El Es Mi Hijo

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Ivyn se marchó del ático dejando a Joseph y al Duque solos en el lugar, estos se quedaron mirando la entrada dando un suspiro al quedar solos los dos.

-Papá por favor… no regañes a Ivyn, yo la eh traído hasta acá no fue su culpa.

-No te preocupes Joseph me ha gustado mucho escuchar tocar el piano a esa muchacha, nunca hubiera pensado que una de mis mucamas tuviera ese talento, lo estoy pensando y tal vez sea hora de que tu también comiences a aprender música si es que te gusta .

Dijo el duque provocando una mirada de pánico en Joseph, este sabía que su madre detestaba la música y no lo dejaba aprender por lo que su nerviosismo crecía al imaginarse que su madre se molestaría con él.

-Papá pero mi madre podría…

-Yo contratare una tutora de música para ti así que no te preocupes hijo, bueno ahora debo volver a trabajar así que tú ve con tu institutriz que no quiero que te atrases en tus clases.

Dijo el padre de Joseph despidiéndose y volviendo a su estudio.Al día siguiente Ivyn se levantó temprano ya que era su único día libre a la semana, y se dirigió de inmediato a la mansión de un comerciante en la ciudad quien le pagaría por darle clases a uno de sus hijos menor, Ivyn había comenzado a hacer clases de matemáticas y música a algunas familias quienes le pagaban alrededor de veinticinco monedas de oro solo por un día de tutoría en cada casa, Ivyn ya estaba formando sus ahorros para poder comenzar con su vida en ese mundo.

Al volver a la mansión lo primero que hizo fue preguntarle a Carolina lo que había sucedido durante el día ya que esta estaba preocupada de Joseph.

-Nada, ha estado todo como siempre aunque la jefa de las mucamas te estuvo buscando temprano, dejo dicho que te avisaremos que mañana debes presentarte ante ella.

-Qué raro ¿Qué querrá la jefa de mí?Bueno no importa y… ¿hubo muchos problemas hoy con el joven amo?

Pregunto Ivyn preocupada.

-Eh… la verdad la verdad no lo sé, por lo visto hoy la duquesa no se encontró con el señorito así que no creo que hubieran muchos problemas.

Respondió Carolina mientras jugueteaba con el lóbulo de su oreja sonriendo coquetamente.Al terminar de hablar, ambas se fueron a sus habitaciones a descansar para comenzar al día siguiente temprano su día laboral.

-Levántate jovencita.

-¿Eh qué?

-Arriba ponte esto y ven conmigo ahora, ¡apúrate!

Grito la jefa de las mucamas molesta por la tardanza de Ivyn, al terminar de arreglarse Ivyn noto que su ropa era muy diferente a la ropa usaba normalmente por lo que trato de preguntarle a la jefa pero esta no le contesto, hasta que después de unos minutos caminando por los pasillos de la mansión se encontraron con la puerta del estudio del frente a ellas, la jefa de las mucamas abrió la puerta e Ivyn entro detrás de esta, al entrar vio al duque sentado tras su escritorio revisando algunos papeles, fue entonces que al pararse frente a él, este levanto su mirada y la observo directamente a ella ignorando por completo a la jefa de las mucamas.

-Señorita Ivyn.

Dijo el duque mientras la miraba y sus labios se curvaban en una atractiva sonrisa.

-Señor eh traído a la mucama Ivyn tal como ordeno su excelencia.