Maktub, estaba escrito. Se define como lo que está destinado a ser sucede, esta es la historia de Emir el hijo mayor de Mahtob, y de Kala una mujer musulmana Chií, hija de un líder Iraki que vive en Kerbala una de las ciudades sagradas. Al cruzarse sus caminos, todo cambia. Luchar para poder vivir su amor no será fácil. Al mismo tiempo su hija Zeynep será objetivo de los pecados de su padre, la verdad tarde o temprano siempre nos lleva al mismo lugar. Por más que la ocultemos es como el agua, siempre busca su cause. Nuestra querida Mahtob y Pedro, estarán listos para enfrentar todo lo que viene para ellos. La vida está en constante cambio. Maktub
NovelToon tiene autorización de Nay Escoto para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Nuevo Hogar
Capítulo 11
Kala no miraba a Emir, aún tenía con ella sus pocas pertenecías. En el aeropuerto mostró sus documentos y los de ella que le había entregado el padre. Al parecer los que ella había tomado no eran válidos.
—Pregúntale a tu esposa si quiere algo de comer.—le decía Tono
—Kala ¿Quieres algo de comer?.—preguntó Emir
—La (no), Shukran.—respondió Kala
—Debes comer algo, el viaje a mi país es largo, así que vamos a comer.—decía Emir
—No tengo hambre, ustedes coman.—decía Kala, decidió Tono ir a buscar comida para los tres, él había conseguido un boleto de avión y saldría una hora antes que Emir
—He vuelto, traje agua y té, algunos refrigerios.—decía Tono
—Kala, come.—le decía Emir
—De verdad no tengo hambre.—se negaba Kala
—Está bien, no insistiré.—dijo Emir y se levantó del asiento, Kala se asustó al ver su reacción
Tono guardaba silencio ya que él no hablaba árabe y Kala no hablaba otro idioma. Además jamás la habían visto sin usar el burka que la cubría. Era muy diferente a Mahtob, sin duda no todos los musulmanes eran iguales. Y cuestionaba si realmente se basan en las enseñanzas del profeta o solo era conveniencia de los hombres para reprimirlas, matrimonio temporal le sonaba a prostitución legal.
Mientras tanto en Milán, Elisabetta contactó a Zeynep para que organizaran la reunión de bienvenida para Emir. Ella aceptó con gusto
—¿Qué haces princesa?.—preguntó Pedro
—Terminando de organizar la bienvenida para mi hermano, Elisabetta me solicitó ayuda.—respondió Zeynep
—Eres la más indicada para ayudarle con eso, ¿crees que algún día tu hermano formalice con ella?.—preguntó Pedro
—A decir verdad, tu hijo ya se tardó, tienen años juntos. Hacen bonita mancuerna—respondió Zeynep
—Espero que todos ustedes encuentren a la pareja idónea.—decía Pedro
—Nunca nos has contado tu historia, ¿cómo conociste a nuestra madre?.—preguntó Zeynep, dicen que ocultar es igual que mentir, como le explicaría a sus hijos que el se robó a Mahtob y que eso desencadenó un enorme lío
—Zeynep, yo…—antes de que pudiera continuar fueron interrumpidos por Javier
—Buenos días, ¿Puedo robarme a tu padre?.—preguntó Javier
—Si por supuesto, los dejo para que hablen. Después me contarás padre.—respondió Zeynep y se retiró
—Pero estás pálido, ¿Qué sucede?.—preguntó Javier
—Estaba apunto de contarle a mi hija mayor, como conocí a su madre.—respondió Pedro
—Pensabas decirle la verdad, eso es muy valiente. Pensé que Mahtob y tú no planeaban decirles.—dijo Javier
—Voy hablar con ella, la verdad siempre busca por donde salir. No solo me preocupa ser juzgado por lo que hice, también por lo que era.—respondió Pedro
—Afortunadamente Antonio ha hecho un gran trabajo, mientras él siga con vida tú seguirás siendo libre. Lo que me preocupa es que no ha podido tener descendencia.—le comentaba Javier
—Da igual, seguro alguien más ocupará su lugar.—respondió Pedro
—No es tan sencillo, Sherbina dijo que si él fallaba tú volverías a la organización.—le recordaba Javier
—Pero no ha fallado, eso fue hace años. Yo he cumplido mi parte, espero que ellos también lo hagan.—decía Pedro
Javier se mantenía a su lado, igual que Adler y Danilo. Ellos eran sus hombres de confianza y se dedicaban a cuidar a su familia
Zeynep estaba supervisando que todo estuviera increíble para recibir a su hermano.
