¿Que es lo que lleva a un hombre a cometer el pecado de la infidelidad?.
Darío Álvarez narrará su historia y con sus propias palabras nos explicará que lo llevo a tomar la decisión que cambiaría su vida para siempre.
Esta novela será narrada desde el país de Argentina. Mendoza, donde yo vivo. Así que todas las fotos son de mi querida provincia. Los invito a disfrutar de la hermosura que regala mi tierra.
NovelToon tiene autorización de yanina para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
La felicidad empieza por uno mismo.
Esta vez soy yo quien le invita a un bodegón que me recomendó un colega.
Nayeli como de costumbre luce asombrosa en un vestido negro. Tomamos unas cuantas copas de vino y comienzo con mi patética vida.
Cada tanto observó su mirada y solo encuentro consuelo. No se ve molesta, al contrario, me ofrece dulces palabras de aliento.
__ Mira Darío entiendo en partes, como te conté antes.
Sé lo que se siente vivir con alguien que no te aprecia, pero a diferencia tuya nosotros no tenemos hijos, ni tampoco tu esposa te ha sido infiel. Pero es claro que ella no te considera su pareja.
Déjame contarte una historia que alguna vez escuché.
Una mujer vivía en un infierno atada a su marido.
El hombre no solo le engañaba, también la golpeaba e insultaba, pero aun así no se fue.
Por los hijos, por el hogar, por el qué dirán.
No quería dejarle todo por lo que había luchado a una cualquiera, pero un buen día le preguntó a su hijo mayor si era feliz.
¿Y sabes lo que le respondió?
Que nunca lo fue, prefería mil veces ser hijo de una madre soltera a tener a sus dos padres juntos odiándose a muerte.
Que prefería vivir bajo un puente a tener un supuesto hogar donde únicamente había gritos e insultos.
Que aferrándose a la idea de no romper la familia solo le estaba enseñando que la mujer sirve para descargar la ira y frustración, que puede ser humillada a voluntad y sin reclamar nada.
Y que a sus hermanas le enseñaba que no importaba el que. Siempre deben quedarse con sus maltratadores, que deben de sacrificar su propia felicidad por los hijos.
¿Ahora lo entiendes Darío?
Sé que tú no eres un abusador, pero tu hijo tampoco está viviendo una familia feliz.
Yo creo que deberías de hablar claro con tu esposa y que te diga que es lo que siente.
Nadie en tu casa vive una buena vida.
¿O esperas tener 80 y darte cuenta de que todo fue en vano?
¿Qué nunca sentiste verdadera felicidad?
Sus palabras me atraviesan el pecho como dagas, tenía tanta razón.
Yo no era feliz, mi esposa tampoco y mi pequeño Catriel mucho menos.
Me aferraba a la idea de que quería que creciera en una familia unida pero desde el comienzo nunca lo fuimos.
Entonces y sin darme cuenta me vi diciéndole que me gustaba mucho, que sentías cosas por ella.
Su sonrisa me dio a entender de que a ella yo también le llamaba la atención
Seguimos bebiendo, iban quedando los vasos vacíos. Vino derramado, su cuerpo y el mío se movían por voluntad propia al son de la música de Romeo Santos.
Casi de madrugada vemos la salida del sol junto a un río tomados de la mano sentados en el capó de mi coche.
No lo resisto más y por fin la beso, ella me empuja, pero luego me lo devuelve con más intensidad.
No pensamos en nada más y nos entregamos a la pasión del momento.