Cerezos De Sangre.

Luna...

Después de pequeño tours por la empresa, me quedo en la que será mi oficina de ahora en adelante y al lado mio esta la de este hombre terco que tengo en frente, esta revisando algunos balances y archivos en la que es mi computadora, me siento inútil así que para no quedar de tonta y sin conocimiento, tomo mi teléfono y voy ajustando desde aquí la lista de contactos y correos que van dirigidos hacia mí.

De vez en cuando él me observa con gran disimulo, pero se nota que no deja de mirarme, ni crea que me voy a llevar bien o que cree que soy como las otras dos chicas que estaban fuera del ascensor.

... Que no termino de pensar en ellas cuando una risa chillona se oye afuera de la oficina.

° Perdón Ricardo, te traje un café.

... Él se sorprende y sé para de inmediato para abrir la puerta. Yo ni lo miro cuando pasa por mi lado.

• Bueno sí, he gracias Lorena.

° Tengo tiempo para poder concretar alguna salida, que dices.

• Yo, ahora estoy trabajando y no puedo... Además, no creo poder salir contigo.

... La tipa esa la toma la corbata y él ni siquiera se inmuta a negarse. Es tan pegajosa que me incomoda su presencia y su comportamiento.

• Sabes que Ricardo, te recuerdo que estamos trabajando.

... Él gira a verme, recibe el café y sonríe amablemente. La tipa se va incómoda, creo que no pensó que yo estaba aquí. La puerta se cierra suavemente.

• Es necesario que digas eso, porque si hablamos de trabajo, soy yo el que está haciendo y revisando archivos, creando carpetas nuevas y todo esto, mientras tú estás revisando tu teléfono.

• Eso crees, mira Lanka, te recuerdo que aquí solo eres un accionista más de la empresa de mi padre, no solo estoy con mi teléfono, sino que estoy revisando y adjuntando archivos, ya que tú tienes ocupado mi lugar...

• Bueno sí quieres me voy y como eres tan capaz hazlo tú. No creas que una niña engreída como tú va a venir a decirme que es lo que debo y no debo hacer.

• Té puedes ir, no estás obligado a quedarte. La puerta es demasiado ancha para que salgas tú y tu ego.

... Su rostro está rojo del coraje, pero no crea que va a venir a faltar me es respeto, si él me alza la voz pues yo igual, tipo reacio y solo piensa con lo que tiene en los pantalones. Ve un par de piernas y senos y cae con la baba en la corbata.

• Mira Prioste, en primer lugar estoy aquí por petición de mi padre y mi madre, te recuerdo que es una promesa que deben cumplir, en segundo lugar tú para mí me eres totalmente indiferente y en tercer lugar no me gustas para nada y como te dije si no puedo escapar de este matrimonio, créeme que durante el tiempo que estemos casados no te voy a tocar, serás tú la que me busque y ruegue por un beso mío.

• Vaya que la vanidad la llevas en la frente, yo no soy el tipo de mujer con que estás acostumbrado a salir, la que por palabras bonitas te abren las piernas, eso conmigo no va.

...Se va acercando más a mí y yo retrocedo hasta que mi espalda toca la pared...

Quítate que me...

• Que, que, que la señorita y futura esposa mía se pone nerviosa al tener a su futuro marido a escasos centímetros de su bello rostro.

Mírame a los ojos Prioste, por las buenas soy bueno, pero si tú insistes en llevar una relación con esas actitudes pues veo que será difícil llevar nuestras vidas en una misma casa con tranquilidad.

• Aléjate de mí...

• Y si no lo hago...

...Ya no resisto más tenerla aquí frente a mí hace que este sentimiento sea impulsado y sus labios son tan...

La beso mientras ella se niega, tomo sus manos y la acercó más a mí quedando unidos, ella da pelea, pero en unos segundos se queda quieta y me corresponde torpemente, pero a la vez con delicadeza hacia mí, veo que es su primer beso o así lo siento.

Vaya que esto es totalmente distinto para mí, hasta que un sonido en la puerta nos trae a nuestra realidad.

La suelto y ella se sacude el rostro porque lo trae rojo.

° Señor Lanka, señorita Prioste la junta será llevada en unos minutos.

• Gracias.

(Respondemos a uni sonido)

Ricardo...

Yo no digo nada, me arreglo la corbata, mientras ella acomoda su traje y su labial. El silencio reina entre nosotros y me veo aquí tan tonto que no sé cómo comportarme, hice mal en robarle unos besos, pero no estoy arrepentido, por el contrario, me gusto y lo volvería hacer una y mil veces más.

• He yo... Lamento la situación que acaba de pasar.

• No fue nada, solo un beso y ya.

Luna...

Salgo primero con el rostro caliente y muero de vergüenza por caer en su juego, hace minutos odiando y ahora confundida por lo que me tocó vivir... Quiero desaparecer en este mismo instante. Vaya que es increíble lo que acaba de pasar.

Estoy saliendo y el señor Lanka viene por el pasillo.

° Luna hola, como va todo.

• Señorita Lanka, bien. Nos acaba de avisar que la junta dará inició pronto.

° Sí. Eso me dijeron y mi hijo.

• Aquí estoy padre, nos vamos ya.

La dama primero.

• Gracias.

... Solo camino, mientras se que mi rostro debe estar rojo, porque siento que me quema la cara y mucho. Como permití que eso pasara, mi primer beso y con el hombre que odio o ya no. Hayyy, me volveré loca.