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Me Divorcié Del Protagonista Masculino

Me Divorcié Del Protagonista Masculino

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Venganza / Época / Ascenso de clase social / Mundo mágico / Divorcio
Popularitas:203.4k
Nilai: 4.9
nombre de autor: AMZ

¿ Que ya no me amas?... esa es la manera en que justificas tú cobarde deslealtad... Lavender no podía creerlo, su esposo, su amado esposo le había traicionado de la peor forma. Ahora no solo quedaba divorciarse, sino también vengarse.

NovelToon tiene autorización de AMZ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 4

Dos días después, Violett regresó al Ducado, y juntas partieron hacia el palacio real. Durante todo el trayecto, Violett no dejó de hablar de lo emocionada que estaba por poder entrar en un lugar tan exclusivo. Sus ojos brillaban con entusiasmo, como si fuera una niña pequeña descubriendo un nuevo mundo. Lavender, por su parte, la observaba y solo podía sonreír con ternura. A pesar de la alegría de su amiga, para ella era común ir a aquel lugar, y no sentía la misma emoción que Violett mostraba con tanto fervor.

Cuando llegaron al majestuoso palacio, el carruaje rodo suavemente por el empedrado, y Violett descendió con la misma emoción que había mostrado durante todo el viaje. Lavender la seguía con pasos tranquilos, más acostumbrada a la imponente estructura que se alzaba ante ellas. Al acercarse a las grandes puertas de entrada, los guardias reales las detuvieron, y Lavender tuvo que explicarles que Violett era su acompañante. Sin esa aclaración, a su amiga no le habrían permitido entrar.

Una vez dentro del palacio, el esplendor del lugar impresionó a Violett, quien no dejaba de mirar a su alrededor, asombrada por cada detalle. Mientras avanzaban por los largos pasillos decorados con mármol y oro, Violett le preguntó a Lavender, sin disimular su curiosidad:

—Por cierto, no me dijiste cuál es el motivo de tu visita hoy.

Lavender, que había estado tan concentrada en la conversación ligera durante el trayecto, se dio cuenta de que, en efecto, se le había pasado mencionarlo.

—Tienes razón, se me olvidó —respondió con una sonrisa apacible—. Estoy aquí por una invitación de la princesa Anastasia.

Violett se detuvo de inmediato, sorprendida por lo que acababa de escuchar. Miró a Lavender con los ojos muy abiertos.

—¿La princesa Anastasia? —repitió, claramente impactada.

Lavender asintió con serenidad.

—Así es.

La sorpresa de Violett no era para menos. La princesa Anastasia, la única princesa entre dos príncipes, era conocida por ser reservada y extremadamente selectiva en cuanto a las personas que recibía. Se decía que jamás concedía audiencia a alguien que no considerara digno de su presencia. Era la mujer más noble y poderosa de Tarcia, con todo el derecho a ser tan exigente y exquisita.

— ¿Entonces, por qué invitaría a Lavender?— , preguntó Violett. La duda le recorrió la mente hasta que, sin darse cuenta, parte de esa pregunta escapó de sus labios:

—¿Por qué...? —murmuró.

Lavender la miró, un poco confundida por la pregunta, pero interpretó que Violett quería saber la razón de la reunión. Con una sonrisa, respondió tranquilamente:

—Se debe a que tengo negocios con la princesa.

Justo en ese momento, las grandes puertas que llevaban al jardín privado de la princesa Anastasia se abrieron. El aire que emanaba del lugar parecía diferente, lleno de una serenidad majestuosa. El jardín era impresionante, un paraíso lleno de flores exóticas y fuentes que susurraban entre sí. Sin embargo, cuando Lavender intentó pasar con Violett, los guardias extendieron sus lanzas para detenerlas.

—Solo la Duquesa de Lehman tiene autorización para entrar —informó uno de los guardias con tono firme.

Lavender, anticipando que algo así podía suceder, se volvió hacia Violett con una expresión comprensiva.

—Lo siento, Violett. Hablaré con la princesa y le preguntaré si te permite pasar.

Violett se quedó quieta, su cuerpo tenso mientras su mirada se mantenía fija en el interior del jardín. Aunque asintió lentamente, algo en la manera en que sus manos se cerraban en puños revelaba una sensación que Lavender no alcanzaba a descifrar.

—Sí —respondió Violett, aunque su voz sonaba apagada, casi distante.

Lavender le dedicó una última mirada antes de entrar.

