En una época donde la alta sociedad, la reputación y las apariencias determinan el estatus de las personas, una joven Baronet se inscribe a la escuela más prestigiosa donde la crema y nata de la sociedad se reúnen para forjar a los futuros nobles y gobernantes del reino. Ahí tendrá que sobrevivir a los abusos y humillaciones de sus compañeros para ganarse un lugar dentro de la alta sociedad y recuperar el honor de su familia que ha sido pisoteado desde hace tres generaciones.
Pero sus planes podrían verse afectados con la repentina aparición de fenómenos paranormales y eventos más allá de la comprensión humana, que asolan la institución. Y que aparentemente iniciaron el mismo día que conoció a un conde atractivo, de figura galante y atractivo sobrenatural.
¿Qué misterios ocultan sus ojos carmesíes y su cabello negro como la obsidiana?, ¿será nuestra protagonista capaz de sobrevivir entre las fauces de dos bestias hambrientas?, ¡échale un vistazo a esta historia de romance y terror!
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Capítulo 10: Sueños
Y ahí estaba Lisa Bellstar, sola y aterrada en lo que parecía ser el jardín de la academia, pero el escenario era completamente tétrico y deplorable. El verde que hubo alguna vez se había extinguido, y las flores de todos los colores que alguna vez lo adornaron, se habían marchitado. A su alrededor únicamente había un campo gris y estéril, como si hubieran pasado unos cien años desde la última vez que recibieron agua. Y más allá de este campo seco y moribundo, se encontraba la academia Edem, también devastada y hecha un caos. En este punto Lisa recordó el sueño que tuvo el día anterior; y recordó la visión de su prestigiosa escuela reducida a un tiradero de escombros, como si un gran desastre hubiera ocurrido.
“Ya estamos aquí” –resonó a través del viento frío y silbante, como susurros que se repetían una y otra vez–. ”Nos los llevaremos a todos, ellos deben pagar".
Entonces ocurrió lo inesperado: un fuerte temblor azotó el lugar, tan brutal fue la sacudida que la torre al sur, que daba con los dormitorios femeninos se terminó de caer, y cuando lo hizo hubo una gran nube de polvo y tierra que cubrió todo el lugar.
“Finalmente te encontré" –dijo ahora una voz femenina, muy familiar que susurró al oído de la joven de cabello acaramelado.
Y aconteció tan solo unos segundos después, se encendieron luces en el interior de la academia; luces de antorchas que se movían através de las ventanas y por los pasillos de los pisos superiores, y también en los niveles inferiores de las cuatro torres que rodeaban el área del jardín. Era una marcha de guerra, ya que quienes movían las luces, marchaban como soldados, y eran ruidosos como animales salvajes (algunos rugían, otros graznaban y otros aullaban). Debían haber cientos, o más bien miles de ellos, marchando por los pasillos de la academia.
Lisa no tenía ni idea de lo que podrían ser los invasores, ya que sus siluetas se movían a gran velocidad detrás de las ventanas. Eran como fantasmas paseándose por los pasillos de un lado a otro. Siguiendo la razón dedujo que no serían amistosos, si llegaba a toparse con ellos seguro le harían algo, así que la idea de adentrarse en el interior de la academia quedó completamente descartada.
Sintiéndose más pequeña e indefensa que nunca, Lisa se sentó en una de las bancas, y sujetó su cabeza con fuerza, sentía que le iba a estallar el cerebro en cualquier momento, mientras su ritmo cardíaco aumentaba, al son del estruendo que hacía la marcha de los invasores. Eventualmente la encontrarían, vendrían de todas las direcciones y no tendría forma de escapar. Estaba acabada.
– Es muy escurridiza para ser una mocosa, milady –Dijo una misteriosa mujer, alta y de cabello rosado, que estaba parada a un lado de la banca sobre la cual Lisa se encontraba–. Esta vez si pude encontrarla antes que ellos, ¿puede decirme cómo llegó aquí?
