Un Amor Que Duele

Germán

Ella era igual que su familia no iba a tener consideración de ella, la haré sufrir realizaré mi venganza seré implacable no tendré la mínima compasión y hoy será el gran día que empiece mi venganza me levanto temprano como de constumbre casi no dormí miles de pensamientos invadieron mi mente.

--- Martha--- grité cuando llegue al comedor.

--- Señor aqui estoy ¿que se le ofrece?---

--- Despierta a la señora y que utilice su uniforme además que ella me sirva el desayuno---

Minutos después Perla estaba sirviendo el desayuno ella se veía hermosa y no se que me pasaba que incluso con el uniforme de servicio se veía sexy, trate de desviar mi mirada y dije:

--- ¿Que esperas para servir el desayuno?, como yo te compre prácticamente tú estás a mi servicio lo has entendido---

--- Si señor lo entiendo--- dijo ella con ironía.

--- Por qué no empiezas a servir a caso eres una inútil--- grité, ella se acercó a mi y comenzó a servir el desayuno pero derramó el café caliente en mis piernas y al parecer lo hizo a propósito.

--- Ups!, lo siento señor disculpe por ser tan inútil--- dijo ella.

---Lo has hecho a propósito--- grite.

--- Como cree señor, yo sería incapaz--- dijo ella conteniendo la risa, me levanté muy molesto ella tenía el don de fastidiarme, subí a mi habitación me cambié cuando volví a bajar Perla estaba limpiando todo aquel desastre, ¿Quién podría decir? que con esa carita tan dulce era una arpía, esa cara de ingenuidad de escondía un ser perverso, al día siguiente fue la misma rutina pero está vez su madre envío algunas de sus cosas entre ellas ropa en ella había una tarjeta que decía:

*** Espero que abras esta maleta cuando hayas llegado de tu luna de miel en ella envío tus cosas preferidas, se que tú marido te comprará nuevas así que solo te mando tus preferidas***

Luna de miel si como no, después de que Perla se comportó como una puta el día de nuestra boda no hubo tal y jamás la habrá y en cuanto a sacarme más dinero lo dudo, Perla me arrebato la tarjeta y la leyó creo que fue una gran alegría recibir esa maleta, la llevo a su habitación.

Mientras estaba en mi despacho revisando algunos documentos tocaron la puerta

--- Adelante--- dije, hubo un momento de silencio.

--- ¿Que es lo que se te ofrece?¿Por qué vienes a molestar?--- dije mientras observaba a Perla.

--- Disculpe señor, solo quería pedir permiso para ir a la universidad, como sabe apenas estaba ingresado y ...---

--- Y ¿Qué?, yo no pagaré tus estudios, además aquí debes hacer tu trabajo tu te vendiste te lo recuerdo---

--- Lo se señor, no es necesario que pague mi universidad mis abuelos me dejaron un fideicomiso para ello---

--- Lo voy a pensar ahora largó--- grité, salí del despacho rumbo a mi oficina, dejarla ir a la universidad se supone que ella debe de estar a mi disposición, después de un largo trabajo fui entrenar ya que en unos meses se llevará a cabo una pelea por el campeonato mundial, en unos pocos años me iba retirar con lo ganado en las peleas y mis inversiones tenía todo lo que podía desear. Cuando llegue a la casa era muy noche Perla no estaba, fui a buscarla a su habitación pero se encontraba dormida me daba mucha ternura lástima que no era lo que aparentaba. Los días iban pasando y aún Perla seguía sin salir de la casa hasta el día de hoy que tomaría de nueva cuenta el papel de esposa, una revista importante me realizará una entrevista, di órdenes de que le llevarán un vestido a Perla debía de verse bien todos debían creer la farsa de matrimonio

--- Estás lista--- dije cuando entre a su habitación.

--- ¿Que no te han enseñado a tocar la puerta?--- dijo ella mientras se cubría los senos con las manos pero al parecer fue mala idea porque se le bajó el vestido dejándola semidesnuda, dejando ver su hermoso cuerpo traía una tanga roja, sus piernas eran largas y blancas , su cuerpo era mucho mejor que la Venus de Nilo, trague saliva, estaba a punto de disculparme pero mi orgullo me detuvo.

--- Debes darte prisa, nos están esperando--- dije --- Me voy adelantando te espero haya abajo --- dije mientras salía porque si me estaba ahí un segundo más no me iba a poder contener, baje la periodista y fotógrafo ya se encontraban en el lugar.

--- Disculpen la espera pero ya conocen a las mujeres, dicen cinco minutos y es toda una eternidad---

--- Pero creo que ha valido la pena--- dijo aquella periodista mientras observaba a Perla que iba bajando, si que se veía hermosa pero me gustaba más verla desnuda, durante la entrevista siempre la tuve tomada de las manos debía de mostrar que ella era solo mía.