El matrimonio, con el tiempo, irremediablemente, se transforma en rutina, pero cuando una retaila de "M" se unen, se convierte en dinamita pura, que detona en una peligrosa explosión, destruyendo la vida misma de forma Siniestra: Matrimonio de Mierda, Monotonía, Mentiras, Maldad, Misterio... Muerte! ¿Fue realmente el azar? ¿O fueron malas decisiones? ¡Las señales estuvieron siempre a la vista y, no las vimos! ¿O tal vez, no las quisimos ver?.. Este es más un drama, con eventos de suspenso sobrenaturales, espero lo disfruten.
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Capitulo X Inicia el Espectáculo
Después de 40 minutos, las hermanas llegan al sitio indicado, Herminia exclama:
-¡Wow, es hermoso este sitio!- se queda impresionada, salen del vehiculo entregándole al joven del estacionamiento, las llaves del vehículo, recibiendo un ticket a cambio, ambas mujeres elegantemente vestidas, entran al casino, cambiando dinero por fichas, siendo conducidas hasta las máquinas tragamonedas, por solicitud de Samanta:
-¡Qué emoción Sam, vamos por esta máquina que está libre!- se iba a sentar cuando Sam le advierte:
-Hermy, en el casino, debemos seguir 3 reglas, 1) No excedernos del presupuesto que hemos determinado para invertir. 2) Si perdemos lo invertido, nos vamos, no debemos aumentar las apuestas, si ganamos, nos vamos, con el poco o mucho dinero obtenido, y lo gastaremos en otro sitio, si lo deseas. Aquí, el autocontrol en el gasto es primordial. 3) Y por último, no te sientes en cualquier máquina, fijate en el RTP de las máquinas, decídete por el más cercano al 100% o por encima del 95%, eso indica que son los más jugados, así que te pueden dar premios más rápido- explica Sam
-¿Y de dónde sacas tú todo ese conocimiento de experta, que yo sepa nunca vienes a estos sitios- se sorprende Herminia, mientras toma la copa de vino blanco espumoso, que le ofrece la mesonera, en una bandeja, lo mismo hace Samanta, para contestar:
- Esa es la ventaja de trabajar en un bufete de abogados, conoces todo tipo de gente - le hace un guiño con el ojo izquierdo, en señal de complicidad, mientras le indica la máquina tragamonedas, donde deben sentarse, comienzan a observar el demo para saber jugar. Luego le pregunta a una de las chicas con uniforme, que trabajan en el casino:
-¿A qué hora es el espectáculo?-
-A la media noche, hay todo tipo de espectáculos en varios salones, le aconsejo, que mire en el bar, hay folletos escoja el que desee, se acaban rápido las entradas, los espectáculos de "adultos", son los más solicitados y tienen cupos limitados- con una amable sonrisa contesta, y luego se aleja.
-Hermy, quédate aquí en tu máquina, mientras voy al bar a buscar un folleto, para que escojamos el espectáculo que veremos-
-Esta bien, pero no te tardes mucho- Herminia se concentra en el juego de su máquina.
Samanta camina entre la gente para llegar al bar, un guapo y joven barman, rápidamente le pregunta con una gran sonrisa:
-¿Qué desea la dama para tomar?-
-Por favor, un Aperol Spritz- responde para luego preguntar:
-¿Dónde están los folletos de los espectáculos de esta noche?-
-Me temo que ya se agotaron las entradas para todos los espectáculos hasta las 12; pero, hay un espectáculo VIP a la una de la mañana, reciéntemente lo informaron, ¿Quiere una reservación?-
-¿Es lo único que queda? Entonces, por favor, reservame dos entradas- responde rápidamente.
-También reserva una habitación con dos camas individuales en el hotel, si es posible hacerlo desde aquí, te lo agradecería mucho-
-Por supuesto que sí, en seguida le hago las reservas- El barman con gentileza, hace ambas reservaciones, solicitándo los datos de Samanta. Luego, trae una máquina para que pague con tarjeta las entradas al espectáculo y la habitación. Samanta se sorprende, eran 2 mil dolares por ambas entradas, pero las paga, le entregan 2 antifaces junto a 2 tarjetas, le indica que el salón a donde debe dirigirse, está en el sótano, debe presentarse una o maximo media hora antes del espectáculo. A la hora indicada, se cierran las puertas y ya no podrán entrar; eso advierte el joven hombre, sin perder la sonrisa. Ella da las gracias y le entrega una generosa propina. No muy lejos de allí, Carolina la estaba observando, tramando que esa misma noche haría que Samanta supiera de la infidelidad de Robert, ya está cansada de ser la amante. Compra con la tarjeta de Robert, dos entradas para el mismo espectáculo. Y se aleja con una media sonrisa impregnada de malicia. Se acerca a la mesa de la ruleta, donde estaba Robert apostando y perdiendo reiteradas veces.