—Señorita Zeynep, le enviaron este ramo de rosas de color rosa.—decía Antonia la ama de llaves
—Son preciosas y demasiadas. A ver veamos de quién son.—decía Zeynep
“Reciba este detalle, solo quiero decirte que no puedo dejar de pensar en ti. Con cariño, Anatoli Sherbina.”
Zeynep sonrió, eran hermosas. No eran las mismas rosas de siempre, ella detestaba las rosas rojas le recordaban a la hipocresía que había detrás del amor. Solicitó que las colocaran en su habitación, sin duda Anatoli había dado un paso acertado con ella
Estaban todos en casa, el vuelo había llegado de manera puntual Adler y el chofer fueron por Emir al aeropuerto. Ellos evitaron preguntar quién era la mujer musulmana que lo acompañaba. Kala jamás se había quitado el burka enfrente de Emir, aún cuando compartieron esos días juntos ella no dejaba que la viera, solo conocía a Nayla, desconocía quién estaba debajo del burka
Llegaron a casa, Kala quedó asombrada al ver un mundo totalmente diferente para ella, la mansión era enorme y hermosa parecía un castillo. Durante el camino ella observó todo su alrededor. Ya que jamás había visto tanta vegetación junta, ella sí había vivido en el desierto toda su vida. Ella estaba acostumbrada a ver casas en ruinas que había dejado la guerra que había enfrentado el país o muy viejas, sentía un cierto temor por todo lo nuevo
Bajo Emir de la camioneta y ayudó a Kala a descender de ella, había llegado el momento que tanto él temía. Estaban apunto de entrar, pero Kala esperó a que él avanzara para entrar detrás de él. Hasta el día de hoy es una costumbre, que ellas deben caminar detrás de sus esposos.
—Kala, no hagas eso. No va a pasar nada si no sigues las reglas.—le explicaba Emir
—Como usted ordene.—respondió Kala
Entraron juntos, en la sala estaba Khaled, Zeynep y sus padres, Mahtob se emocionó al escucharlo entrar pero cuando voltearon para verlo, se dieron cuenta que no venía solo
—Emir, ¿Quién es ella?.—preguntó Zeynep
—Familia ella es Kala Mubarak, y vivirá aquí con nosotros.—respondió Emir
—¿Te la robaste?.—pregunto Mahtob reviviendo lo que a ella le sucedió, todos estaban mudos, observaban a la mujer que usaba el burka negro
—No mamá, es mi esposa.—respondió Emir
—¿Qué dices? Pero ¿cómo?.—preguntaba Pedro, aunque él sabía que no podía decirle nada. No tenía la calidad moral para juzgarlo.
Kala se hacía cada vez más pequeña, además no entendía nada de lo que hablaban, Mahtob se acercó a ella
—Salam Aleikum.—saludó Mahtob, ella se sorprendió al escuchar a la madre del doctor Rashid
—Aleikum Salam.—respondió
—Llenaste de luz esta casa.—dijo Mahtob
—Shukran.—respondió
—Que te parece si subimos a mi habitación, y conversamos.—le dijo Mahtob, quería un poco de privacidad antes de hablar con Emir
Más que nada ella lo hacía porque empatizaba con su causa, Mahtob llegó a esa casa, llena de preguntas y miedos, sobre todo de cuál sería su vida a partir de ese momento, suponía que ella estaba igual o peor. Además quería averiguar si era su primer matrimonio.
Khaled estaba disfrutando de ver a Emir sufriendo, pero no iba a dejar pasar la oportunidad de burlarse de su desgracia
—Felicidades hermanito, quién pensaría que llegarías acompañado. Al parecer te divertiste demasiado, e ignoraste todos los consejos del abuelo Mohamed.—decía Khaled, Emir enfureció y trató de acercarse a su hermano
—No te burles de algo tan serio, no estoy de humor para aguantar tus ironías.—decía Emir mientras Pedro lo bloqueaba
—Basta los dos, Zeynep cancela la fiesta de bienvenida. Tenemos asuntos que tratar en familia. Vamos Emir, acompáñame al despacho debemos hablar.—decía Pedro, Zeynep obedeció de inmediato
Mientras tanto Kala le platico todo lo que había sucedido a Mahtob, desde como escaparon de su hogar para que su hermana recuperara la luz de sus ojos, lo culpable que se sentía de haber metido a Emir en ese enredo. Que jamás se había casado, que no tenía estudios, como murió su madre y como su padre las trató muy mal por el solo echo de ser mujeres. Kala lloraba, Mahtob la abrazó para consolarla.