Dejando escapar un grito de absoluto terror, Lisa saltó de su lugar y se apresuró a huir tan rápido como sus piernas se lo permitieran, pero entonces se dió cuenta de que no tenía un lugar adecuado para refugiarse. El estruendo de la marcha de los invasores, y las luces de sus antorchas que se abrían paso entre la oscuridad, la hicieron retroceder cuando estuvo a punto de regresar a la academia. Fue entonces cuando tomó la decisión de refugiarse en el área más alejada del jardín, y rápidamente encontró los restos de lo que había sido la estatua que adornaba la fuente (uno de los adornos más llamativos de la academia):
Un hermoso monumento esculpido en piedra caliza, de tres metros de altura, que representaba a la diosa griega Atenea (diosa de la sabiduría. Sujetando un escudo redondo en su mano izquierda, y una lanza en su mano derecha). Ahora me lo que quedaba de la estatua, eran los restos de la parte inferior, cuyo torso yacía a un lado hecho añicos. Lisa corrió rápidamente, y de un salto entró a la fuente, completamente vacía e invadida por la vegetación estéril del lugar.
– Ignorar a las personas no es muy gentil de su parte. –Dijo la misma mujer misteriosa, ahora sentada a un lado de Lisa–. Por favor responda a mi pregunta si quiere que solucionemos este asunto.
– ¿¡Quién eres!? –preguntó Lisa aterrada.
– Solo soy un demonio guardian del reino de los sueños –respondió con toda la tranquilidad del mundo.
Entonces la que se hacía llamar demonio reveló un par de alas negras como de murciélago, que se extendían desde sus caderas y arrojó la túnica negra que la cubría, para revelar su figura voluptuosa y curvilínea, y apenas cubierta por un atuendo revelador. Dos cuernos alargados surgieron en ambos lados de su cabeza, y su piel que en un principio era blanca como una vela, se volvió rosada, como las hojas de un cerezo.
– Su presencia ha perturbado los límites de este reino durante los últimos días. Mi amo me ha enviado a preguntarle. ¿Que es lo que busca en el reino de los sueños?
– ¡Eso quisiera saber yo! –respondió Lisa entre lágrimas–. ¡He tenido horribles visiones durante los últimos días, veo sombras burlonas escabullirse en cada habitación, y a veces despierto confundida y con una terrible amnesia que me impide recordar lo sucedido!
– ¿Visiones?, ¿de casualidad sus visiones tienen sangre, lobos y escorpiones?
– ¿Eh?, ¡no!, solo sangre... A veces solo veo sangre por todos lados. Sangre y sombras que me acechan en sueños y perturban mi paz mental. La verdad no había tenido pesadillas desde que era una niña, y mi abuelo nos contaba historias para asustarnos a mí y a mi hermano... Aún así lo queríamos mucho.
– «¿William?» –pasó por la mente de la demonio por tan solo un segundo–. Ya lo entiendo... Eres una candidata.
– ¿Candidata?
– A bruja.
– ¿Candidata a bruja?
– Si, candidata a bruja. Pero estás en el lugar equivocado.
– ¿¡Candidata a bruja!?
– ¿Estás sorda?, ¡eres una candidata a bruja, acéptalo y deja de lloriquear!
Ante la respuesta tan tajante de la mujer demonio de cabello rosado, Lisa guardó absoluto silencio mientras el terror subía por su garganta. De sus ojos cayeron unas cuantas lágrimas, y sorbió con su nariz varias veces.
– ¡Espera! –Lisa guardó silencio por unos cuantos segundos y luego rio con alivio, y dijo–: ¡Ya lo recordé, la doctora Mérida dijo que todo esto era producto de mi imaginación inquieta, provocado por el estrés constante al que soy sometida!
– ¿Eh?
– Si, así son las cosas. Los exámenes finales están a la vuelta de la esquina, tengo que soportar a mis compañeros día a día, y por si fuera poco tengo una fiesta a la que asistir esta noche... Sí... Seguro que todo ese estrés acumulado decidió liberarse el día de hoy, que se llevará a cabo el evento –Ahora Lisa parecía más tranquila y segura, pero en el fondo solo quería que todo lo que estaba diciendo fuera la realidad–. Después de esta noche tendré un motivo menos de que preocuparme y seguramente todo esto desaparecerá... Sí... Todo lo que tengo que hacer es sobrevivir esta noche y todo estará bien ¿verdad?
