Camila Prescott llega a Stanford con una beca y un plan meticuloso para su futuro en Literatura Inglesa. Pero su mundo ordenado se ve sacudido al tener que compartir suite con tres desconocidos, especialmente con Luke Weston, un estudiante de segundo año de espíritu libre que encarna todo lo que ella evita. Luke, a su vez, encuentra en Camila algo que nunca buscó: una conexión que desafía su visión cínica del amor. Sin embargo, su atracción desata fuerzas que amenazan con separarlos.
¿Podrá este "desastre perfecto" transformar sus vidas, o los secretos y obstáculos que los rodean destruirán su naciente amor antes de que tenga oportunidad de florecer?
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#1
Estaba en el comedor con mis padres cuando tocaron a la puerta, me levanté abrir y era Dan mi novio, con su sonrisa coqueta como siempre.
—¿Hola? —dije al ver que llevaba un sobre en las manos, me lo tiró en la cara y ví su cara de enojo.
—Es tuyo —espeto, y alze una ceja, tome el sobre y leí el remitente « Universidad Stanford », una sonrisa se dibujo en mi —de verdad Camila —mire a Dan.
—¿Qué?, ya sabías que metí la solicitud el año pasado —le dije —tu me acompañaste a conocer la universidad y todo, que te sorprende —me hice a un lado para que entrara y abri el sobre, empecé a leerlo.
Camila Prescott le mandamos este comunicado para informarle qué usted a sido aceptado en la Universidad de Stanford, con una beca completa que cubre el 100 % de su carrera, incluyendo estadía, y comida lo que dure su posgrado de Literatura Inglesa, la esperamos aquí en septiembre para iniciar sus estudios.
Grité de la emoción y Dan no parecía tan contento y bueno sabía que esto pasaría si me aceptaban, el se confío en que no me aceptarían, pero me e esforzado por años para llegar a obtener está carta, es la única carta que e esperando con ansias toda mi vida la aceptación a Stanford y ahora la tengo en mis manos.
—¡Me aceptaron! —les dije a mis padres quienes me abrazaron felices, pero con nostalgia ya que me iría de casa 4 años, pero este es mi sueño echo realidad, planear todo no fue fácil, pero llevar un control en mi vida a valida la pena y hoy lo compruebo
—Cuando te vas hija —preguntaba mi madre.
—La última semana de agosto mamá —respondi con una sonrisa.
—Entonces eso es en dos semanas Camí —me decía papá y asentí —entonces bueno hay que aprovechar tus últimos días aquí —mire a Dan, era el único que no compartía mi felicidad y me dolía, por qué yo si me alegre al saber que fue aceptado en la universidad de NYU, pero el no parecía estar feliz por mi, me dolió ver su molestia en sus ojos, pero no dejaré que el intervenga en mis sueños y metas, ni el ni nadie va a descontrolar mi vida, eso es seguro, jamás permitiré que lo vida sea un desastre, al final creo que nadie vale tanto la pena para dejar que tú vida se ponga de cabeza, Dan me lo a demostrado día a día.
Salí con Dan después de eso, nos reunimos con nuestro "grupo de amigos" para mí todos eran unos falsos, doble moral e hipócritas, desde que los conocí en el instituto, pero era el grupo de amigos de Dan, yo antes de salir con él, siempre anduve sola, mi única amiga se había cambiado de ciudad hace años y no la veía, después de ella no volví a tener amigos y para mí mejor, ya que no soy buena compañía por qué al final dicen que quiero controlar todo.
—Hola Camí, ya supimos —decia Andrea.
—Gracias, supongo —respondi encogiendome de hombros.
—Y dinos cómo le harán con su relación —preguntaba el odioso de Marcos —el en Nueva York y tú en California, muchos kilómetros, ¿No? —agregaba con su risita sinica.
—Ese es nuestro asunto —respondia Dan a ellos, yo solo me limite a sonreír —¿Quieres malteada? —asenti y se fue con Marcos por las bebidas.
—De verdad Camí crees que siga funcionado estando los dos lejos —suspire y era algo que ya empezaba a torturar me, de verdad funcionariamos a si, mire a Dan y el me sonrió.
—No se Andy, pero bueno eso lo dirá el tiempo, tu también vas a NYU, ¿No? —pregunte a ella y ella asintió orgullosa, jamás e podido confiar en la amistad que tiene ella con Dan, pero Dan dice que exagero que solo son amigos.
—Yo te lo cuido allá amiga —le sonreí de lado.
—El se sabe cuidar Andy, y no te preocupes por nosotros, ya sabremos arreglarnolas en su momento, mejor preocúpate por ti —Andrea me miró mal, pero trato de disimular con una sonrisa, si por ella fuera ya estaría en la cama de Dan, eso lo puedo asegurar. Los chicos volvieron a la mesa con las bebidas, hablamos de cosas triviales, y hablamos de las universidades, Marcos al final si se tomaría su año sabático, y nosotros iríamos a la universidad.
Ya noche Dan me llevo a casa y nos sentamos en la cera de mi casa, Dan miraba al suelo sin decir nada, el silencio se hacía incómodo y el ambiente tenso, era obvio que ninguno quería llegar a esta dia, a esta conversación pero ambos iríamos a lugares diferentes y bueno llevábamos juntos un año, nos dolía, o al menos a mi si me dolía dejar de verlo pero tampoco podía detener mis sueños, mi carrera por el, por qué el no lo haría por mi, de eso podía estar segura.
—Lo hablaremos Dan —pregunte al fin yo, rompiendo este silenció que nos envolvía a los dos, la noche estaba tranquila, pero entre nosostros nada estaba tranquilo.
—Supongo —respondio —que pasará con nosotros, es cierto lo que dijo Marcos, tu vas a California y yo a Nueva York, la distancia es mucha —agregaba el con un tono de voz molesto y triste.
—Si, lo sé, estoy consiente de eso —le respondí viendolo a los ojos —no quiero terminar contigo, pero necesito saber que opinas tu sobre esto.
—Tampoco quiero perderte Camila —tomaba mis manos y sonreía —intentemoslo y hagamos que funcione, nos podremos ver en vacaciones, o irnos a visitar cuando tengamos un fin libre o a si, que opinas Nena —sonrei y le di un beso corto en los labios.
—Si, podemos intentarlo, podremos hacer que funcione —nos abrazamos, ya se sentía un poco menos la tensión y el parecía más relajado, pero se que su lado controlador saldrá en algún momento, pero por ahora disfruto de este momento de paz con él.