Renata De La Rosa estaba profundamente arrepentida del daño que que había hecho, pues su amor desmedido por un hombre la hizo hacer cosas de las que no le alcanzaría la vida para arrepentirse. Lo único bueno de todas sus acciones fue un ángel, uno que la llamaba mamá
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Regreso
Era un sábado en la tarde y estaba toda la familia reunida, pues lo hacían por lo menos una vez al mes, ya nadie preguntaba por Marcus, pues cuando lo hacían veían el semblante de Renata cambiar de alegre a triste y ellos la apreciaban, el tiempo conviviendo con ella había sido muy bueno pues comprobaron que Luciano tenía razón cuando les dijo que la amarían en cuanto la tratarán, Renata era una mujer dulce, alegre, con una sonrisa muy bonita. Renata estaba amarrando las agujetas de Luciano cuando se acercó Bruno, este se había hecho muy cercano a ella, ella agradecía tener un buen amigo como el, lo que no sabía es que Bruno no la veía con los mismos ojos, si bien cuando la conoció le pareció hermosa el tratarla y conocerla lo convenció de que no solo era hermosa por fuera si no también por dentro y no había logrado evitar enamorarse de ella, pero sabía que ella estaba enamorada de Marcus que a ojos de Bruno y de todos era un estúpido por no ver a la maravillosa mujer que tenía a su lado
- yo daría cualquier cosa porque ella me amara la mitad de lo que lo ama a el- pensaba Bruno
- Hola bellísima
- Hola Bruno
Renata volteó y lo saludo de un beso en la mejilla
- Déjame ayudarte
Bruno se agachó y terminó de amarrar las agujetas de Luciano
- Muchas gracias
- De nada, como has estado? Pero que pregunta más tonta, estás más bella que el mes pasado
Renata se sonrojo, pues Bruno siempre tenía halagos hacia ella, aunque no estaba bien, ella se sentía bien pues decía que era bueno que de vez en cuando alguien le recordara lo bonita que era.
- Muchas gracias
Bruno le estaba contando que había ido a ver una exposición de arte y que las pinturas eran realmente buenas, Renata escuchaba con atención pues le gustaba mucho platicar con Bruno pues el siempre tenía un tema de conversación muy interesante, además de que si ella no sabía del tema el no se burlaba ni la hacía sentirse ignorante al contrario le explicaba de una manera tan simple que ella lo entendía rápidamente. Bruno tenía toda la atención de Renata que nadie se dio cuenta cuando Marcus había llegado y este lo primero que hizo fue posar la vista en ellos, algo le incómodo pues ella seguía sin cambiar.
- Hijo que bueno que volviste
- papá!!!
Luciano corrió a los brazos de su padre, pues estaba feliz de que su padre por fin regresará, Renata sintió su corazón desbocado al saber que había vuelto pero lo disimuló, pues aún seguía molesta con el. Marcus tomó en brazos a Luciano y lo lleno de besos y cosquillas lo que provocó que el niño riera a carcajadas. Renata se sentía bien de ver sonreír de esa manera a su hijo.
- Estás más grande desde la última vez que te ví
- Mami dice que io crecer grande, como papá
Marcus volvió a mirar a Renata y cuando sus miradas se encontraron Renata volvió a dar su atención a Bruno pues ya sabía que acercarse a Marcus solo hiba a lograr que ella terminara llorando y sentía que había llorado tanto que ya no le quedaban lágrimas. Lara se acercó a ellos y terminaron riendo de una historia que contaba Bruno, Marcus de tanto en tanto volteaba a verlos y después centraba su atención en su hijo
- Deverías ir a saludarla
- Para que? No ves que está muy ocupada, que ni siquiera se digno a venir a recibirme
- Y si hubiese venido, se habría marchado llorando como siempre
Marcus hizo un gesto con la mano para dar por terminado el tema. Cuando la reunión termino y todos se fueron Marcus llamo a Renata a su oficina, este espero más de una hora pero ella no apareció molesto fue a buscarla a su habitación, Renata ya sabía que él Hiba a gritarle así que prefirió ahorrarse la pelea y no ir, además de que estaba cansada y quería dormir, estaba feliz de que Marcus hubiese vuelto pero también extrañaría dormir en su habitación, tenia la mente ocupada hasta que su puerta se abrió de golpe
- Te llame a mi oficina hace una hora y no apareciste se puede saber el porque?
- Porque siempre que me llamas es para gritarme, insultarme, recordarme que me odias y no sé qué tantas cosas más, y ya estoy cansada de que me grites
Marcus no sabía que decir, él no había esperado está actitud en ella
- Pero ya que has venido hasta aquí supongo que tú rabia no pudo esperar así que gritame lo que tengas que gritar y después vete que estoy cansada y quiero dormir
- Está vez esperaba hablar civilizada mente contigo
- Eso es nuevo, te escucho
Marcus le dijo que había pensado en su hijo durante estos meses y que había regresado con el fin de pasar más tiempo con el, ella dijo que hacía bien, el le dijo que como no tenía trabajo por algunas semanas quería pasarlas con el niño, pero solo con el, y le quería decir que si él niño insistía en que salieran los tres ella se negará
- Está bien, si ya acabaste vete, ah y no vuelvas a entrar a mi habitación sin tocar
- Estoy en mi casa y tu eres mi esposa
- Que está sea tu casa no te da el derecho de entrar de esa forma en la habitación de nadie, y ya que tú nunca me has considerado tu esposa si no un lastre con el que tienes que cargar, te voy a pedir que me dejes tranquila, ahora vete
Marcus se fue, pero estaba muy desconcertado pues no era el recibimiento que el esperaba. Renata tenía el corazón estrujado pues se moría de ganas por correr a sus brazos y decirle cuánto lo extraño pero sabía que solo recibiría rechazos y sabía que no aguantaría uno mas