo no está bien dentro de él, creo que quedó preocupado por esta conversación, yo también lo estoy, ya que esto significa que hay una posibilidad de quedar desempleada en un mal momento y no solo yo... Son más de cien personas las que trabajan para esta firma y que ahora su futuro laboral está pendiendo de un hilo también

Pasamos al camarote y quedé encantada, es amplio y hermoso. Con vista al mar, se ve todo maravilloso

—Que no te baje el ánimo lo que acabas de escuchar —me dice Steven— debemos seguir con nuestros planes, ya tendremos tiempo de prestarle atención a todas esas cosas, ¿De acuerdo? Ahora lo haremos de esta forma, Yo me voy a dar un baño mientras tú te quedas aquí en la habitación, luego apenas salga a vestirme tú entras al baño, y mientras te cambias saldré un momento para darte tu espacio, luego vendré a buscarte para salir juntos un rato. ¿Te parece?

—Si, perfecto. Muchas gracias Stev

Pasado un rato ya me estaba terminando de arreglar. Steven me dijo que me pusiera hermosa para ir a ver a la feliz pareja. Pero creo que me excedí, quedé muy bella, sin dudas todos van a hablar del buen gusto que tiene Steven

En un momento ese hombre pasa al camarote, mientras yo me estaba terminando de colocar mis aretes. Él quedó boquiabierto al verme vestida así

—Woow Mariela... Pero que hermosa estás, hoy voy a ser la envidia de todos los hombres de este lugar

—Gracias jefe. Estás haciendo que me sonroje

Salimos a cubierta y saludamos a algunas de las parejas que se encontraban a nuestro alrededor, sin dudas la mayoría de los hombres quedaban encantados conmigo y esto mantenía a Steven muy feliz, sabía que todos estarían hablando de nosotros más tarde, lo que alimentaría nuestro plan

En una de esas, vemos que se nos acercan Brenda y Richard

—Hola de nuevo, pero si aquí están —comenta el hombre y nosotros saludamos de nuevo sonrientes—

—Así es. Aquí estamos. Apreciando esta hermosa vista y disfrutando de la puesta de sol

—Pero si estás muy linda, Mariela. Empiezo a tenerle fe a tu gusto por la moda. Definitivamente el glamour no tiene precio —dice Brenda—

—Así es, gracias. Tú también estás muy linda Brenda —respondo tranquila—.

Quizás sea que estoy exagerando y estoy juzgado mal a esta mujer. Me parece que debería al menos darle una oportunidad, tal vez no seremos las mejores amigas, pero si podríamos llevar una buena relación estos días.

—¿Qué les parece si tú y Brenda van a apartar una mesa en la proa y nosotros dos vamos por unas bebidas? —pregunta Stev con una sonrisa amplia—

—Me parece muy buena idea, la verdad. Para mi un Ginger ale, Por favor

—Que sean dos entonces —responde Brenda con una gran sonrisa en su rostro—.

Caminamos hasta el área de las mesas sin pronunciar una sola palabra, al llegar soy yo quien termina con este silencio incómodo

—Me ha dicho Steven que eres una abogada exitosa, que gusto toparme con una buena colega, ¿a que área de derechos te dedicas?

Pregunto y se me borra la sonrisa del rostro al escuchar la forma en la que Brenda responde

—Mira, Mariela, Ya podemos dejarnos de farsas, ¿Sí?

La expresión de asombro se apodera de mi rostro

—¿A que te refieres con eso? —pregunto confundida

—Toda esta estupidez de que somos amables la una con la otra, solo me interesa mantener esa fachada delante de Richard, pero ahora estamos solas y quiero decirte que no me interesa llevarme bien con una mujer como tú

—Como quieras, yo si esperaba que pudiésemos llevarnos bien, debido a que no quisiera hacer de este viaje algo incómodo para Steven

—Pues eso no va a pasar, así que te sugiero que te limites. Tú no estás a mi altura, a leguas se te ve la clase de niña pobre que no se de donde Steven te sacó

—¿Entonces porque nos has invitado? ¿Por qué tener cerca a una persona que odias?

—¿De verdad crees que lo hice por ti? Pobre insulsa. Lo hice porque quería tener a Steven cerca. Quiero recuperar a mi hombre

Escuchar todas estas palabras me crea un shock, no puedo creer lo sádica que es esta mujer

—Pero... Si acabas de casarte con otro hombre

—Si y eso fue un verdadero error —veo como la tristeza se apodera de todas sus facciones—. Pero eso no va a impedir que Steven vuelva a mi lado así que te sugiero que no sigas enamorándote porque ese hombre nunca ha dejado de pertenecerme

—Me parece grotesco escucharlo de la persona que decidió romper la relación, ¿por qué fuiste tú quien rompió con él, no es así?

—Si, y ese fue el peor error que cometí, pero eso de verdad que no me preocupa en absoluto, ya que siempre obtengo lo que quiero. Podré mantenerlos a mi lado a los dos. Solo una persona está sobrando aquí y esa eres tú.

Cada palabra que sale de su boca no dice más de lo que me puedo imaginar, esta mujer es una víbora y así Steven en realidad no sea mi novio, no voy a dejar que caiga en la trampa de esta arpía.

—Woow... Eso fue muy arrogante. Pero no estoy interesada en dejar a Steven a manos de una mujer que solo quiere mantenerlo a su lado por capricho

—Llámalo arrogancia, capricho o como quieras. Pero conozco los truquitos que me ayudarán a conseguir mis propósitos, Tan solo me pareció cortés avisarte respecto a que pienso recuperar su amor. Tú verás si entras en razón y te alejas... O terminas imaginándote como le hago el amor antes de enviarlo contigo a casa —se burla con mucho descaro—

Esta mujer es de armas tomar, ahora mismo me estoy dando cuenta de que no puedo bajar la guardia con ella, así como también se que debo advertirle a Stev respecto a sus planes. Odiaría verlo sufrir por una mala mujer como esta. El es una buena persona y merece tener a su lado a una mujer buena