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Bajo La Luz De La Luna

Bajo La Luz De La Luna

Status: En proceso
Genre:Yaoi / Vampiro / Amor en la guerra / Fantasía épica / Mundo mágico / Polos opuestos enfrentados
Popularitas:732
Nilai: 5
nombre de autor: Gaelth

"El amor, al enfrentar la tragedia, no se desvanece: sangra, sí, pero también florece. Porque en su dolor más hondo descubre su fuerza, y en medio del caos se convierte en guía. Solo cuando el corazón se quiebra, el alma entiende que amar no es solo sentir, sino resistir, transformar y dar sentido incluso al sufrimiento."

NovelToon tiene autorización de Gaelth para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Sombras en el baile real

El momento fue interrumpido por el sonido de unos golpes en la puerta. Del otro lado, junto a unas sirvientas, estaba el rey Gilh.

Aedus un chico de cabello café ondulado se dirigió a la puerta y abrió, permitiendo la entrada del rey y su séquito.

—Su Alteza, ¿podemos pasar?

Su majestad nos ha enviado para ayudar con su vestimenta —dijo una de las sirvientas con respeto.

—Estoy bien. Puedo vestirme solo, ya no soy un niño —respondió Aedus con firmeza.

—¿En serio?

Sé que ya no eres un niño, pero a veces te comportas como tal —dijo el rey Gilh un hombre duro de cabello café oscuro con una sonrisa divertida mientras entraba con las sirvientas.

El rey se acercó y apoyó una mano sobre la cabeza de su hijo, sonriendo con melancolía.

—Recuerdo cuando solo eras un niño…

—su voz tenía una matiz nostálgica.

Aedus sonrió y tocó la mano de su padre.

—Viejos recuerdos… Pero ya soy un adulto, papá.

Gilh suspiró y asintió antes de ordenar:

—Traigan la capa.

—Sí, su Majestad —respondieron las sirvientas con una reverencia.

Una de ellas entregó una gran capa roja, casi de la misma altura que el príncipe. Gilh la tomó y se acercó a Aedus, observándolo con orgullo.

—Has crecido tanto que mi capa ya no te queda. Por eso mandé hacer esta para ti.

Las palabras del rey lo llevaron a un recuerdo lejano: un campo de narcisos iluminado por el sol, y una figura misteriosa que lo observaba a lo lejos. Aquella sonrisa radiante aún vivía en su memoria.

"Desde el momento en que te vi, supe lo que era el amor…"

Cabello dorado brillando a la luz del sol. Ojos amarillos en los que perderse. Fue en ese entonces cuando conocí el amor por primera vez. Pero también experimenté la tristeza de perderte.

Gilh parpadeó, volviendo al presente. Hoy veía esa misma mirada reflejada en su hijo. Cada sonrisa, cada gesto, cada vez que Aedus lo llamaba "papá", él recordaba… y dolía.

—¿Papá, estás bien? ¿Qué pasa? —preguntó Aedus, notando la expresión distante de su padre.

El rey salió de su ensimismamiento y contestó con torpeza:

—¡Eh! Hijo, e-estoy bien. Solo me distraje… Tengo que ir a ver a tus hermanos.

Dicho esto, se marchó rápidamente, dejando a Aedus confundido.

Las sirvientas terminaron de vestir al príncipe y se retiraron con una inclinación. Ahora, estaba listo para su celebración. Vestía un traje elegante con remaches dorados, una combinación de blanco y dorado. Sobre sus hombros reposaba una capa roja sujeta con un broche de diamante fancy yellow. Un collar de oro con piedras preciosas, guantes blancos y una pulsera dorada completaban su atuendo.

Aedus caminaba de un lado a otro, nervioso.

"Hoy cumplo veinte años y eso significa una cosa: tengo que conocer a un Omega y casarme con él para darle un heredero al reino. Mi padre no ha dicho nada, pero sé que está planeando un matrimonio. También sé que hoy vendrá Nicolás e intentará que bailemos juntos… Pero tengo un plan. Hoy voy a invitar al señor Cádiz. Quiero que vea lo mucho que he crecido. Ya no soy un niño. Pero… ¿cómo haré para que el señor Cádiz acepte bailar conmigo?.Estoy jodido. ¿Y si me dice que no?. Se que es alguien frío, pero vale la pena intentarlo. ¡Aquí voy!"

