MATRIMONIO ARREGLADO.

'Diana'

Aun no podía comprender si era molestia o tristeza lo que sentía después de escuchar a aquella mujer decir que ella y Sam se habían acostado.

No quería pensar que así fuera pero.. en su estado, creo que era capaz de hacer cualquier cosa. Quizás y se embriago luego de que tuvieron sexo o tal ves cuando lo estaban haciendo o.. no lo se.

Sacudí mi cabeza tratando de borrar esos pensamientos y suspire al recordar que en solo unas dos horas mi cabeza iba a estar llena de preguntas hechas por hombres que desconocía.

Luego de media hora sentada en aquella silla, escuche dos golpes en la puerta por lo que di el pase y vi a mi arreglado esposo atravesar el umbral mientras me ve con seriedad.

- ¿Que desea? - pregunté con toda mi dignidad arriba.

- ¿Que sentiste? - refutó él mientras seguía caminando en mi dirección.

- No comprendo tu pregunta.- respondí mientras me ponía de pie y rodeaba el escritorio tratando de escapar de su cercanía.

- Con respecto a lo que sucedió anoche, ¿que fue lo que sentiste?- Volvió a preguntar. ¿Acaso estaba tomándome el pelo*?* - ¿Estabas triste? ¿o celosa? - *Diablos, si, si lo estaba pero no se lo haría saber. Él se aprovechará de cada sentimiento que tenga para jugar conmigo, para cumplir su maldito cometido*. - *Respondeme Diana, porque si no lo haces me lo tomaré como un si.

- Tómalo como quieras, tengo que seguir con mi trabajo y la verdad tus asuntos personales no tienen que ver conmigo*.- respondí. La verdad es que no se en que momento paso, pero él se encontraba enfrente de mi, apricionandome con ambos brazos a mis lados mientras mi trasero se pegaba a el escritorio. - ¿*Que haces?

- Shh*..- dijo colocando un dedo en mi boca.- Solo escucha. - No entendí de lo que hablaba hasta que lo veo sacar su móvil y presionar algo en su pantalla para luego dejarlo sobre el escritorio.

Era una grabación.

......Grabación:......

- Pero que idiota, quien pensaría que algún día terminaría negándose a mi.- Habló una mujer cuya vos me era familiar, pero aun así.. me costaba saber de donde.

- Ya Mía, deberías de llevártelo o su esposa puede venir por él. - *comentó un muchacho mientras yo me sorprendía. *Ella lo despreciaba*.*

- ¿Su esposa? - preguntó ella con ironía. - Ni siquiera le importa, luego de que me hicieras ese favor para que se odiaran mutuamente, este imbecil a querido reconquistarla fracasando en todo momento. - contó riendo más sin embargo no comprendía de lo que hablaban.

- Mía, casi pierdo mi amistad con Sam por este estúpido capricho tuyo de querer tenerlo nuevamente, esa noche salió desesperado detrás de ella para poder explicarle y volvió con la mujer prácticamente inconsciente en sus brazos, estaba destruido.- comentó y recordé aquella noche de nuestra fiesta, él era quien dijo de la apuesta.

- Ho vamos, ¿ahora te importa tu estúpida amistad con Sam? porque te recuerdo que cuando él y yo salíamos, a ti no te molesto acostarte conmigo.- comentó y voltee mi mirada a Sam, ella lo había estado engañando con su amigo.- *Pero ya que.. dejemos el asunto y pongamos manos a la obra.

- ¿Que harás con él?

- ¿Tu que crees? - la escuche decir mientras me la imaginaba sonriendo.- Esta claro que lo llevaré a su casa, pese a que la estúpida mujer con la que se caso no lo aya perdonado.. este imbecil es muy insistente y lograra ganarse su perdón, por ello me inventaré algo, quizás.. que me he acostado con él.

- ¿Y porque inventarlo? mueres de ganas por tenerlo en tu cama otra ves.

- No seas imbecil, bien sabes que jamás fue un hombre que me supiera dar placer, tenía que fingir a cada momento solo para que se sintiera bien y resultaba ser frustrante*. - contestó ella.

...Fin de la grabación....

No creo que allí allá terminado pero al parecer a Sam le basto que escuchara todo eso.

