La Buscadora De Mates

SUSANA

Después de varias horas manejando al fin pude llegar a casa, en el camino hable con Julián y le hice un rembolso, y aunque al principio no quería aceptarlo, le deje muy en claro que eso no era negociable ya que su pareja es mi socia, y salir con clientes no estaba en la ética de nuestra empresa, por lo que tendría que dejar de ser cliente si quería salir con mi amiga, y con ese ultimátum Julián acepto el reembolso, el resto del camino me la pase hablándole a Julián de mi amiga ya que el hombre tenía una curiosidad infinita por la que sería su posible pareja.

Llegamos ya entrada la madrugada, y tuve que llamar a Eli para que me diera la copia de las llaves de mi apartamento ya que las mías estaban en mi equipaje secuestrado, por lo que me no me quedaba de otra que pedírselas a mi amiga, ya que por cualquier emergencia ambas tenemos una copia de las llaves de la otra.

📱Bueno, ¿Susi? ¿Qué tal tu viaje?– oigo que me contesta mi amiga desde el otro lado del teléfono

📱hola Eli, te llamo para pedirte las llaves de mi casa, estoy llegando, calculo que estaré allí en 10 minutos – le digo a mi amiga

📱¿Qué?, ya volviste, ¿Por qué? – me pregunta

📱es algo complicado de explicar por teléfono, cuando llegue te explico todo, tu solo sal a darme la lleve – le digo a mi amiga

📱está bien, está bien, pero no crees que te salvaras de explicarme todo – me dice y luego cuelga

- ¿Por qué no le hablaste de mí? – me pregunta Julián, y por su cara puedo darme cuenta que no le gusto para nada que no lo mencionara a mi amiga

- Porque eres una sorpresa – le digo y es que, por lo que pude darme cuenta estas personas son muy intensas cuando encuentran a su pareja, ya que la familia de Megan no parecía nada impresionada con la reacción de su hija, a pesar de que el señor Aaron era técnicamente un desconocido, pero como era su pareja lo aceptaron de inmediato, señal de que son iguales, por lo que Julián será mi boleto al buen descanso, ya que se ocupara de mantener entretenida a mi amiga mientras yo me relajo un poco, porque deberás lo necesito

- Está bien – me contesta con una sonrisa, al parecer le gusto eso de ser una sorpresa

Tal y como le dije a mi amiga llegamos en 10 minutos, al llegar me estaciono en frente del edificio y me volteo para hablar con Julián.

- Saldré primero y hablare con ella un rato, luego vendré por ti – le digo y antes de que pueda decir algo salgo del auto como si el mismísimo diablo me persiguiera

- Loca – oigo que me gritan y sin importar lo ridícula que nos vemos corremos a los brazos de la otra como si no nos hubieras visto en muchos años - ahora dime, ¿Por qué llegaste tan pronto? – me pregunta cuando nos separamos

- Antes que nada mis llaves – le pido a lo que ella me extiende un llavero y lo las tomo con una sonrisa – bueno te contare todo, pero antes te traje un regalo – le digo

- ¿un regalo?, ¿Qué es? – me pregunta muy emocionada, y es que a quien no le gusta recibir regalos

- Es una sorpresa, está en el auto – le digo

- Qué lindo auto, ¿es rentado? – me pregunta mi amiga

- No, me lo prestaron – le contesto y me acerco a la ventana del copiloto y le doy pequeños golpecitos – Julián sal, te quiero presentar a alguien – le digo a lo que Julián sale del auto y puedo ver como sus ojos de agradan y se pierden por toda la figura de mi amiga, y esta ni corta ni perezosa hace lo mismo que él – Julián, Elizabeth, Elizabeth, Julián, mi trabajo termino, los veo, mañana – le digo a mi amiga para irme de allí

- Eso sí que no señorita tenemos una conversación pendiente – me dice Eli, pero no puede ir muy lejos por que Julián la toma del brazo para luego aprisionarla en un abrazo

- Mia – oigo que le dice para luego darle la vuelta y besarla muy apasionadamente, y yo me voy de allí con una sonrisa

- A descansar – digo mientras me voy muy feliz de allí

NARRADOR

Julián estaba que no cabía en su felicidad, había encontrado a su pareja y era perfecta, físicamente era un hermosura, su cabello castaño y sus ojos marrones eran hermosos, su figura era la ideal para él, era bajita, un poco de más de 10 cm más pequeña que él, lo que a sus ojos la hacía lucir adorable, y su actitud, era alguien alegre y de un carácter fuerte, por lo que le había dicho Susana y el había visto, y si bien acababa de conocerla sabía que todo lo que descubriera de ella le encantaría tanto como lo que ya sabía de ella.

Por su parte Elizabeth no comprendía lo que estaba sucediendo, literalmente el hombre más guapo, hermoso y bellísimo del mundo estaba allí besándola como si ella fuera un vaso de agua en medio del desierto, era embriagante y muy increíble, así que por que no aprovecharlo, al parecer él era el presente de su amiga, ya después la interrogaría.

Así que dejando de lado las dudas, porque ¿Cuándo tendría la oportunidad de volver a estar con un hombre como este?, enredo sus brazos alrededor de aquel hombre y correspondió a su apasionado beso.

La pareja se besó por varios minutos, solo se separaban por la falta de aire, pero en esas pequeñas pausas, Julián a provechaba para explorar con sus labios la piel de su amada, sus caricias al inicio tímidas, eran cada vez más atrevidas y cuando Julián metió su mano bajo la falda de ella, Elizabeth lo detuvo.

- Alto ahí tigre, creí que si queremos seguir deberíamos entrar – le susurro ella, ya que lo último que quería era que la detuvieran por escandalo publico

- Soy más un lobo que un tigre y mi Luna – le susurra Julián en sus labios

- Bueno, lobito, hay que entrar – le dice Elizabeth a lo que Julián sorprendiéndola la toma en sus brazos y la levanta, haciendo que la chica enrede sus piernas alrededor de las caderas del hombre y se aferre a sus hombros para no caerse

- Acaso estás loco – le dice Elizabeth mientras sonríe

- Si, pero por ti – le contesta Julián con una sonrisa y con una noche prometedora por delante la pareja entra al edificio entre besos, ya que al estar tan cerca les era muy difícil contenerse