Decidido, Aedus bajó al salón principal, donde los invitados conversaban animadamente. Sin embargo, algo le inquietó: los cuervos posados en los árboles y un extraño ambiente de tensión.

"No ha venido… Solo veo los cuervos. ¿Por qué? ¿Dónde está?"

De repente, un viento helado recorrió el lugar, erizando la piel de los presentes. Un espeso banco de niebla comenzó a cubrir el castillo, a pesar de que el cielo aún conservaba su azul intenso.

Entonces, un fétido olor se esparció desde la entrada.

—¡Qué olor tan desagradable! —murmuraron algunos invitados con incomodidad.

Las puertas se abrieron de golpe. Los cuervos se dispersaron.

Y entonces, él entró.

El rey vampiro Cádiz Silva apareció junto a la duquesa Lilibeth Mormont.

Los murmullos no se hicieron esperar. Muchos habían imaginado a Cádiz como una criatura grotesca por ser mitad demonio, pero la realidad era muy distinta.

—Es alto y musculoso… ¡Es muy guapo!

—Sí… jamás pensé que sería así.

Cádiz ignoró los comentarios. El olor desagradable desapareció y fue reemplazado por una fragancia dulce, que los presentes asumieron provenía del jardín.

—¡El rey Cádiz Silva ha llegado junto a la duquesa Lilibeth Mormont!

Aplausos y reverencias llenaron la sala.

Aedus, atónito, contempló a Cádiz desde la distancia. Su corazón latía con fuerza. Tan distraído estaba que, sin querer, dejó caer su copa, atrayendo la atención de Cádiz.

Por instinto, Aedus intentó acercarse, pero fue interceptado por Nicolás.

—¡¡Hola!!

Vaya, has crecido mucho. Más de lo normal para un Alfa. Hoy luces radiante… —dijo Nicolás, un joven Omega de cabellos rosados.

Aedus, nervioso, respondió lo primero que se le pasó por la mente:

—¿Eh? Nicolás, ¿qué te trae por aquí?

"Sabía que mi padre lo invitaría."

—El rey me pidió que viniera. Ya sabes, quiere que estemos juntos. ¡Y como es tu cumpleaños, quiero ser el primero en bailar contigo!

Aedus no pudo reaccionar a tiempo. Nicolás le sujetó la mano y lo arrastró a la pista de baile.

"He fracasado."

Sus ojos buscaron desesperadamente a Cádiz, quien estaba junto a la duquesa Rowena. A pesar del bullicio, su rostro permanecía neutro y distante.

—Los humanos son ruidosos —murmuró Cádiz con fastidio.

Rowena sonrió.

—Tienes toda la razón.

Entonces, el rey Gilh alzó la voz para dirigirse a los presentes:

—Damas y caballeros, hoy estamos reunidos para celebrar. Espero que podamos dejar atrás las enemistades del pasado. Agradezco la presencia del rey de Davia y su esposa, así como la del rey de Sylvania y la duquesa. Lamentablemente, el rey de Arcai no pudo asistir, pero su hermano ha venido en su representación. Ahora… ¡todos a bailar!

Los aplausos retumbaron en la sala.

Pero en medio de la celebración, en un rincón de la fiesta, Cádiz se mantenía en silencio.

Los colores y las luces brillaban a su alrededor, pero su expresión seguía siendo gélida.

"Esta es una fiesta llena de alegría… pero yo solo siento vacío."

Un joven Omega de mediana estatura se acercó a Cádiz e hizo una reverencia.

—Buenas noches, su majestad. Mi nombre es Marcus Stroman. Le gustaría hacerme el honor se bailar conmigo, si le complace.

Cádiz lo miró con frialdad y algo de asco.

CONTINUARÁ

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Maby
Me gusta mi trabajo, por eso le doy 5 estrellas

☺💛
Apollogurl_01
Por favor, actualiza pronto, no puedo soportar la espera. 😩
Maby: Muy pronto
Espera un poco /Smile/
total 1 replies
Delwyn
Esta buena para pasar el rato
Maby: muchas gracias.
prometo que será mejor
/Smile/
total 1 replies
Yaky De la rosa
👏Continúa, es maravilla.
Maby: muchas gracias por el apoyo, ya les estaré publicando el resto de capítulos
total 1 replies
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