Algunos minutos después, las puertas del jardín se abrieron nuevamente, y los guardias indicaron a Violett que podía entrar. Su rostro se iluminó, y entró con entusiasmo. El jardín era impresionante, un paraíso natural cuidado al detalle, pero lo que realmente la dejó sin aliento fue la mujer que estaba parada cerca de unas rosas. Su cabello largo y rubio ondeaba con gracia en la brisa, y su rostro era tan hermoso como intimidante. Sus ojos, de un intenso color rojo, parecían traspasar todo a su alrededor. Aquella joven irradiaba una presencia como pocas personas en el mundo, era la princesa Anastasia.

De pronto, la princesa Anastasia posó su mirada en Violett, quien quedó paralizada ante semejante porte.

—Vaya... La dejé pasar porque tú me lo pediste, Duquesa —dijo la princesa, dirigiéndose a Lavender—. Sin embargo, no esperaba que fuera tan maleducada como para no saludar.

La voz de la princesa hizo estremecer a Violett, pero antes de que pudiera reaccionar, Lavender intervino con una sonrisa tranquila.

—Lo siento, princesa. No es así —se apresuró a explicar Lavender—. Supongo que Violett se sorprendió por su gran presencia. ¿Verdad, Violett?

Violett, todavía desconcertada, reaccionó rápidamente, inclinándose en una reverencia.

—Mis disculpas, princesa Anastasia —dijo, intentando mantener la compostura.

Sin embargo, la princesa la ignoró por completo, volviendo su atención a Lavender como si Violett no existiera. A pesar de la humillación que sintió, Violett no tenía más opción que quedarse en su lugar, pues no podía avanzar sin que la princesa se lo indicara. Mientras observaba cómo Lavender conversaba con la princesa de manera informal, como si Violett no estuviera presente, la joven apenas podía contener su frustración.

Finalmente, después de un momento, la princesa Anastasia tomó asiento y, mientras se acomodaba con una taza de té en la mano, giró su mirada hacia Violett.

—¿Piensas quedarte parada ahí todo el tiempo? —dijo la princesa con frialdad.

Violett se disculpó nuevamente, inclinando la cabeza antes de acercarse apresuradamente a la mesa, aunque se percató de inmediato de que no había un asiento para ella. La princesa, que bebía su té con calma, levantó la mirada y agregó con un tono indiferente:

—Lo siento, pero solo esperaba a la Duquesa... —dijo con una leve sonrisa—. Sin embargo, mientras hablamos de nuestros negocios, podrías dar un paseo por mi jardín. Es un lugar que todos desean visitar, y no creo que seas la excepción. ¿Qué opinas?

Aunque la pregunta parecía una sugerencia amable, Violett no era lo suficientemente ingenua como para no entender que se trataba de una orden disfrazada. Forzando una sonrisa, asintió y se retiró rápidamente. Mientras se alejaba, escuchó a Lavender disculparse por el inconveniente, y la princesa, con una risa despreocupada, le aseguraba que no había problema, que estaba bien si era ella quien hacía esas peticiones.

Violett se adentró en el jardín, pero en cuanto estuvo lo suficientemente lejos, su expresión cambió por completo. Se detuvo frente a una hermosa enramada de rosas blancas y, en un arrebato de ira, arrancó un puñado de flores con una fuerza inusitada, murmurando para sí misma:

—¿Acaso soy una molestia? ¿Qué carajo está diciendo? ¿la princesa no tiene ojos, sólo había una persona noble ahí... y es así como me trató? Aunque sea la princesa... yo pronto seré... —se interrumpió, tragándose sus propias palabras antes de que se le escapara algo más comprometedor.

Durante casi dos horas, Violett vagó por el jardín, intentando calmar la tormenta de emociones que la consumía. Cuando Lavender finalmente fue a buscarla, ambas se dirigieron hacia la salida en silencio. Lavender, notando la tensión en su amiga, trató de romper el incómodo silencio.

—Lo siento si el paseo no fue lo que esperabas... —dijo en un tono conciliador—. Pero ya sabes, la princesa es una persona complicada, y fue inesperado que te permitiera entrar en su preciado jardín. También fué mí error no haberle avisado con anticipación de que también vendrías...

Violett continuaba en silencio, pero de repente, una sonrisa apareció en su rostro, la misma sonrisa encantadora de siempre.

—No tienes de qué preocuparte, amiga. Entiendo perfectamente —respondió con gracia.

Lavender la observó, sorprendida por el cambio repentino en su actitud.

—¿Entonces disfrutaste del paseo por el jardín? —preguntó Lavender, intentando confirmar que su amiga estaba bien.

—Por supuesto —respondió Violett con entusiasmo renovado—. Es una vista única y maravillosa. Cada rincón de ese lugar me ha cautivado.

—Eso me alegra, Violett —dijo Lavender con una sonrisa.

