De la novela " Los hijos que me dió la vida", tuvimos la oportunidad de conocer la historia de David Montes, en "Amor a diez mil metros de altura"el hermano mayor de tres hermanos, ellos tuvieron que vivir una terrible perdida, pero gracias al amor incondicional de Alejandra, su segunda madre y Fernando, quienes cumplieron el rol de padres, ellos salieron adelante, ahora es el turno de Duvan y Dominic.
Se verán enfrentados a dos hermosas chicas, con personalidades totalmente opuestas, pero que poco a poco, van a demostrar, que la teoría de que los polos opuestos se atraen, es cierta, acompáñame en esta increíble historia.
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CAPITULO 11
Duvan Montés
El primer día llegó a su fin, nuestros padres vinieron a celebrar con pastel y después se marcharon, continuamos labores hasta que llegó la hora de ir a descansar, apagué todo y salí de mi oficina, me crucé justo a tiempo con mi hermano, pero le vi un semblante diferente, preocupado por algo... O alguien, mis padres me contaron que estaba con una mujer en su oficina, por su descripción, puedo deducir que se trataba de Sara, solo me limité a escucharlos, no omití ninguna opinión, ni dije nada al respecto de lo que sé.
- ¿Hola hermano, vas para la casa?-- le pregunté cuando lo ví llegar de la cafetería.
- Sí, quiero descansar y que nadie me moleste -- respondió.
- Ok, perfecto, estaba pensando en el mismo plan, quiero dormir -- él me miró y sonrió.
- ¿hoy no tendrás compañera de turno?-- negué.
- No, Lilieth tuvo un viaje, y hoy no tuve tiempo de salir de casería, además también estoy cansado, nos vemos en casa-- normalmente vamos juntos a la mayoría de lugares porque utilizamos un solo auto, pero hoy, él salió en el suyo y yo en el mío, ya que fue a llevar a Sara muy temprano.
Los dos salimos hacia el parqueadero, el arrancó primero y yo detrás, llegamos a casa y subimos directamente a descansar, ni siquiera pensamos en la cena.
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A la mañana siguiente nos levantamos muy temprano, nos organizamos y desayunamos, luego salimos juntos hacia la empresa, hoy sería un día movido para los técnicos.
- Buenos días, señor Montés -- me dijo la recepcionista con una sonrisa en su rostro.
- Buenos días-- le respondí secamente.
- La nueva contratación ya se encuentra en él área que usted nos indicó que ella iba a estar-- comentó.
- ¿Le entregaron todo lo necesario?-- ella asintió.
Mi hermano entró segundos después -- ¿Está todo bien?-- me preguntó al verme ahí parado conversando con la chica.
- Sí, ya llegó la encargada del área de programación y de hacer los soportes remotos, voy a verificar que esté todo en orden y pasarle el itinerario, ella aun no tiene acceso a la plataforma de nosotros, iré a dársela -- Mi hermano asintió y subí.
Ella estaba en el cuarto del Rack, se le adecuó una oficina con los recursos necesarios, además de ser muy privado y tranquilo, podía trabajar cómodamente, golpeé la puerta pero no hubo respuesta, así que decidí pasar sin hacer mucho ruido, quizás estaba trabajando en algo y no la quería interrumpir.
Caminé entre los equipos que habían, hasta que llegué dónde estaba, efectivamente se encontraba trabajando en algo, tenía audifonos puestos y no se percató de mi presencia, a pesar de tener una pantalla frente a ella, que le permitía ver los vídeos de la camara de la entrada a su oficina, me acerqué sigilosamente por detrás, mi personalidad inmadura me hizo pensar que era buena idea asustarla para activar un poco su jornada, logré quedar tan cerca, que incluso podía escuchar lo que estaba reproduciendo en sus audifonos, luego su aroma a flores de jazmín, invadieron mis fosas nasales, cerré mis ojos por un momento para permitirme disfrutar su fragancia, no se en que momento ella giró su silla.
Yo abrí los ojos de un solo golpe hasta verla frente a mi, ella tenía sus manos apretando los reposabrazos y en su rostro se reflejaba la confusión.
