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Little Hope

Little Hope

Status: En proceso
Genre:Acción / Aventura / Venganza / Superpoder / Escena del crimen / Pretendiendo ser otra persona
Popularitas:289
Nilai: 5
nombre de autor: Fanysparkle

¿Hasta dónde estás dispuesto a olvidar por amor? ¿Mentiras, traiciones, o quizás... muertes?

Realmente, ¿es posible vivir con una venda en los ojos?

Bienvenido a un mundo donde los héroes no son tan valorados como se parece.

NovelToon tiene autorización de Fanysparkle para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 16: De vuelta en la acción IV

-Fue una buena charla, no pensé que te interesaran ese tipo de temas.

La sonrisa de Silvestre se amplia.

-Hay muchas cosas que no sabemos el uno del otro, solo espero que sigamos interesados, después de todo ahora somos colegas.

-Así será, todavía tengo cosas por aprender, no puedo fallarle al Sargento.

-Es lo más prudente, no querrás dar una segunda mala impresión.

-¿Segunda? Tan malo fue el reporte que dejó sobre la prueba.

Su boca se ladea un poco y asienta lentamente con la cabeza.

-Algo malo, aunque he visto peores .

-¿Hice algo mal?

La mueca en sus labios me responde al instante la pregunta, Silvestre se apoya contra el escritorio -sentándose sobre el- luego suspiro como si se preguntará si era buena idea decir lo que estuviera a punto de revelar.

-Mira, comprendo que alucines por el simple echo de estar aquí, lo se, es impresionante, pero a veces se necesita más que solo deseos.

Ahora la mueca era mía «¿A qué se refería exactamente con eso?» que intentaba decirme.

-¿Disculpa? No sé, si lo comprendo bien, ¿Estás tratando de decir que tuve mal rendimiento?

Silvestre se lleva el pulgar a los labios, luego a la barbilla, como si intentará encontrar las palabras correctas antes de darme una respuesta.

-No me malentiendas, tu rendimiento es impresionante, nunca había visto a una novata con tus características, tienes talento.

-¿Entonces? ¿Por qué me rechazaron tantas veces?

-Jones, te desmayaste... -se interrumpió como si la simple posibilidad de eso fuera impactante- atravesaste el bosque sin problemas, la mayoría de los novatos se rindieron en los primeros días, no soportaron la ambientación que preparamos.

-¿Preparada? ¡¿Dices que el bosque no es así de tenebroso?!

Una risa escapa inevitablemente de sus labios, como si lo hubieran pillado.

-¡Por supuesto que sí! -afirmo con orgullo- nadie estaba preparado para algo diferente que llegar al otro punto de encuentro, solo tratamos de probar la voluntad y coraje de los participantes.

-Y yo lo aprobé -digo sin creérmela del todo

-Así es -asienta animado- pero el último imprevisto veo que no lo tomaste muy bien.

Esas palabras fueron suficientes para retroceder escena y regresarme ese sabor metálico a la boca.

-La verdad es que no. -no tenía sentido mentir sobre eso

Aún puedo recordar los trozos de carne colgados sobre las ramas, jugosos y rebosantes de líquido vital.

Veo el bulto.

Veo el plastificado brillante de una bolsa negra.

Veo tan cerca, que casi deslumbró el apagar los ojos azules de Jena.

Me echó hacia atrás, convenciendome nuevamente que eso solo sucedió en mi mente, aunque se que no es así, respiro y contengo las náuseas.

«¿Cómo se supone que reaccione?»

Vi a una persona muerta, a otras más despedazadas y distribuidas sobre la maleza, como si fueran adornos, vi al Sargento inmutable ante la escena, al hermano menor agraciado por ella.

Apretó el respaldo de la silla para evitar caer de repente, he intento enfrentarme a mi colega, quien solo se limita a observar el ataque de pánico que ha generado con un par de palabras.

-¿Fue demasiado?... -inquirió mirándome de pies a cabeza‚ luego golpeó el paladar con la lengua- o solo fue... ¿La primera vez?

No era necesario que respondiera esa pregunta, el cuerpo se me había erizado de solo imaginarlo.

-Eres todo un caso Jones, le temes a la muerte y te empeñas entrar al ejército.

-¿«Eso» también entra en las pruebas?

-¿Eso? -repite arrastrando las palabras- ah, te refieres a matar.

-Si... a eso me refiero.

«Esta disfrutándolo» puedo ver ese inconfundible brillar en sus ojos, dos esmeraldas diabólicas, regocijándose con mi inocencia.

-No es parte de ninguna prueba, si quieres verlo de esa manera, pero te recomiendo profundizar el problema que tienes con la muerte.

-No tengo problemas con la muerte.

Silvestre hace una mueca de ternura con mi respuesta.

-Ah, ya veo, mejora entonces tu relación con la sangre, sería muy vergonzoso volver a perderte en medio del campo de batalla.

Las manos de Silvestre juegan entre las hojas de la carpeta, la foto de Jena vuelve a su escondite -dentro de la carpeta- y el la coloca encima del resto de documentos que trae ahora en los brazos. Lucho internamente con las secuelas del pánico, apretando un poco los labios, sintiendo la tensión que se ha formado en mi mandíbula, no hay nada que hacer, me relajo y vuelvo a resignarme, por un momento pensé que me la dejaría para revisarla a solas, pero ahora veo que nunca fue así.