Sin embargo, al otro lado del jardín, la princesa Anastasia paseaba en soledad. De pronto, se detuvo al ver algo que la hizo fruncir el ceño: muchas de sus preciosas rosas blancas habían sido arrancadas y pisoteadas. La expresión de la princesa se endureció.

—¿Así que esa mujer molesta ha hecho esto? —murmuró para sí misma, con evidente desagrado—. ¿Cómo es que Lavender puede tener a alguien así a su lado?

Con una mirada gélida, la princesa abandonó el lugar, claramente disgustada.

1
Liz OC Olca
Excelente
Ceci del Castillo
excelente!!!felicitaciones autora,aunque me quede con la duda sobre max y su hijo,sentí un poco de pena por ian
Isa Jiménez
Me ha encantado esta novela, muchas gracias autora por tu arduo trabajo, por no rendirte y publicar todos los días un capitulo que incrementaba la llama de la desesperación por leer más.

Espero poder leerte pronto en otra maravillosa y grandiosa novela. Muchos éxitos.
Sandra Garnica
Violett penso que ser Duquesa era solo abrirle las piernas al Duque y gastar el dinero como se le da la gana y sin mover un solo dedo😡 ni Lavender ni el príncipe necesitan mover un dedo para que el Ducado se vaya a la ruina porque esa sanguijuela ya lo eata arruinando y el Duque con su alcoholismo tampoco ayuda 😤 pero eso es lo que se merecen 😡
Liliana Barros
Una obra imperdible. Me encantó leerla. Y ten por seguro que la voy a recomendar 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
Sandra Garnica
😠 Y la ilusa se pregunta porque todo le sale mal??? Cuando ellos hicieron todas esas bajezas y lo mas seguro es que Violett nisiquiera esta embarazada 😡😡 pero ese es el Karma del Duque por ser tan pelele y un completo imbecil 😡😡
Liliana Barros
Excelente trabajo. Una historia maravillosa que nos hizo llorar, reír y emocionarnos. Tienes una habilidad tan excepcional para narrar que nos sumerges en la historia. Me gustó que la trama sea coherente, sin recurrir a golpes bajos, como ejemplo de esto es el encuentro de Ian con Levander. Hubiera sido ilógico que ella tratara de unir a los niños, cuando había una fea historia detrás. Es como si hubiera perdonado a Maxon, que aunque arrepentido, no merecía otra oportunidad con Levander. Espero que no te caigan mal mis palabras autora, pero considero que "un corazón de pollo" arruina la vida de muchos que perdonan y dan otra oportunidad al agresor de volver a dañar. Felicitaciones autora 💐 🎁. Muchas gracias por compartirla 💕
Liliana Barros
El Duque debería dejar sus recuerdos y buscar una madre para su hijo. No estoy de acuerdo en que su hijo y Ángel sean amigos. No es necesario. Pueden ser felices ambos por su lado. No es responsabilidad de Levander darle a Ian el cariño de madre. Sería afectar su familia por ocupar un lugar que no le corresponde.
Ceci Bertone
gracias me gusto la novela 😊
Liliana Barros
Si sigue salvando a sus hijos, el Rey le va a entregar el trono a Levander 😂😂😂😂
Liliana Barros
Scarlett y Violet, dos caras de la misma moneda, pero evidenciando como una desición puede cambiar tu destino. Scarlett tomó la decisión de ser sincera y honorable. Mientras Violet solo ahondó su desgracia y locura con sus desiciones. Excelente capítulo 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
Liliana Barros
Jajaja ya me imaginaba que el Rey pensaba que Silver tenía otros gustos. De locos pensar que él se guardó por varios años por ella. En serio la ama 😍😍😍😍
Liliana Barros
Una entrada magistral 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼.
Ya imaginé la escena, muy bien descripta. Y muy satisfactorio ver las reacciones de los presentes 😂😂😂😂. Te amo autora, gracias por esta caricia al alma 😉
Liliana Barros
Aunque el Duque también tiene culpa por infiel, realmente fue ella quién planificó todo. Ahora que se aguante 🤣
Liliana Barros
No me lo esperaba jajaja. En serio esos hermanos reales, les fregaron la boda 😂😂
Sandra Ocampo
mucha tensión y suspenso
Liliana Barros
Estoy impaciente por la boda, que sorpresa tendrán por parte de Silver? Cómo reaccionarán los nobles? Porque estoy segura que asistirán para ser testigos directos del chisme 😂😂😂
Liliana Barros
Fue una suerte que la emboscada no los haya atrapado dentro de la mina y que pudieran escapar ilesos. Excelente la tarde de té de la princesa 😊
maritza hernandez ramon
Excelente
Sandra Ocampo
buena q el príncipe dijera lo del embarazo,por lavander no lo iva aser
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