LOS HILOS DEL DESTINO

Peter, se decía qué si él hubiera ido antes a hablar con el padre de ella, Andrés no tendría ese concepto de su hija y Ada no hubiera tenido que irse; o bien él le hubiera dado la ayuda y llevarla a donde estuviera tranquila para tener a su hijo y estar pendientes de ellos, así tendría la certeza de que estaban bien, solo rogaba al cielo, que donde fuera que estuviesen, que estuvieran bien y no tuvieran carencias, que encontraran alguien que les diera una mano y que si llegaba a cruzarse nuevamente en su camino, trataría de compensar por todo lo que provoco en su vida después de aquella vez.

Siguió buscando más información, pero nada de lo que estaba ahí escrito le daba una pista de que pudo haber hecho o donde podía buscarla, se sentía frustrado de perder su hijo, que Ariadna lo hubiera alejado de nuevo, no tener idea del paradero de su otro hijo, si es que estaban vivos, saber que por lo que le hizo a Ada, había arruinado su vida tranquila y para terminar, se sentía solo, vacío, fracasado, decepcionado, de que le servía tener dinero, si no era feliz, Anna tenía que ver en gran parte por ello; tomo ese día hasta perder el conocimiento.

Después de ese día, Peter trato de buscar consuelo en su trabajo, trabajaba duro para olvidar un poco su dolor y tratar de no pensar en todo aquello que le dolía y hacía sentir culpable, al sumergirse en el trabajo, podía ocupar su mente en buscar lo mejor para la economía familiar, pero al regresar a casa, se encontraba con la terrible soledad, esa misma, que le recordaba que estaba solo, que Ariadna no estaba a su lado y que si antes le costó convencerla de seguir intentándolo, ahora no sabía que esperar, ya habían pasado un par de meses y ella seguía marcando una barrera entre ellos.

Cuando tenía oportunidad, Peter visitaba a Ariadna, ya sus padres se habían ido al saber que su hija estaba mejor, pero seguían en contacto con ella, Peter le dio espacio para que ella también buscará consuelo, trato de estar lo más cerca de ella, pero al ver que solo la alteraba y le mostraba su rechazo, decidió darle más tiempo, dárselo los dos, pasados los días empezó a buscarla, pronto sería su cumpleaños, por lo que decidió hacer algo especial por ella, así que, empezó a preparar todo, esperando que no rechazará su regalo.

La semana de su cumpleaños, Ariadna, regresaría a la casa de sus padres, quería estar cerca de su familia, su madre la había convencido de regresar, aunque fuera por unos días, tanto insistió, que acepto pasar su cumpleaños con su familia, ese día Peter le llego con serenata a la cena que sus padres habían organizado en su casa, le llevo un gran ramo de flores, eran rosas con alcatraz, sus flores favoritas, además un hermoso oso que tenía en su pancita bordada la frase “ERES LA MEJOR, TE AMO”.

Ariadna se emocionó con todo lo que Peter le había dado como regalo sorpresa por su cumpleaños, ese día decidió darse una nueva oportunidad de ser feliz, de tratar de recuperar lo que tenían, no creía que él se mereciera lo contrario, desde que la encontró, se había esforzado cada día por mostrarle lo importante que era ella para él. Por eso durante la fiesta le pidió que fuera su acompañante, platicaron, bromearon y bailaron toda la noche.

Estuvo en casa de sus padres durante 2 semanas, las cuales le ayudaron para olvidar un poco de todos aquellos sentimientos que seguían atormentando su alma, aunque ya no lo mostrará a los que la rodeaban, esos días salió con Peter a dar paseos, a visitar viejas amistades y la familia de él, quienes estaban muy emocionados de verlos juntos nuevamente, ella era una joven de buena familia, una chica que se consideraba valiosa ante los ojos de quienes le conocían. Peter estaba feliz de nuevamente tenerla a su lado, había pasado los últimos meses como muerto en vida y por fin se estaba empezando a sentir vivió nuevamente.

Al término de las dos semanas, decidieron que regresarían juntos, nuevamente Peter empezó a ganarse su corazón y ella se abrió a aceptar lo que él le daba, ese amor y cariño que lo caracterizaban, la mayoría de las veces Peter se quedaba a acompañarla en casa, siempre estaba atento a sus necesidades, de hacerla reír, empezaban a sentirse como antes de que todo pasará, Peter no quería insistir con retomar los planes de boda, quería primero que las cosas estuvieran mejor entre ellos y asegurarse que ya nada empeñaría nuevamente su felicidad.

Mientras Peter seguía supervisando sus empresas y demás negocios, Ariadna terminaba los diseños para la temporada de invierno, faltaba muy poco para entregar su trabajo, al terminar su trabajo, decidieron tomarse unas vacaciones, los dos lo necesitaban, les urgía salir de la rutina y olvidarse por unos días de todo.

Después de platicarlo y hacer planes, llegaron a la decisión de que pasarían 2 semanas en unas hermosas playas de México, específicamente irían a Cancún a pasar esos días en la playa y después irían a su país para pasar la navidad y año nuevo con sus familiares, Peter y Ariadna estaban pensando en que había la posibilidad de quedarse cerca de su familia, la razón por la que ella se había ido era para estar lejos de él, pero ahora estaban nuevamente juntos, no tenía caso seguir lejos también de su familia, extrañaría el lugar, ese lugar lleno muchas veces de tranquilidad su roto y dañado corazón, le gustaba mucho vivir en Chile, pero en su casa, tendría a su familia cerca y estaría en el lugar donde nació y creció, también estaban sus amigos y conocidos, valía la pena regresar, había más gente aquí que la amaba y quería cerca que en Chile.

Lo que no sabían ninguno de los dos, es que el destino, nos lleva por el camino que tiene marcado, aun cuando este, no sea el que nosotros queremos y por más que queramos cambiarlo, es muy difícil, a veces solo debemos aceptarlo y ver lo bueno que podemos sacar de cada situación que nos toca vivir.