La Chica Insolente del Casanova

El ambiente en el comedor parecía muy silencioso. Solo se escuchaba el tintineo de las cucharas, rompiendo el silencio entre ellos. Si Pandu parecía disfrutar de su comida, a diferencia de Rasya que estaba ocupada mirando el rostro apuesto de Pandu que era tan encantador.

Aunque parecía concentrado en su bocado, pero el rabillo del ojo de Pandu miró a la chica que desde hacía un rato apoyaba las manos y lo observaba.

"¡Ejem!"

Rasya se sobresaltó cuando la carraspera de Pandu tocó sus tímpanos. Las pupilas de Rasya miraron el plato del hombre que estaba vacío, solo la cuchara y el tenedor estaban boca abajo allí.

"¿Está rico, señor?", preguntó Rasya satisfecha.

"¡No!", respondió Pandu brevemente. El hombre se limpió los labios con un pañuelo, luego lo tiró al plato sin cuidado.

"¡Bah, señor! No seas tan presumido. Dices que no está rico, pero te lo has comido todo. Menudo embuste", refunfuñó Rasya. Los labios de la chica se fruncieron, pero sus manos apilaron los platos sucios de Pandu y Arga que también acababan de terminar.

"Espera un momento". Pandu detuvo a Rasya que estaba a punto de irse con dos platos sucios en las manos.

"¿Qué más, señor? ¿Quiere repetir?", preguntó Rasya con desgana.

"¿Por qué no comes?", replicó Pandu después de darse cuenta de que desde hacía un rato, la chica no había cogido ni un poco de arroz.

"Madre mía, señor. Pensaba que quería repetir. Voy a comer atrás. Váyase a descansar, señor", dijo Rasya con tranquilidad.

"¿Atrás? ¿Por qué no aquí?" La frente de Pandu se arrugó, haciendo que ambas cejas se juntaran.

Rasya soltó una carcajada al escuchar la pregunta de Pandu que, según ella, era 'estúpida'. La chica suspiró profundamente, luego exhaló con fuerza.

"¿Cómo es posible, señor? ¿Dónde se ha visto que un jefe y una sirvienta coman en la misma mesa? ¿Acaso no le da reparo?", espetó Rasya que hizo que los labios de Pandu se cerraran al instante. Los labios de la chica sonrieron ampliamente, Pandu que lo vio se sintió incómodo.

"La próxima vez come con nosotros. No comas sola", dijo Pandu sin apartar la mirada.

"No como sola, señor. Como con Jackie", replicó Rasya. La frente de Pandu volvió a arrugarse. Si no recordaba mal, solo ellos tres estaban en la villa.

"¿Quién es Jackie?", preguntó Pandu con curiosidad.

"Ya basta, señor. Mejor no preguntes tanto como un periodista. Ya tengo hambre, váyase a descansar". Rasya caminó de vuelta a la cocina.

Pandu miró el cuerpo menudo de Rasya que poco a poco se alejaba de su vista. Después de que la chica desapareció por completo, la mirada de Pandu se dirigió a Arga con suspicacia.

Arga tragó saliva con dificultad al ver la mirada de Pandu que parecía devorarlo por completo. Arga estaba a punto de levantarse, pero Pandu detuvo la mano de su asistente personal al instante.

"Dime, ¿quién es Jackie?", preguntó Pandu con una mirada penetrante.

"No lo sé, amo". Arga se inclinó respetuosamente.

"¡No mientas, Ga! ¿Acaso no sabes que no me gusta que entre nadie más en esta villa!", exclamó Pandu. Esta vez, el apretón de su mano se convirtió en un fuerte estrujón.

Al ver la emoción de su jefe que estaba a punto de subirle a la coronilla, Arga solo suspiró profundamente porque realmente no sabía, quién era la persona cuyo nombre había mencionado antes.

"Amo, mejor vea usted mismo, qué hombre ha traído la señorita Rasya aquí". Arga habló suavemente para calmar la emoción del hombre.

El apretón de la mano de Pandu se soltó sin más. El hombre se levantó, y dio pasos grandes hacia la cocina para comprobarlo. Sin embargo, nada más llegar a la puerta de la cocina, los pasos del hombre se detuvieron con la mirada fija en la figura de la chica que en ese momento estaba comiendo con un gato a su lado.

Arga que lo seguía de cerca también se sorprendió al ver esa escena. La mirada de Pandu hacia Rasya se sintió aún más profunda. No sabía por qué, el hombre sintió una sensación extraña que se colaba en su corazón.

Miau, miau

El gato con el pelaje blanco mezclado con marrón bajó de la mesa y olisqueó las piernas de Rasya al ver la presencia de Pandu. Sin embargo, la chica no se había dado cuenta en absoluto. Rasya cogió un hueso de pollo al que aún le quedaba un poco de carne, luego lo puso en un plato de plástico que estaba situado al lado de su plato.

"Jackie, vamos a comer. Para que tu cuerpo esté más lleno, no estés delgado como yo". Rasya bromeó, la chica intentó ordenar al gato que volviera a subir, pero Jackie solo maulló abajo.

Rasya al verlo se quedó muy sorprendida. Se levantó inmediatamente, pero nada más sentarse erguida, Rasya se sorprendió al ver a dos hombres apuestos de pie mirándola fijamente.

"Estamos muertos, Jack. Nos ha pillado el señor Panu". Rasya se levantó y cogió al gato en sus brazos.

"¡Lo siento, señor!" Después de decir eso, Rasya corrió hacia el jardín trasero llevando el plato de plástico con la comida de Jackie, mientras que el plato que contenía su comida quedó tirado en la mesa sin más. Pandu al ver eso se quedó aún más perplejo.

"¡Persíguela y dile que vuelva aquí, Ga!", ordenó Pandu. La voz del hombre sonó muy firme.

"Pero, amo..."

"¡Persíguela! ¡Tráela aquí, si no quieres, arrástrala!" La voz de Pandu sonó más alta. Quisiera o no, Arga se dirigió al jardín trasero para buscar a la chica. Mientras que Pandu ahora se sentó en la mesa de la cocina con las manos apretadas golpeando la mesa lentamente.