La Venganza De La Esposa Traicionada

Hola, viene con algunos capítulos, los cuales por la prisa fueron revisando rápido, si ven una falta de ortografía o una palabra mal escrita, déjenme un comentario.

Sin más, aquí les van este pequeño maratón, se los debo por no poder publicar ayer

❤️❤️❤️❤️❤️

Cuando ambas llegaron a la habitación de Fernanda, dejaron caer las bolsas al suelo y se comenzaron a reír.

—¿Viste sus caras?— pregunta Rebeca con burla y Fernanda no deja de reír.

—Fue gracioso, me imagino que deben estar hablando mal de mí, pero no me importa— dice ella y va hasta su cama en dónde estaba el teléfono y ve lo que ese par está haciendo.

Tal como dijo, ese par estaba hablando mal de Fernanda sin importar que ellos estuvieran en su mansión.

Esto es lo que dicen de ella.

—Cada día esa mujer se vuelve más insoportable, estoy cansada de ella, ya no la aguanto— dice Ricardo con ira.

—Después de la celebración, no le quedará más orgullo, estará tan destruida que no tendrá el valor de ser la Fernanda arrogante que ves ahora— expresa Alicia con sarna.

—Yo espero que después de la dichosa fiesta esa, todo sea como antes, ya no tolero el comportamiento de Fernanda, se mi acompañante esa noche, no tengo deseos ir con ella— le vuelve a decir Ricardo y Alicia va hasta el mueble que le queda al frente y de su cartera saca algo, como unas gotas transparentes.

—Claro, iremos juntos. Estas gotas serán lo que nos ayudarán en nuestros planes, quien me la vendió me dijo que quien lo toma estará como perro en celo— se ríe Alicia y Ricardo toma las gotas y se ríe.

—Ya veo, entonces seré el hombre al que su esposa infiel le pone los cuernos con un mesero, no me gusta como se escucha, pero si me gustara el resultado— se ríe con malicia Ricardo.

Ambos continuaron hablando del tema, mientras que en la habitación de Fernanda, ella se reía y Rebeca estaba pálida.

—No se que te parece gracioso, ese par de inmorales están locos, esto es terrible— le dice Rebeca muy alarmada a su amiga y ella se sigue riendo.

—Calma gata salvaje, seamos más inteligentes que ellos, vamos a sabotear su plan, no tomaremos nada que no sea supervisado antes—le comenta Fernanda a Rebeca y luego la lleva hasta unos sofás que tenía la habitación y allí le comenta su plan de sabotaje.

Eso dejó más tranquila a Rebeca, las dos continuaron hablando por largo tiempo, hasta que llegó la hora de la cena, y ambas deciden comer allí mismo, puesto que, ver las caras de esos dos, no es agradable para nada.

Cómo Fernanda había discutido con los dos idiotas, mandó a pedir la cena en su habitación y en la tranquilidad de su pequeño espacio, ceno con su amiga y luego de eso, ambas se turnan para bañarse.

Después del baño, ambas amigas se durmieron como dos bellos lirones, en la misma cama.

**

A partir de esa noche, las dos amigas estuvieron conviviendo juntas, y ambas trabajaban desde casa.

La recuperación de Fernanda gracias a los productos que su padre le regaló, fue más rápida y a una semana de su accidente, ella estaba recuperada.

Durante ese tiempo, el par de amantes no volvieron a causar molestias, y ambos no se veían en la mansión.

Fernanda remodeló los lugares donde esos dos tenían sus encuentros sexuales, que era: la habitación principal y también la sala. Todo estaba espectacular.

La fecha de la celebración estaba cada vez más cerca, y todo estaba listo para ese día.

El país de Marino estaba expectante, nadie se quería perder ese gran evento.

Por lo que cuando por fin llegó el día de la celebración, al lugar asignado que era el de unos de los hoteles Ayala, a la hora acordada los invitados fueron llegando.

Los periodistas de la ciudad estaban fuera del lugar, y les tomaban fotografías a los empresarios que llegaban.

Esas personas esperaban en particular a dos figuras importantes, la primera era la heredera de los Ayala y el otro es Draco Scott.

Alicia y Ricardo tenían un rato allí, ellos querían llegar y armar el plan que iba a derribar a Fernanda para siempre, sin saber que ella va un paso más adelante que ellos y que el destino está a su favor.

Los dos estaban vestidos de manera ostentosa, con joyas caras y trajes iguales de costosos.

Pero aunque el mono se vista de seda, el mono se queda.

Pronto, justamente dos limusinas lujosas llegaron, una blanca y otra negra.

Ambas con emblemas diferentes, la blanca era de Fernanda y la oscura de Draco Scott.

La primera en salir de la limusina blanca fue Fernanda y después su amiga.

Ambas estaban espectaculares.

Fernanda lucía aquel despampanante vestido rojo y su amiga un azul.

Las dos lucían radiante y rejuvenecida, sus sonrisas perfectas para la ocasión, les daban un encanto natural, las joyas que tenían encima eran modesta, pero destacaban como la de cualquiera allí.

Ambas chicas comenzaron a moverse, con un aire de elegancia que hacía que los demás la vieran como dos mega divas.

Sus cabellos ondeaban con la brisa, lo cual le hacía lucir espectacular.

Los periodistas de manera educada pidieron permiso para tomarle algunas fotografías, y ellas amables le dan la oportunidad.

Por lo que aquellas personas con sus cámaras profesionales, les tomaron las mejores fotos y en los mejores ángulos.

Algunos de esos periodistas le hicieron algunas preguntas a Fernanda sobre los negocios familiares, y ella con amabilidad les responde a todos.

Cuando terminó de darle las entrevistas a todos los periodistas, siguió su camino.

En la otra limusina estaba Draco mirando todo el panorama, con su semblante como siempre, carente de emociones, nadie podía adivinar lo que estaba pensando.

Pero lo cierto es, que él estaba sumergido en sus pensamientos, y estaba pensando en alguien en particular.

Su asistente Felipe le habla, le pide salir porque ya llevan tiempo en la limusina y tienen que hacer acto de presencia en el lugar.

Por lo que aún con el mismo semblante, aquel hombre guapo sale de la limusina y muestra su hermoso rostro al público.

Él con una mirada fría le dejó mucho que decir a los periodistas, y estos lo entendieron, el que se atreve a molestarlo, perderá su trabajo.

Los periodistas no se atrevieron siquiera a acercarse, pero le tomaron algunas fotos a Draco, las cuales salían como si él fuera un modelo de revista.

Esa noche él iba vestido con un traje italiano negro, y estaba perfectamente combinado con todo lo que tenía encima.

Draco entró al lugar, y su asistente se quedó fuera para hablar con los periodistas, aquel hombre también era guapo, pero más social que su jefe.