Mí Otra Oportunidad

André amaba peinar a su cachorro, siempre lo veía como un Yorkshire Terrier porque su flequillo le cubría los ojos, y siempre que podía estaba todo despeinado, adoraba ver a su lobita corriendo entre sus piernas y se moría cada vez que despertaba y Patrick estaba durmiendo sobre él, como si su pecho fuera su colchón.

Día a día la cachorra fue creciendo, de a poco Patrick supo que habían pasado 10 años, no le contaron de que estuvieron haciendo experimentos con él, sino que le dijeron que por la falta de feromonas entro en coma. Y allí se quedó tranquilo, paro a veces se despertaba asustado por ver unos ojos rojo carmesí como llamaradas, que lo miraban, y al tener mucho miedo su loba lo dominaba y protegía, uno podía ver un pequeño lobo blanco de gran cola, pero era una fiera que incluso enfrentaba a Orión si algo no le gustaba.

Había tomado a Josep como su padre y siempre estaba detrás de ese gigante de dos metros y 150 kilos. Cuando conoció a otros lobos en el bosque se puso triste, ya que por su edad tendría que ser un lobo grande como Orión, pero aparentaba un lobezno de un año o año y medio. Más se burlaban que siendo hombre tenía una loba y lo peor no tenía nombre, sus risas hicieron que escapara y corriera rápido y lo más lejos posible, nadie vio cuando paso el perímetro, ni cuando cruzó la ruta, ella solo se escapó por sentirse sola y triste, en su corazón recordaba que era una falla, que ni sus padres lo amaban, algo defectuoso y su loba también, solo quería huir y desaparecer como pasó estos diez años que ni recordaba. Corrió tanto hasta que sus patitas sangraron, cuando no soporto más el dolor se detuvo, no sabía dónde estaba, y asustada comenzó a llorar, se hizo una bolita de pelos y se tapó con su gran cola, junto a un banco que alguien Había hecho con un tronco de un árbol seco.

Cuando Josep y André salieron a buscarla no la vieron en el prado ni en el bosque, siguieron buscando y hablaron con todos incluso con esos lobos que dijeron no saber nada, a pesar de que ellos se habían burlado y vieron cuando salió corriendo, nadie dijo nada. Orión presintió algo, por qué sintió el aroma de su gamma, tomo el mando y se transformó en un lobo tan bello y grande que daba miedo, con un rugido pregunto de nuevo, y advirtió que si la respuesta no le gustaba iría mordiendo la cabeza de cada uno, con miedo uno respondió que diría la verdad y relato todo lo que pasó, entonces salieron corriendo hacia dónde habían señalado hablaron con sus hombres, pero nadie vio nada, se pusieron a buscar y Orión y Pho, el lobo gris de Josep, sintieron un sollozo lejano, y a toda velocidad se dirigieron allí, corrieron mucho y cada vez sentían más dolor, el llamado era un lamento, de desasosiego y dolor, sentían el sufrimiento, pero no la encontraban, hasta que a lo lejos Orión vio a su gamma, retrocedió y dio un gran salto sobre esas vallas y fue hacia ese lugar, cuando se acercó se fue transformando y le dio el control a André, el hombre se arrodilló y levanto a su lobita quien tiritaba de dolor de sus patitas y de su soledad, lo miro con sus ojitos llenos de lágrimas y se acurrucó en sus brazos, cuando pHo llegó la lobita dormía en los brazos de André. Los guardias que los seguían les pasaron ropa y se vistieron, todos fueron reubicados en la empresa y no volvieron a la cabaña por haber perdido a la lobita. A la noche ya habían guardias Nuevo. con mucho amor Josep curo las almohadillas quemadas de las patitas de la lobita y las vendó. Y se quedó con ella mientras André resolvía los problemas de los guardias. Cuando ella se despertó se subió a Josep y se quedó mirando su rostro, como dormía lo empezó a ver por todos lados y al ver el bolsillo del saco abierto se metió allí y se volvió a dormir, buscando el aroma a menta y miel que tanto la tranquilizaba, cuando André entro a la habitación vio a Josep dormido recostado en la cama y estaba por salir a ver dónde estaba su lobita y se dio cuenta en un bulto en el bolsillo del mayor, Josep justo despertó y André le hizo señal que no se moviera y le señaló el bolsillo, el gigante al mirar vio un ovillo blanco de pelos que ronroneaba allí, André se acercó y con cuidado la tomó con sus manos, pero ella se despertó y saltó de allí y se fue con Josep, André no entendía, pero Orión sintió una punzada muy grande en su corazón por ver cómo ella se alejaba, triste se fue, André enojado dio un portazo y salió de la habitación. Luego de eso Josep le pregunto que pasaba y ella le dijo entre llantos, que no quería ver a André por ser ella una falla como Patrick y le daba mucha vergüenza estar en presencia de él que era tan perfecto como hombre y como lobo. ¿Y Josep pregunto y yo soy imperfecto como tú? Y ella dijo no, tú eres como mi papá, el que nunca tuve, ya que me das amor y cariño, me cuidas y no me dejas sola aunque me enoje y haga líos, antes y ahora. Josep se emocionó, ya que nunca tuvo un hijo o hija y la tomó con sus grandes manos y la puso en su pecho. Gracias le dijo el hombre, soy muy feliz con tus palabras y ella más lloró, y con su voz quebrada le dijo,:" puedes darme un nombre, así no se burlan más de mí." Luego de pensar un poco dijo te gustaría llamarte Ina, siempre me gustó ese nombre o Beth y la lobita lo miro y se transformó, dejando lugar a Patrick, Josep cubrió el cuerpo desnudo del joven y lo saludo y el muchacho lo abrazo feliz y le dijo que su loba ya tenía nombre gracias a él y estaba muy feliz por llamarse Ina Elizabeth y que aceptaba a Pho como padre, su lobo se puso muy feliz al igual que Josep y abrazó a Patrick y le pregunto si le gustaría el ser su hijo y el muchacho comenzó a llorar y acepto tener a ese gran hombre como su progenitor.

Patrick estaba feliz, se vistió y fue a buscar a André para contar todo, pero no está, lo espero, pero ese día no regresó, ni al día próximo, ni al otro, con dolor Patrick se había refugiado en la habitación del mayor, pero día a día iba perdiendo el aroma, ya no se sentía el perfume a pino y verbena como antes, cada día Ina se ponía más errática y daba vueltas como animal enjaulado, le desesperaba no ver a Orión y le dolía sobremanera, su marca quemaba, sentía como un yunque en su espalda apoyado en su tatuaje. El día pasaban y cuando no aguanto más la agonía, Ina se escapó por la ventana.

era de noche, llovía torrencialmente y en varias oportunidades el agua la arrastró colina abajo, ella siguió, necesitaba de su lobo negro, su corazón dolía, su marca quemaba y su humano sufría, ella no podía esperar un minuto más, necesitaba encontrar como fuera a su.. . A su... Y no sabía que eran, solo sentía que sin ellos no tenía sentido su vida.