– Lo que usted diga milady, no eres la primera que cree en esas tonterías –La mujer demonio buscó entre su escote, hasta encontrar un pequeño dispositivo rectangular. No se parecía a nada que Lisa hubiera visto antes: era como un espejo que emitía una luz brillante, y podía jurar que había una voz extraña que salía de él. La chica de cabello rosado tocó varias veces el cristal y podían escucharse pequeños *bips* cada vez que lo hacía.
Lisa tragó saliva.
”¡Hola, jefecito!, solo es otra candidata... Si, otra más, ya estaba a punto de enviarla a su sueño... ¿Eh?... Pero señor ¿está seguro?... Ya lo entiendo... ¿Quiere que le diga eso?... Okay, como usted diga".
Fue esa la conversación que la mujer demonio tuvo consigo misma (o con otra persona que no estaba ahí presente), al momento de llevar el dispositivo a su oído. Lisa estaba confundida, y aunque había recibido una sola respuesta, ahora tenía aún más dudas que antes.
– Escúchame Lisa Bellstar, mi señor te ofrece una disculpa por atraer tu mente al reino de los sueños. –La mujer hizo una reverencia–. Estas cosas pasan cuando personas como tú entran en contacto con los seres... "Especiales" digamos. Su mera presencia influye enormemente en tu aura espiritual, lo que provoca que tu mente trascienda a los rincones más alejados del reino de los sueños, tal y como este, pero el que buscas está un poco más lejos.
– No tengo idea de lo que habla, pero si hubo un error puedo entenderlo. Por favor ayúdeme a solucionar éste problema ¿puede? –dijo Lisa, con los ojos cristalizados y la voz ahogada.
– No eres la única que quiere arreglar esto, no te preocupes –respondió, girándose mientras jugueteaba con el dispositivo en su mano–. Estoy a punto de solucionar esto para que debas ir a dónde perteneces.
– ¿¡Eso significa que no volveré más a este lugar!? –preguntó eufórica, impaciente por escuchar la respuesta que ella quería.
– Así es... Este sueño: "el sueño del futuro cercano" no es el lugar en el que tu mente deba deambular. En su lugar voy a referirte al "sueño de la bruja" que es dónde tú y otras candidatas deberán estar de ahora en adelante.
– ¡Espere!, ¿eso significa que estas pesadillas no van a terminar?, ¡deben terminar con esto, se los suplico!, ¡yo solo quiero tener una vida normal!
– ¿A qué le llamas pesadilla?, tu vida diaria es una completa mierda y no haces tanto escándalo como ahora, así que sé una buena chica y afronta las dificultades. Además, todo lo que ocurre dentro del reino de los sueños es un regalo, un obsequio que los cielos le otorgaron a los mortales y que les permite ver su futuro, deberías estar agradecida.
– ¿Ver el futuro?
– Lo que estás viendo ahora es el futuro más cercano que le aguarda al nido de víboras, al que llamas escuela... Si, yo diría que en unas dos semanas este será su futuro. Las legiones llegarán, y son muy implacables.
Entonces los invasores que corrían por los pasillos se detuvieron de golpe, y el estruendo de su marcha cesó, segundos después todos comenzaron a gritar al unísono, una especie de himno de guerra.
– ¡Yo no quiero ser parte de este futuro, es más deseo que no ocurra!, ¡por favor deben hacer algo para detenerlo, hay gente inocente por aquí, así que por favor no!
– Nuestro trabajo no es intervenir en el futuro que el hombre ha trazado. Nosotros solo evitamos que anomalías como tú perturben este reino y los enviamos a dónde pertenecen. –Haciendo uso del dispositivo portátil, la mujer tocó en repetidas ocasiones el cristal hasta que finalmente ocurrió algo:
Una luz violeta nació bajo los pies de Lisa, y cuando agachó la mirada para ver de que se trataba, admiró un círculo que en su interior albergaba signos triangulares y dibujos que nunca antes había visto.
– A partir de hoy no volverás a este sueño, en su lugar irás al sueño de la bruja y seguirás con el debido proceso de selección.
– ¿Eso que significa? –Pero Lisa dedujo rápidamente lo que podría significar, con tan solo analizar esas últimas palabras: "Proceso de selección"–: ¡No quiero!, ¡no quiero tener nada que ver con esto, así que por favor déjenme en paz!
