Ella solo quiere terminar sus estudios y cubrir todas las deudas de su padre.
Él la desea y hará hasta lo imposible por tenerla.
Un contrato, una historia y rosas amarillas que marcaran el principio de un nuevo capitulo para ambos.
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Antoan
Dentro del gran comedor se encontraba cuatro personas esperando al patriarca, las
risas de los hermanos jugando se detuvo cuando la figura masculina, frente a la
mesa se acercó para tomar su lugar en la mesa.
Ahí estaba con su rostro frío y arrogante Antoan Colins, el padre de Lion, que se
sentó en el extremo de la mesa sin saludar a la joven que estaba a solo dos
sillas de distancia y que lo miraba con temor.
-Cariño, ella es Alma, la esposa de Lion. Dijo Elizabeth tratando de cortar la tensión
en el lugar.
-Suspiro.
.
Tú eres la mujer que atrapo al tonto de mi hijo. Antoan dirigió una mirada
desagradable a la joven que estaba completamente estupefacta escuchando tales
palabras,
-¡Padre! Grito Lion.
-Pensé que con los años te volverías más inteligente, pero me equivoqué. Dijo el
hombre mayor mirando a su hijo con el ceño fruncido.
-Antoan por favor, ¿Qué dices?
Alma sintió su cuerpo temblar y cerro sus puños, no quería llorar, aunque sus ojos
se llenaron de lágrimas.
El hombre levantó la voz respondiendo a su esposa
- La verdad\, de todas las mujeres de buena familia con las que nuestra familia se relaciona\, se casó con esta muchacha- el padre Lion miro a Alma con desprecio como si fuera una pelusa insignificante.
-¡¡No voy a permitir que ofendas a mi esposa!!-
-¡¡No vas a permitir que!- Grito el hombre mayor
- Perdiste ese derecho Lion hace mucho- callando a su hijo
- Alma observo como los ojos de Lion se apagaban\, pareciera como si este hombre estuviera pisando todo su ser.
¡¡Antoan ya basta!!- Grito la Elizabeth, pero el hombre mayor parecía no escuchar nada.
-¿Debería felicitarte? Té cásate sin consultarme, de la misma manera que hiciste
hace años cuando decidiste abrir tu empresa, cuando vas a crecer, tus malas elecciones
ya no me sorprenden.
-Tú- Alma tembló al escuchar las palabras dirigidas nuevamente a ella. -Viste al tonto
de mi hijo, y pensaste que esta era tu oportunidad para dejar de ser pobre, los
labios de Antoan se curvaron mostrando un rostro desagradable.
-Usted es—Alma dijo casi susurrando, pero Lion apretó sus manos y negó con su cabeza
para que esta no hablara.
-¿No vas a dejar que hable? Dijo el padre de Lion.
-No voy a dejar que sigas faltando el respeto a la mujer que amo.
Alma se sorprendió al escuchar estas palabras.
-Amor, - Antoan rio sarcásticamente -eso que esta mujer te hace sentir no es amor,
-¡¡Ya basta!! Grito Elizabeth sosteniendo el hombro de su esposo.
-Usted se equivoca- las palabras salieron de la boca de Alma todos en la mesa pusieron
sus ojos en ella, se enderezó y apretó aún más la mano de Lion que la miraba angustiado.
-Ilumíname. Dijo Antoan con un tono sarcástico
-No me interesa el dinero, eso no te hace mejor persona y usted es el claro ejemplo
de que lo que estoy diciendo es cierto.
- ¡¡Osas ofenderme mocosa!
-Si exige respeto debe ganárselo, no imponerlo a través del miedo- la voz
temblorosa de Alma comenzó a tomar fuerza frente al rostro frío del hombre
mayor
- Lion es un gran hombre\, trabajador\, educado\, atento\, terco\, logra exasperarme
algunas veces, pero también con una palabra me devuelve la calma, su dinero no
lo hace atractivo, no lo elegí por lo que carga en su billetera- ella sabía que
no todo lo que decía era cierto, pero ver a Lion tan desprotegido le encogió el corazón
- Lo elegí- Alma miro fijamente a los ojos de Lion que no daban crédito a lo que
escuchaba- y lo elijo por la persona que es, y sabe Dios cuanto agradezco que
no se parezca a usted.
Alma se puso de pie y mirando a las dos mujeres en la mesa que la observaban con
tristeza dijo- fue un placer conocerlas, pero mi esposo y yo no debemos
retirar, no hace falta que les digas que las puertas de nuestra casa están
abiertas cuando quieran ir a visitarnos.
Antoan negaba con la cabeza y reía arrogantemente
- En cuanto a usted- Alma hizo silencio por unos segundos- no vale mi tiempo. Tomo la mano de Lion y ambos abandonaron la casa.
La noche parecía aún más oscura, dentro del coche dos personas no intercambiaban
palabra alguna, después de un tiempo.
El silencio se volvió más incómodo y Lion no pudo soportarlo más.
- Alma ¿estás bien?
Al escuchar su voz, volteo, pero no dijo palabra.
Nuevamente el hombre sentado al volante hablo,
- Alma ¿estás bien?
-Preferiría no hablar- las duras palabras salieron de los labios de Alma que nuevamente
poso sus ojos en el cristal observando la nada.
-Lo lamento, no imagine que mi padre sería tan duro.
- Lo entiendo- Alma se oía más distante de
lo normal.
-¿Qué? Lion se detuvo al costado de la carretera, para clavar sus ojos en la
joven mujer que ahora estaba asustada por el movimiento brusco del automóvil.
Alma se acomodó en el asiento luego de unos segundos y mirando sus manos hablo
- No deberías soltar palabras de amor a la ligera\, ni tomar el matrimonio con
tanta liviandad, es un acto de amor no un negocio. En el fondo él tiene razón,
acepte por dinero, las lágrimas caían por sus mejillas,
Lion no sabía que decir, solo trago saliva observando las manos temblorosas de su esposa.
- Tal vez equivoco el motivo\, pero lo cierto es que fue por dinero\, y
eso no me convierte en una mejor persona.
-No digas eso, tu, tu… Lion quería decir lo que sentía en su corazón, pero las palabras
parecían estar atoradas en su garganta.
Alma levantó su rostro, las lágrimas aún seguían corriendo por sus mejillas
- Por favor, ya no quiero hablar- regreso su mirada al cristal.
Lion frunció sus labios y sintió como su pecho parecía ser presionado por
toneladas del objeto más pesado, solo asintió y nuevamente el coche retomo el
camino.
Muchas felicidades autora.