Introducción
En las paradisíacas playas de Bali, nace la aventura y el romance entre dos jóvenes que tienen el mundo a sus pies, donde la pasión y el deseo consumió a Argelia Soria y a Paolo Gabellotti, es así como da inicio su trágico romance. Que como siempre su único final feliz será el fruto de ese amor.
Paolo el jefe de la mafia siciliana descubre años después, que su amor por Argelia había trascendido a la vida eterna, pero a su vida llega una dulce personita a poner su mundo de cabeza.
“No puedo creerlo, Mi papá es, El Jefe de la mafia”. Paola Soria.
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Paola
Capítulo 9
Meses después Argelia daba a luz a su bebé, Gonzalo el médico de confianza asignó una partera especializada para dar a luz en su casa. Aníbal no quería que nada se supiera sobre el bebé de su hija, con el tiempo la furia que sentía por el embarazo de Argelia se esfumó.
—Se están tardando demasiado.—expreso Aníbal
—Debiste llevarla al hospital, si se complica los dos pueden morir.—
—Leonora, acaso dudas de la eficiencia de Gonzalo. Es un médico de prestigio, además de toda mi confianza.—
—Dime algo hermano, vas a seguir teniendo a tu hija encerrada, porque te recuerdo que no podrás tapar el sol con un dedo.—
—Ella volverá a su rutina, pero nadie debe saber sobre su bebé.—
Tayde estaba en su habitación, su padre le había prohibido estar presente. Además había hecho todo para separar a Tayde de Argelia, tenía planes para su hija menor. Esta vez todo saldría como él quería. Más tarde se escuchó el fuerte llanto del bebé, Leonora se puso feliz así que no pudo esperar para entrar a la habitación de Argelia.
—Felicidades es una niña.—dijo la partera
Argelia no podía dejar de contemplarla, era preciosa y muy pequeña.
—Mira tía es muy linda.—
—Si, es preciosa.—
También entró Aníbal a conocerla, ya saben lo que dicen nieta, amansa abuelo. Hasta cierto punto se sintió mal con el mismo por todo lo que dijo alguna vez sobre la pequeña. Era tan hermosa que quedó encantado, Argelia permitió que la cargara.
—Eres una Soria, eres mi nieta. Eres el futuro de la familia.—
Después de ese maravilloso día, pasó el tiempo y la vida tan deprisa como si tuviera cierta urgencia, Argelia era una mamá excepcional vivía solamente para su hija y jamás volvió a coincidir con Paolo, pero al tener cerca a su pequeña era como estar con él todo el tiempo, en un abrir y cerrar de ojos la pequeña Paola cumplió sus ocho años.
—Patito, ¿dónde estás mi amor?—
—Aquí estoy mami.—
—Hoy tienes clases de equitación, así que yo te llevaré.—
—Pensé que irías de viaje, eso dijo el abuelo.—
—No puedo irme de viaje, necesito antes ir al médico. Para poderme ir tranquila, esta vez tú viajarás conmigo. Visitaremos a tu tía Tayde en Paris, tu tía Leonora viajará con nosotros.—
—Si, conoceremos a su bebé. Tía Leonora dijo que tenía un bebé.—
—Si Paola, conoceremos al bebé.—
Frente a su hija, Argelia escondía sus miedos, había perdido mucho peso y tenía poca hambre, el médico Gonzalo la había citado con urgencia, algo en sus estudios no había salido favorable.
—Abuelo mamá va a llevarme a la clase de equitación.—
—Eso es bueno princesa, ahora ve por tus cosas porque llegarán tarde.—Aníbal adoraba a su nieta, pero la relación con su hija jamás volvió a ser la misma, ella no podía perdonarle todo el dolor que le causó.
Al día siguiente Argelia llegó al consultorio del doctor Gonzalo, estaba muy nerviosa. De pronto entró para conversar con ella.
—Argelia ¿cómo estás?—
—Estoy bien, creo. Me preocupa el resultado, espero que sea solo una anemia.—
—Argelia, no es una anemia lo que te tiene enferma, bajaste demasiado de peso. Seré directo, me hubiera gustado que te acompañara Leonora. Tienes cancer de páncreas, pero está muy avanzado está en etapa tres.—
—Mi mamá también lo tuvo, no quiero irme y dejar a mi patito sola.—Argelia comenzó a llorar
—Hablé con Enrique el oncólogo del hospital, debes comenzar de inmediato con la quimioterapia, ten fe. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para salvar tu vida.—
Argelia no sabía cómo enfrentar la situación, su madre fue diagnosticada cuando estaba muy avanzado y a pesar de todos los tratamientos y cirugías, perdió la guerra. Cuando llegó a casa lo único que pudo hacer es abrazar fuertemente a su tía Leonora.
—No me digas que algo está mal.—
—Si tía, tengo la misma enfermedad que mi mamá. No quiero irme, no quiero dejar a mi hija sola.—
—Argelia tenemos el dinero y la medicina ha avanzado mucho, lo venceremos. Verás crecer a Paola. Ten fe no vas a perder.—se acostó en las piernas de su tía igual que cuando era una niña, para poder llorar.
Cuando Leonora le dio la mala noticia a su hermano, Aníbal pensó de inmediato que era un castigo por todo el daño que le había hecho. Pero del cual no se arrepentía, siempre evitaría que su familia y apellido fueran señalados, aun en contra de la felicidad de sus hijas, era demasiado egoísta.
Los días pasaban, Tayde viajó a Madrid para ayudar a su hermana en todo momento, Leonora cuidaba del bebé de Tayde y de la pequeña. Paola no era ingenua, sabía que algo malo le sucedida a su mamá.
—Mamá, ¿es cierto que de ahora en adelante usarás una peluca?—
—Si mi vida, el tratamiento para mi enfermedad hizo que se me cayera mi cabello. Pero volverá a salir, no te angusties mi patito voy a estar bien en unos meses más.—
—Lo prometes.—
—Te lo prometo mi amor, ahora dame un fuerte abrazo.—
Fue ese día que Argelia tomó una gran decisión, sabía que si llegaba a morir su hija quedaría en manos de su padre. Así que dejaría todo listo para que Paola, conociera y viviera con su padre biológico. Tenía que salvarla de las garras de su abuelo, Paolo podría defenderla de la maldad de Aníbal.
—Asuncion.—
—Si, necesita algo.—
—Tu nieta, ¿es abogada verdad?—
—Si, una muy buena abogada, se dedica a lo familiar.—
—Necesito de sus servicios, pero sin que mi padre se entere.—
Argelia la citó en el hospital durante su quimioterapia, su tía Leonora estaba de acuerdo en lo que quería hacer. Ella veía como Argelia poco a poco se iba marchitando, le recordaba a su cuñada cuando luchaba por su vida.
—Haré todo el papeleo de inmediato para la custodia de la menor, no se preocupe seré discreta y defenderé su voluntad.—
—Gracias abogada, entre más rápido mejor, creo que tiempo hay mucho, pero vida no.—
Argelia había tomado malas decisiones toda su vida, dejar a Paolo y evitar que supiera de su hija es algo que ella jamás se iba a perdonar. Ella sentía que estaba perdiendo la batalla, tenía que estar preparada para el final.
Y la otra soqueta es Abril le dió un choque eléctrico pero a ella porque el tiene ojos para Selene que aunque no siente ese amor como lo tuvo con Argelia y igual la quiere a su manera y no va a dejar su familia por una aventura