- Se... Señor, ¿que está haciendo?-- me preguntó.
- Lo siento, quería asustarte, te ví demasiado ocupada, discúlpame, fui muy inmaduro -- ella sonrió levemente.
- Está bien señor, no se preocupe, ahora debo seguir trabajando -- volvió a ponerse los audífonos y giró su silla para quedar frente al computador y continuar.
Pero yo giré su silla de nuevo, la tomé por sorpresa nuevamente, ella se retiró los audífonos-- aun tengo algo que decirte-- le dije.
- Disculpe señor, pensé que solo venía a supervisar, lo escucho -- respondió.
- Estos son tus datos de ingreso a la plataforma, el itinerario lo podrás ver ahí, con modificaciones que lleguemos a hacer-- le entregué un folleto con la información, ella la revisó e ingreso de inmediato.
- Listo señor, igual ya estaba adelantando algunos de los servicios, y ya finalicé otros, fue realmente sencillo -- me dijo.
- perfecto, ah, lo olvidaba, quizás tengas un compañero, vamos a publicar una vacante para un experto en ciberseguridad -- a ella se le iluminaron los ojos.
- Si usted gusta puede contratarlo, es su empresa, está en su derecho, pero yo soy experta en esa área -- la miré sorprendido.
- Pero en tu currículum no decía nada de eso-- ella levantó sus hombros levemente.
-Lo siento señor, quizás lo olvidé --
- lo que realmente me sorprende es que aún eres joven ¿28 años verdad?-- ella asintió-- y tienes muchos estudios, ¿y cuando te diviertes? ¿no tienes pareja? cuando le das tiempo a todo eso-- ella agachó su cabeza visiblemente avergonzada.
- No señor, no me gusta nada de eso, mi tranquilidad y el silencio que me proporciona la soledad, para mí es suficiente y muy agradable-- era como estar hablando con Dominic.
- y si en algún momento te toca compartir este espacio ¿estarías cómoda?-- ella asintió.
- Es mi lugar de trabajo y ustedes son mis jefes, si así lo deciden, para mí está bien, aunque si pudiera elegir, preferiría estar sola-- dijo con sinceridad.
- Bueno, entonces te vamos a hacer un contrato diferente, tienes muchos conocimientos, y el sueldo que se te otorgó no hace justicia, en un rato vendré a buscarte para ir a recursos humanos a firmar el nuevo contrato--.
- Si señor, muchas gracias --
- No me digas señor, puedes decirme Duvan, me haces sentir viejo y apenas tengo 35-- le pedí.
- Está bien, Duvan, me siento rara al hacerlo, pero si así lo desea, lo haré -- yo sonreí.
- perfecto, te dejo entonces, para que puedas hacer tu trabajo, también iré a cargar trabajo de ciberseguridad, hay empresas que necesitan mejorar su sistema, ¿puedes hacerlo?-- pregunté.
- Claro que sí, cuente con eso-- me respondió, yo me fui satisfecho.
fui directo a la oficina y precargue más trabajo, a los 5 minutos entró Dominic a mi oficina.
- ¿pasa algo?-- pregunté.
- Ví que devengaste trabajo de ciberseguridad, aún no he posteado la vacante -- yo sonreí.
- perdón hermano, se me olvidó decirte que ya tenemos la encargada de esa area-- el me miró confundido -- es Mercy, hablé con ella hace un rato, y me dijo que era especialista, la chica es igual que tu, no le gusta compartir su espacio con nadie -- comenté.
- entonces esa será su oficina personal, se lo que se siente al no contar con tu espacio personal, además me agrada la chica, entonces creo que debemos ajustar el contrato y su salario --
- No te preocupes, ya lo pensé, ya envié los datos a recursos humanos, cuando redacten el nuevo contrato iré por ella--
- Perfecto, entonces puedo ir tranquilo a hacer una diligencia, iré a cotizar unos equipos para una nueva sede que va a abrir una de las empresas -- se despidió y salió.