el día en que sería feliz me encuentro con la sorpresa de que el hombre que sería mi esposo me traiciona con mi mejor amiga.desde ese momento mi mundo se nublo y decidí ser la viuda de blanco
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capitulo 11
Bella se sentó en su sofá, rodeada de lágrimas y recuerdos dolorosos. El encuentro con Marco había revivido todos los sentimientos de dolor y traición que había experimentado en el pasado. Se sentía como si su pasado no quisiera que ella fuera feliz nuevamente.
Mientras lloraba, Bella no podía evitar pensar en todo lo que había sucedido. Recordó el día que encontró a Marco con Helena, su mejor amiga en ese momento. Recordó la forma en que se sintió traicionada y engañada. Y recordó la forma en que se había sentido después, como si su mundo se hubiera derrumbado.
Pero mientras recordaba todo esto, Bella también se dio cuenta de que ya no era la misma persona que había sido en el pasado. Ya no era débil y vulnerable. Ya había superado el dolor y la traición, y había encontrado una nueva forma de vivir.
Y entonces, Bella recordó a Donatello. Recordó la forma en que la había mirado, la forma en que la había hecho sentir. Y se dio cuenta de que él era la razón por la que ella se sentía feliz nuevamente.
"¿Por qué Marco tiene que aparecer ahora?", se preguntó Bella. "¿Por qué tiene que intentar arruinar mi felicidad nuevamente?"
Bella se secó las lágrimas y se levantó del sofá. Se miró en el espejo y se vio a sí misma, fuerte y segura.
"No voy a dejar que Marco me arruine la felicidad", se dijo a sí misma. "No voy a dejar que él me haga sentir débil y vulnerable nuevamente. Soy fuerte, segura, y sobre todo feliz".
Y con esa determinación, Bella se sintió renovada, se sintió lista para enfrentar cualquier cosa que el futuro le depara
Mientras bella estaba en su apartamento tomando la decisión de ser feliz, Marco regresaba a casa, donde lo esperaba su esposa Helena y su hijo. Pero Marco no estaba feliz al ver a su familia. De hecho, se sentía incómodo y resentido.
El hijo de Marco, que tenía apenas 5 años, se acercó a él con una sonrisa inocente. Pero Marco no pudo evitar sentir una oleada de resentimiento hacia el niño. El niño le recordaba su traición y el haber perdido el dinero de Bella. Después de todo lo sucedido su familia le quitó el apoyo, dejándolo en la calle.
Helena, que había estado observando la escena, se acercó a Marco y le preguntó qué pasaba. Marco se encogió de hombros y le dijo que nada.
Pero Helena sabía que algo estaba mal. Sabía que Marco no era feliz en su matrimonio y que solo se había casado con ella porque había quedado embarazada. Y ahora, con la presencia de su hijo, Marco se sentía atrapado y resentido.
"¿Qué pasa, Marco?", preguntó Helena de nuevo. "¿Por qué no puedes mirar a nuestro hijo sin sentir resentimiento?"
Marco se detuvo un momento antes de responder. Sabía que no podía decirle la verdad a Helena. No podía decirle que se sentía atrapado y resentido porque había perdido el dinero de su familia y el de Bella y que ahora debía volver a conquistarla para recuperar su estilo de vida.
"Me duele la cabeza", dijo finalmente. "Eso es todo".
Helena lo miró con escepticismo, pero no dijo nada más. Sabía que Marco no era un hombre honesto y que siempre había algo más detrás de sus palabras.
Y mientras Helena se alejaba, Marco no pudo evitar pensar en Bella y en la forma en que podría volver a conquistarla. Sabía que no sería fácil, pero estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para recuperar su estilo de vida y su dinero.
Esa noche fue la más larga para Bella, su mente estaba a punto de explotar pero debía ser fuerte. Se acostó en su cama y cayó en un profundo sueño, pero su subconsciente seguía trabajando, procesando todos los eventos del día anterior.
Se levantó muy temprano, se bañó, se vistió y desayunó un poco de cereal. Luego, salió de su apartamento directo a la mansión de Donatello. Quería de una vez por todas aclarar sus sentimientos y saber qué estaba sucediendo entre ellos.
Mientras conducía hacia la mansión, Bella se sentía nerviosa pero determinada. Sabía que Donatello era un hombre honesto y que en lo poco que habían hablado siempre le había hablado con la verdad. Por eso, estaba segura de que él podría ayudarla a entender sus sentimientos y a encontrar la felicidad.
Al llegar a la mansión, Bella se bajó del auto y se dirigió hacia la puerta principal. La puerta se abrió un empleado la recibió y se dirigió hacia la sala donde le pidió que esperara al señor. Donatello salió a recibirla con una sonrisa en el rostro.
"Bella, ¿qué pasa?", preguntó Donatello, notando la preocupación en su rostro.
Bella se detuvo un momento antes de responder. Sabía que debía ser honesta con Donatello y con ella misma.
"Quiero hablar contigo sobre lo que sucedió ayer", dijo finalmente. "Quiero saber qué sientes por mí y qué significa todo esto para ti".
Donatello se sorprendió un poco por la pregunta de Bella, pero se recuperó rápidamente.
"Vamos a hablar", dijo, tomando la mano de Bella y llevándola hacia el estudio de la mansión.