- Como sabrás, lo que ella te dijo fueron mentiras.- *dijo viéndome y de***s***vie mi mirada*.

- ¿Que importa si era verdad o no? - respondí desinteresada pero la verdad es que me aliviaba saber que no pasó nada entre ellos, que fue todo un invento de esa mujer.

Lo oigo suspirar y giró a verlo notando como aleja sus manos de el escritorio permitiéndome mover.

- Si Diana, no voy a mentirte.- Habló mientras yo volvía a mi lugar de trabajo. - Hubo una apuesta..- eso dolió.- Pero fue antes de si quiera conocerte, de si quiera saber quien eras o como eras.- Agregó pero aun así eso no cambió nada. - Me arrepentí de ello cuando te vi por primera ves, cuando sentí que mi corazón se salía de mi pecho al apreciar a la hermosa y delicada mujer que tenia frente a mi, una mujer capaz de salir a delante sin importar nada y sin necesitar de nadie.- añadió. - Me he enamorado de ti y por ello me reuní con mis amigos para dejarles claro que no abría ninguna apuesta porque estaba completamente enamorado de ti pero.. creí que sus comentarios en nuestra fiesta fueron inocentes, aunque ahora me doy cuenta de que no era así, él tenía todo planeado junto a esa bruja y.. lo siento, se que no es una buena forma de pedir disculpas pero siempre creí que la verdad es ante todo.- Finalizó y lo veo caminar a la puerta, cuando estaba a punto de hablar el se desplomó en el piso por lo que apresurada corrí a él.

- ¿¡Sam!? - Dije palmenado su rostro sintiendo como esta quemaba al solo hecho de tocarlo.- ¡Dios mio, Sam! - volví a decir para recostarlo nuevamente en el piso y salir apresurada por ayuda.

Los guardias me ayudaron a bajarlo hasta la salida, una ves lo monte en el carro volví rápidamente para informarle a la secretaria de que avisara que la reunión se pospondria por una emergencia y salí nuevamente sin darle oportunidad de responder, me monte en el carro y le pedí a el chófer que nos llevara a un hospital.

Al llegar, rápidamente las enfermeras lo recibieron y avisaron a el doctor sobre el estado de Sam para luego dejarme en la sala de espera muy preocupada.

Rogaba porque este bien, no quería que algo malo le pasara, una cosa era estar molesta con él y otra muy distinta era desearle el mal.

Di unas cuantas vueltas hasta que vi a una de las enfermeras salir.

- ¿Familiares del paciente Evans?

- Soy su esposa.- Dije mientras me acercaba de prisa.- ¿Como esta él?

- Señora Evans, su esposo tuvo casi 40 grados de fiebre y aun desconocemos el motivo, le realizaremos unos estudios y luego le informaremos, por el momento este tranquila, el doctor ya está revisando lo.- asentí a sus palabras para verla ingresar de nuevo a la sala de emergencias.

Suspire y decidí tomar asiento, dudaba si llamar o no a mi padrino ya que se ha tomado unas merecidas vacaciones y informarle de esto seria interrumpir con ellas.

..

Media hora ha pasado y caminaba de un lado a otro pensando en si llamar o no, me sentía mal dejar fuera de esto a mi padrino pero me preocupaba que su salud empeore.

Suspiré y tome el valor para marcar pero entonces veo a el doctor salir con unos papeles en sus manos.

- Doctor..- Dije acercándome deprisa.- ¿Como esta mi esposo?

- Señora Evans, su esposo sufrió una intoxicación debido a la cantidad de medicamentos recibidos. ¿Sabe usted como pudo ingerir tanto? - preguntó y me lo pensé un momento. Hoy en la mañana antes de irme le di una pastilla para el dolor de cabeza pero.. solo fue una.

- No lo se doctor, esta mañana estaba con dolor de cabeza y le di una aspirina pero solo fue una.- respondí y él negó.

- No han pasado 24hs por lo que eso quiere decir que el medicamento aún no se difumino del todo.- comentó y lo vi con confusión. - Su esposo ha consumido píldoras para dormir en la noche, por ello le pregunto.. ¿Sabe usted si el usa muchas usualmente para dormir?

*Sam no usa pastillas para dormir o eso creo.*