Sabía que ella tardaría en adaptarse, se veía muy apegada a la religión. Cuando se quitó el burka observó a una joven muy bella y que sus ojos siempre mostraban compasión y valentía, la dejó para que tomara un baño después la llevaría a donde sería su habitación
—¿Dónde está Emir?.—preguntó Mahtob
—En el despacho con nuestro padre.—respondió Zeynep, Khaled veía molesta por primera vez a su madre con su hermano mayor, ella se acercó y llamó a la puerta
—Adelante.—dijo Pedro
—Ya platiqué con Kala, ¿Cómo se te ocurrió llevarlas a tu casa?. Debiste conseguirles hospedaje, lejos de ustedes.—pregunto Mahtob
—No lo pensé, estaban en la noche afuera de la clínica abrazadas, ella y su hermana enferma. Que esperabas que las dejara ahí toda la noche, arriesgando que abusaran de las dos. Se supone que yo dejaría Irak y ellas seguirían su camino. Pero su padre llegó.—respondió Emir
—y si no lo hubieras desafiado.—decía Mahtob cuando Emir la interrumpió
—Kala para esta hora estaría muerta, no era justo, ella sacrificó todo para salvar a su hermana de la oscuridad en la que vivía.—decía Emir
—Lamentablemente decidiste lo que creías mejor, pero en el mundo de los chií todo es radical. Ella estaba consciente de lo que le sucedería, ahora se siente culpable por ti.—le explicaba Mahtob
—Ahora resulta que prefería morir.—decía Emir
—No, pero ya se había conformado con su destino. Emir soy musulmana, pero ella pertenece a los chií, tiene otras creencias. ¿Ahora que planeas hacer?, es tu esposa y tienes obligaciones con ella.—pregunto Mahtob
—Si piensas que la traje para que vivamos como marido y mujer, de ninguna manera, planeaba dejarla allá y hacerme cargo de ella. Pero no pude porque ellas no tienen derechos, ni siquiera de vender sus propias pertenencias.—respondió Emir
—El matrimonio es sagrado hijo. Ella es tu responsabilidad, tal vez no es lo que esperabas. Pero debes comportarte como un hombre maduro, sobre todo responsable. Sabes que va a suceder con ella cuando la devuelvas, su padre la va a vender una vez más, otra y otra vez. Debiste comprar su libertad, para que jamás volviera a ese mundo. De la convivencia nace el amor, yo no amaba a tu padre, y con el tiempo lo amé con toda el alma. Date la oportunidad de conocerla, yo por mi parte la voy a ayudar. No tiene educación y buscaré la manera de que reciba las herramientas para que salga adelante.—le decía Mahtob
—Tu madre tiene razón, sigue siendo gentil con ella. Y hay que ayudarla, si no la llegas a amar, por lo menos ayudémosla para que se prepare para enfrentar el mundo.—decía Pedro
—Esta bien, pero no dormiré con ella.—dijo Emir
—De acuerdo, nadie te va a obligar y estoy segura que ella se va a sentir tranquila.—respondió Mahtob
Más tarde ella subió a verla, era muy bonita. Le había dado un camisón para dormir y mucha ropa que estaba nueva, maquillaje y ropa interior. Al parecer eran de la misma talla de ropa. Sobre todo le regaló varios Hiyab, poco a poco ella dejaría de usar su ropa. Solo era cuestión de tiempo.
Mahtob solicitó a Antonia que le subiera algo de cenar a la que sería la habitación de Kala. Estaba hambrienta, cuando terminó Antonio retiró la bandeja, después de que salió de la habitación. Kala se encerró con seguro para que nadie entrara, se sentó en la cama y sin darse cuenta se quedó profundamente dormida. De pronto comenzó a soñar que caminaba descalza y sin su velo por el desierto
Mahtob le daba mucha seguridad, Kala sabía que podía confiar en ella y esperaba que Emir la perdonara por haberlo sacrificado, haciéndose cargo de ella. Trataría de dar lo menos posible molestias y si era necesario les ayudaría en casa con los deberes, sobre todo para compensar lo que le daban
*******************************************
Chicas las invito a seguir nuestra página en Instagram somos un grupo de autoras amigas y compartimos nuestras historias finalizadas y en emisión.
También tenemos spoiler y aviso de capítulos o maratones
Nos vemos en nuestra página: *AutorasBandidas*
https://instagram.com/autorasbandidas?igshid\=NzZlODBkYWE4Ng\=\=