Hielo Y Fuego

Hielo y Fuego 2

Elsa Elena Isasa 

Capitulo 2 :Larry Cesare. 

Larry era un joven de físico privilegiado y cara perfecta. No sabía quién había sido su padre y no le importaba. Tenía dos madres prácticamente. Y con ellas dos era suficiente. 

Estaba su madre Grace. Ella era el servicio perfecto con una sonrisa dulce siempre. Cocinaba, lavaba sus ropas y sus zapatillas, le consentía en todo lo que se le antojara comer o beber.

Su prima Vicky, le retaba y le llenaba de consejos pero le sacaba siempre de cada problema en el que se metía. Era su banco privado. Vicky era una hermosa mujer con una carrera con la que parecía ser su único objetivo en la vida. Había mandado sus antecedentes a una empresa del sur del país y esperaba respuestas. En ese cargo, seguro ganaría millones. Larry sabía que si bien Vicky tendría que trabajar lejos de su casa, nunca les faltaría dinero. Tenían él y su madre el futuro asegurado. 

Excepto que Vicky se casara con alguno de sus múltiples admiradores pero su prima era una mujer de corazón de hielo para el amor. Situación que a Larry Cesare le convenía. 

Él había terminado sus estudios a duras penas y esa mañana, obligado por su prima, fue a la universidad a ver en qué carrera se anotaba. No tenía ganas de estudiar. Sabía que la vida le ofrecería oportunidades maravillosas sin tanto trabajo. 

– ¿Qué haces Larry? – Susy  su compañera de la secundaria estaba también en el patio de la facultad y sonreía con esa carita de princesa bandida –

– Aquí. Intentando inscribirme. ¿Cuál es la carrera más corta y más fácil?- respondió. 

– ¿La dama de hielo te obligó verdad? Tu prima debería ponerse de novia para dejar de fastidiar. ¿Salimos esta tarde? 

– Dejaré la inscripción para mañana. ¿Dónde quieres ir Susi?-- respondió Larry. 

– ¿Tienes algo de efectivo? Mí horrorosa familia me bloqueó mí tarjeta dorada – Susi parecía molesta. 

– Mí mesada y el dinero para pagar los gastos del mes de mí casa. Mí prima me lo ha dejado para que los pague.- dijo Larry- Es un gesto para que aprenda a ser responsable me lo dijo. -

– Wauuu.. Es como si estuvieras a punto de cruzar un gran precipicio. “Hombre responsable” y luego estudiante perfecto de….

– Ingeniería. Acabo de decidirlo. Así mí prima me puede ayudar en el examen de ingreso. ¡Tiene examen esa mierda de carrera!

– Joder. Estudiaría contigo pero esa carrera llena de física y matemática podría conmigo. No sé Larry. ¿Y si retrasas tu inscripción y vamos está noche al casino?  Lo que gastemos te lo devolveré amigo cuando me reintegren mí tarjeta. 

– Parece un buen plan. ¿Casino eh?Podría… 

–¿ Doblar o triplicar tu dinero? En eso estaba pensando. Tengo en mí hermosa cabeza el número y el color de la suerte amorcito.¡ Y luego del casino mí cama! ¿Qué dices?-

La mañana soleada de ese día estaba llena de jóvenes que hacían filas para inscribirse en el patio de la facultad. 

Susi y Larry comenzaron a gestar el plan de la noche conversando animadamente. Un plan que les traería dolores de cabeza a ambos. Y mucha preocupación a la dama de hielo Vicky. 

Larry Cesare sacudió su cabeza inconsciente de cualquier responsabilidad que su prima y su madre querían que adopte a fin de ser el hombre perfecto. 

La perfección era difícil y fundamentalmente aburrida. Y la juventud estaba para gozarse. Para divertirse a pleno.

– ¿Qué haces hijo en la recámara de tu prima? Ella sigue liada con unos planos que debe presentar. Aún no ha venido. – dijo Grace a Larry. 

– Solo dejé los recibos de los gastos de la casa así como Vicky me los pidió. - mintió Larry con cara de santo escondiendo en su mano el collar de la suerte de su prima. 

– Vas a salir. Estás muy elegante y hermoso hijo - dijo Grace arreglando su corbata con cariño. 

– Solo un ratito. Salgo con Susy a una fiesta mami. Pero no tardó. No te preocupes. - dijo dándole un beso en la mejilla. 

Vine, ví y vencí rezaba el amuleto de su prima Victoria. Un amuleto que ella encontró justo cuando mafiosos mataron a sus padres. El amuleto de la suerte. La misma suerte que lo abrazaría a él en el casino está noche. 

Salió feliz de su casa y buscó a Susi. 

Sería esa la noche perfecta. 

–Maneja tú mí coche. ¿Has traído licencia de conducir verdad?

– Creo que la tengo. Vámonos. Estás preciosa. - dijo Larry mirándola feliz. 

Manejó con maestría hasta la salida de la ciudad dirigiéndose al casino y Nigth Club Gold. Nunca había estado en él pero esa sería su noche. Estaba seguro de ello. 

Pasaron los controles de acceso y finalmente aparcaron como dos magnates en la puerta de entrada. 

– Cuidado con el auto de mí esposa - dijo sonriente al valet que recogía y aparcaba coches en la entrada del maravilloso casino. 

– ¿Qué dices? Tonto - dijo Susy prendiéndose de su brazo para entrar al lugar. 

–¿ Documentos? - Le dijo un guardaespaldas grandote en la entrada. 

– Somos mayores de edad. ¿Qué piensas?- respondió Susy molesta pero entregó su Carnet. 

El salón era amplio y muy hermoso. Los pisos de mármol brillaban con luces de candelabros perfectos. 

La gente se movía entre las mesas del bar de la entrada hacia la puerta batiente que los llevaba al casino. 

–Tomamos algo primero Susi. Ven – dijo Larry sintiéndose muy feliz de esta nueva y excitante experiencia. 

Esa noche él sería el triunfador entre toda esa maraña de personas. 

Dos mojitos estuvieron de inmediato en la barra frente a ellos.

 Susy parecía ya un poco ebria. Estaba efervescente. Con un hombre joven y hermoso a su lado. Hermoso si. Pero pobre. Pobre hasta esta noche que harían estallar el casino Gold. - pensaba. Solo necesitaba hacer a Larry apostar todo el dinero que traía. Eso era lo lógico. Una gran apuesta. Grandes beneficios.

Y con el mojito en la mano los dos jóvenes cruzaron el salón hacia el casino. La noche empezaría realmente frente a la mesa de ruleta o la de póker.