ESCLAVOS DEL DESEO.

Jehan.

Estoy en mi departamento, no me gusta una mansión tan grande como para mi y mis pocos empleados, pero no quiere decir que no tenga una, el departamento es de dos plantas tiene un gimnasio, cocina y un comedor considerable tienes varias habitaciones y una es una mini sala de cine, ya que me gusta ver películas de acción y todo lo que tenga que ver con armas y finanzas.

Entra Iván mi hombre de seguridad confiable lleva años trabajando para mi familia es un señor de una edad no muy avanzada, pero está en forma y tiene buen aspecto.

— Señor la señorita Natalia está afuera, dice que quiere verlo — dice tranquilo.

— Dile que pase Iván — digo totalmente serio.

— Cariño, hasta que puedo verte — dice entrando a la oficina que tengo en mi departamento, moviendo sus caderas sensualmente.

— Que pasa Natalia — digo serio, sabe que no me gusta que venga aquí, porque puede llegar Rubí y esto no le va a gustar aunque, la quiero como un loco ella sabe que no soy hombre de una sola mujer.

—Que pasa cariño tienes miedo que venga la estúpida de tu “noviesita”y nos encuentre en circunstancias no muy agradables o de trabajo — dice ella es una de las mejores publicistas que tengo es muy buena en su trabajo y no solo en eso.

— Vienes por trabajo — digo con total seriedad sé que no se irá si no me la follo como le gusta.

— Sabes que no cariño, he venido a relajarte te he notado muy tenso estos días — dice con vos coqueta sabe muy bien que hacer, pone sus manos en mi hombro y empieza a masajear la dejo, porque es así no me a ido muy bien buscando al imbecil de Mateo.

— Que tal si vamos a la habitación — me dice al odio mientras pasa su mano por mi miembro el cual reacciona a su toque.

— De rodilla — digo con autoridad, se arrodilla enseguida y empieza a poner su cabellera negra detrás de las orejas.

Me desabrochó el pantalón y saco mi polla erecta pidiendo ser masajeada, cuando escucho unas voces.

— Señorita Rubí no puede pasar, el señor está ocupado — dice Iván cuando Rubí entra a mi oficina.

— Que está pasando aqui — dice Rubí entrando molesta.

— Que nos vez niñita que estamos ocupados — dice Natalia levantándose del suelo.

— Tu te callas zorra no sabes que Jehan es un hombre comprometido — dice y sabe que no es asi y me molesta sabe que no me casare no aún.

— Rubí ya cállate, Natalia sal de aquí — digo abrochandome el pantalón aún es mi silla.

— Querida donde está tu anillo que no veo se te olvida que Jehan no es hombre de matrimonio — dice Natalia molesta y no hace caso a mi orden.

— Aquí está mi anillo — dice mostrando una prueba de embarazo.

— Sal — le grito a Natalia molesto como que una prueba de embarazo.

— Que es eso Rubí — digo levantándose de mi asiento y llegando en dos sacadas a ella.

— Lo que ves estoy embarazada — dice con seguridad y me molesto aún más.

— Como que estás embarazada ese hijo no es mío — digo molesto tomándola del brazo con fuerza— y si lo es sabes que hacer con el.

— No voy a hacer nada es tu hijo y te harás cargo no voy a matar a mi hijo — dice molesta soltándose de mi agarre.

— Te has vuelto loca sabes que no quiero hijos y ahora mismo te vas a una clínica — digo y saco un fajo de billetes y se lo tiró.

— Loco tu qué crees que voy a hacer lo que dices — dice molesta tomando el fajo de billete y acercándose a la puerta — Nos veremos de nuevo en el altar, osito — dice y sale de mi oficina y no sé qué va a hacer, pero no me voy a casar con ella.

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                 Narrador.

Rubí, sale molesta del departamento de Jehan, penso que al mostrarle la prueba de embarazo el caería rendido a sus pies y se cansarian, pero fue todo lo contrario lo encontró con una mujer y le dio un fajo de billete para matar a su hijo, pero ella tiene un plan b que sabe que ese si saldrá bien.

Rubí, llega a una mansión muy lujosa, la mansión Volkov, si, donde vive Julieta la madre de Jehan.

— Dígale a la señora que Rubí Kuzmina está aquí —le dice a una empleada, y espera un rato en la sala de la mansión es su segunda vez allí y queda asombrada con todo lo que hay a su alrededor. Todo es un verdadero lujo.

Sabía que al casarse con Jehan, todo en su mansión y todo de ella iba a ser un lujo, por esta razón se dejó embarazar.

— Que inoportuna visita Rubí — dice Julieta con cara amarga.

— Si lo mismo digo Julieta — dice molesta.

— Señora para ti — dice Julieta de nuevo.

— Mire, Señora. Solo he venido a una cosa — dice Rubí con una sonrisa mientras saca la prueba de embarazo de su bolso y la deja en una pequeña mesa que está en la sala.

— Que es esto, yo no te hice el hijo deberías ir donde Jehan— dice Julieta sorprendida pero no lo da a notar.

— Ya lo hice pero su querido hijo estaba con otra mujer y me dio un fajo de billete para que me sacara a nuestro hijo y no lo voy a permitir y he venido a negociar con usted — dice con toda la seguridad del mundo.

— Que quieres Rubí, se que no has venido para que dialogue con Jehan así que ve al grano de una buena vez — dice acomodándose en el sofá.

— Quiero ser la señora Volkov — dice Rubí con una sonrisa enorme.

—Te has vuelto loca de eso ya no cabe duda — dice Julieta riendo de la locura que dijo Rubí.

— Loca va a quedar usted y toda su familia a ver lo que voy a hacer — dice Rubí sonriendo aún sabe que Julieta no dejará que su familia se ponga en boca de la farándula — O su hijo se casa conmigo o yo salgo a las revistas y los canales de noticias a decir que su hijo no se quiso hacer cargo de mi hijo.

— Ya sabía yo — dice Julieta molesta.

— Quiero mi respuesta ya, no estoy para perder el tiempo aquí con usted — dice Rubí molesta.

— Hablare con jehan y en una semana se casan —dice Julieta y se levanta — Ahora por favor vete de mi casa.

— Sabía que con usted si iba a poder hablar, adiós suegra — Dice Rubí y sale feliz por su cometido.

Pero Julieta le tiene una bien preparada, Rubí cree que al casarse con Jehan obtendrá la mitad de todo pero no sera así.