– No puedes escapar de tu destino Lisa Bellstar. Alguien te saboteó para que siguieras esta senda, si quieres abandonar este camino, tendrás unas cuantas oportunidades en el futuro, pero por ahora debes convertirte en una bruja... Si, eso es lo que debes hacer.
– ¡Yo no quiero ser una bruja!
– Es tu culpa –afirmó la guardiana con seguridad–. No debiste dejarte del Señor Oscuro en el pasado.
Pero Lisa no pudo continuar, tras haber escuchado esa última respuesta. Un frío invernal recorrió su espina dorsal, y aunque no tenía idea de lo que eso último podría significar, tuvo una sensación familiar, que le recordó a cierta persona pero por más que trató de recordar de quién se trataba, no lo consiguió, ella solo sabía que alguien ya la había hecho sentir así antes.
Ella trató de escapar, pero había una especie de fuerza invisible que le impedía salirse del círculo mágico bajo sus pies. Entonces alzó la mirada y vio una luz cegadora que se alzaba por sobre su cabeza, y lentamente la fue elevando hasta caer desmayada otra vez.
Para cuando Lisa despertó una vez más, se sorprendió al encontrarse en la misma banca sobre la que había descansado todo este tiempo. Rápidamente buscó con la mirada, y vio la hora que daba el reloj gigante en la cima de la torre norte (apenas habían pasado un par de minutos, a pesar de que ella sintió como si hubiese pasado horas en ese horrible lugar y con esa mujer demonio de cabello rosado).
Lisa recordaba absolutamente todo lo que acababa de vivir en el reino de los sueños, e incluso recordaba las palabras de su guía, que en todo momento se refirió a ella como una candidata a bruja. Esta vez no lo había olvidado, definitivamente aprovecharía esa información que había recibido para solucionar su problema, y averiguar que era eso de "candidata a bruja". ¿Estaba aterrada?, ¡por supuesto!, ¿sabía lo que tenía que hacer?, ¡claro que no!, pero no podía permitir que el supuesto "futuro" que vio en su sueño hace un minuto fuera a cumplirse, pues a pesar de que la academia Edem no era su lugar favorito en todo el mundo, no podía permitir que algo le sucediera a los demás, ahora que ya sabía que algo malo pasaría.
– Tengo que hacer algo... Si alguno de ellos llega a morir no me lo perdonaría nunca, sería como matarlos yo misma si no hago nada para salvarlos, aún sabiendo que sus vidas corren peligro... ¡Tengo que visitar el club de ocultismo para encontrar respuestas!, Pero... Hoy tengo una fiesta, así que empezaré mañana que estaré menos agobiada.
– Buena suerte Lisa Bellstar –dijo la demonio de cabello rosado, desde el reino de los sueños, cuya voz solo resonaba en la mente de la adolescente–. Te deseamos éxitos en tu camino, aprovéchalo mientras puedas, busca tu lugar en la cima y reclámalo. Y mientras tanto, trata de no entrometerte en nuestros planes o morirás otra vez.
Una misteriosa sombra alta e imponente, de ojos rojos como rubíes y de cuernos alargados, se posó a espaldas de la mujer demonio de cabello rosado.
– Mi señor –saludó la mujer.
– ¿Por qué no hiciste lo que te ordené? –preguntó la sombra, notablemente molesta.
– ¿Qué puedo decir?, supongo que es el encanto de una bruja. –respondió con tranquilidad, a pesar de que sabía lo que le ocurriría a continuación por su desobediencia–. Ni siquiera los demonios estamos a salvo de las tretas de los mortales... Pero ahora soy libre, he saldado mi deuda... William... Nuestro contrato ha terminado, ya puedes irte de este reino.
Pero el misterioso amo demoníaco ardió en furia, y aumentó dos veces su tamaño y extendió un par de alas negras, mientras resoplaba y bufaba. Se podía escuchar el tintineo de las cadenas que estaban atadas en sus antebrazos y que ahora usaría para castigar al demonio que desobedeció sus órdenes.
Y así todo acabó, en cuestión de unos cuantos minutos todo había vuelto a la "normalidad". Pero Lisa, que siempre había sido atemorizada e insegura. Ahora rebosaba de determinación para lograr todos sus objetivos, casi como si supiera que lo lograría de una u otra forma sin importar el método que fuera a usar. Era como si fuera otra persona.