-Amor, compré entradas VIP para la 01:00-
-Está bien. Estoy perdiendo mucho dinero aquí. Vamos al blackjack- dice Robert, ya había bebido y gastado bastante, como es su costumbre, es un adicto a los juegos y se gasta una fortuna en ellos.
- Si, mejor nos vamos a la sala de Blackjack- acepta Carolina, para alejarlo de ese sitio tan expuesto, quiere que los vean en la sala VIP. Escuchan una algarabía. -Al parecer alguien ganó el premio gordo en las máquinas tragamonedas. ¡Un suertudo!- exclama Robert, abrazando a Carolina, se dirigen al salon de cartas, para seguir gastando su dinero ahora en cartas.
Samanta, se va acercando a las máquinas en busca de su hermana, cuando escucha la algarabía, por el fuerte ruido de la máquina, anunciando un ganador. Era su hermana
Ve la felicidad en el rostro de Herminia y se siente feliz por ella, merece ese momento de alegría.
-¡Sam, Sam, gané, gané! ¿Lo puedes creer?- mientras la ayudan a recoger las fichas.
-¡Eres increíble! ¡Suertuda!- grita riendose Samanta, ayudándola con las fichas, se dirigen a canjearlas. Se ganó un total de 5 mil dólares. Herminia, divide el dinero en mitad para su hermana.
-No me lo rechaces, tú compraste las monedas y escogiste la máquina, gracias a ti gané, así que ese dinero es de las dos- con una gran sonrisa manifiesta su alegría, Herminia.
-¿Ahora vamos a la ruleta?- pregunta Herminia, tomando de la mano a Samanta arrastrandola nuevamente hacia la sala de juego.
-Está bien, ya que ganaste y es tu primera vez, juguemos en la ruleta, aunque estamos rompiendo las reglas- reprende sutilmente Samanta.
-Vamos, no te pongas mandona, la semana próxima voy a estar con el oncólogo, hoy quiero divertirme toda la noche, me hace falta una dosis doble de felicidad para olvidar mi desgracia, aunque sea una sola noche- responde Herminia, Samanta asiente, la entiende perfectamente.
Se sientan alrededor de la ruleta, mientras comen un bocadillo que ofrecen en bandejas, con jamón serrano, otros con queso brie, manchego y muchos tipos de embutidos. Toman una nueva copa de vino champañizado, aunque también ofrecen whisky, que ellas rechazan.
-¡Hagan sus apuestas!- grita el crupier
- ¡28 rojo!- grita Herminia emocionada
-Apostemos a las edades- susurra Herminia.
-No hay 38, esto llega hasta el 36- se rie Samanta, en voz bajita.
Corre la ruleta y pierden, así van apostando a combinaciones de números con fechas de casamiento, edades y por último al pasar una hora, ya habían perdido casi todo lo ganado.
-Apuesta al tercio del cilindro, vamos al 10, y si pierdes, nos retiramos- aconseja Samanta.
El crupier pica una bola sobre la rueda en movimiento, luego de que esta gire algunas veces cae sobre una de las casillas de la ruleta. Al culminar las apuestas, esta lanza la bola y cuando esta se detiene en la casilla del 10, se anuncia el ganador y las apuestas premiadas.
Herminia grita de felicidad, vuelve la algarabía.
-¡Ahhhhh! ¡Ganamos Sam, ganamos!-
-¡Tienes una racha de buena suerte!- Samanta abraza a su hermana. Van a cambiar sus fichas, ganaron 6 mil dolares.
Todos la ven con envidia, ya era casi la hora del espectáculo.
-Vamos. No podemos seguir en este juego. El espectáculo está por comenzar, no quiero perder mis 2000 dólares- saca casi arrastra a su hermana, solicitan información del salón donde se hará el espectáculo. Saca de su cartera los antifaces negros, le ofrece uno a Herminia y ella se coloca el otro.
¡Sí, definitivamente, el espectáculo está por comenzar!
Es a los diez años es que entra la crisis de pareja, donde se empieza hacer balances, sumas y restas para darse cuenta si valió la pena el sacrificio y el esfuerzo