-A Rick no le agradas, aunque supongo que eso ya lo sabes.

-Si lo se, no le gustan los cobardes.

Silvestre niega con la cabeza.

-No eres cobarde, Jones. Solo necesitas una guía.

«¿Una guía?»

-¿Por qué intentas ayudarme? Porqué no creo que sea por ser colegas.

-No te equivocas.

-¿Por qué entonces?

-Ya lo dije, tienes talento y me da muchísima curiosidad que tan lejos puedas llegar, si te esforzaras en serio.

-Curiosidad -rechisto- acabas de ocasionarme un ataque de pánico por curiosidad.

Silvestre sonríe una vez mas.

-No ocasione nada, tu cabeza lo ha hecho.

Estira los brazos antes de regresarlos a la mesa, se reclina sobre ella y vuelve a mantener la mirada.

-¿Vives en un mundo de fantasía, Carrie? Porque en el mundo que yo conozco, los militares matan y el que no se defiende, muere.

-Es lo mismo que me dijo tu hermano, no es que no lo entienda, solo no me gusta la idea de matar a alguien.

-¿Ni siquiera si esa persona intenta matarte?

-Solo quiero proteger, Silvestre, solo eso.

Silvestre relaja la mirada, como si mis palabras se salieran cualquier lógica, para el soy ingenua, tonta por no escuchar la realidad de mi situación.

-Está bien, está bien. No tocaré otra fibra sensible, no por ahora, así que baja la guardia, Jones.

Mi cuerpo se relaja en automático, como si apenas fuera consciente de lo tensa que me encontraba durante la conversación. Silvestre me echa un último vistazo, tomas las carpetas en sus brazos y me mira complacido desde el marco de la entrada.

-Tengo que entregar algunas cosas, ¿Por qué no aprovechas para dar una vuelta? Despabila y ve por un café.

-¿Estás seguro? No quieres que te ayu...

-No es necesario -interrumpió antes de que terminara la frase- no me gustaría que Jena siga atormentándote.

La puerta se cierra, Silvestre dice que regresará pronto y yo sigo estática.

«A caso, él se ha dado cuenta de algo o solo estoy perdiendo la cabeza»

Las dudas forman una nube en mi cabeza, en realidad no puedo explicar lo que pasó, primero me deje envolver en una intrigante y maravillosa charla filosófica, me hizo preguntarme sobre mis motivaciones, notar mis miedos. La puntualidad de sus palabras era simplemente efectiva, tanto, que la sola idea me asustaba, en los días que habíamos trabajado juntos fue igual de agradable, pero ahora, podía asegurar que no volvería a subestimar a nadie.

Ni siquiera a un adolescente.

Porque a pesar de mi experiencia, no soy perfecta, no estoy libre de cometer errores, ni de «bajar la guardia» como había recomendado Silvestre ante su salida.

Yo había jugado mis cartas para regresar al punto de partida, todo había avanzado demasiado rápido a pesar de los imprevistos, así que me confíe, deje nuevamente que la arrogancia me superará. El Sargento permitió que entrara sin pruebas previas, su hermano me acogió y enseño su trabajo, y en verdad pensé que iban bien las cosas.

Ahora veo la papelera y las cosas son más claras.

Olvide que soy una espía dentro de una jauría de lobos.

Silvestre seguramente puso el expediente de Jena a propósito y yo caí como una tonta para morder el cebo.

«En verdad que soy ingenua» me digo aunque se quedan cortas las palabras, el chico está probándome, jugando a cambiarme las rutas como un ratón de laboratorio, por irónico que pareciese, así había sido, aunque no se si encontré la salida correcta.

Se que no desea dañarme, por ahora, eso es suficiente para mi.

Guardo los papeles, acomodo los lápices y me despido del monótono ambiente de oficina por un instante, necesito despegar la mente, volver a enfocarme en investigar y no se, con algo de suerte planificar mejor mis interacciones con el hermano menor del Sargento, porque aunque no me caben dudas hasta el momento sobre el querer ayudarme, no puedo confiar en él, en nadie en realidad.

Los cuadros del pasillo desfilan a mis costados -no los miro- no miro ningún punto en especifico, solo dejo que mis piernas me lleven a donde se sientan más cómodas.

«No debo llamar más la atención»

Ojalá alguna vez pueda cumplir eso.

Ahogo un grito y para cuando me doy cuenta ya me encuentro en el suelo «He chocado con alguien» la noticia ni siquiera me sorprende, cuando no he estado viendo mi camino.

Yo me siento en el suelo antes de intentar levantarme, la otra persona por su parte, parece más enfocada en recoger sus pertenencias.

-Déjame ayudar. -digo y me sorprendo al mirarla

La mujer quita el mechón rubio de su rostro y descubre su cansada e hinchada mirada, solo puedo contener el sonido de sorpresa que estaba por salir de mis labios.

«Era la viuda de Phil Davids»

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Alucard
ay me cautivó, hay más cap?
Fanysparkle: muchísimas gracias, pronto habrá más 🫶🏻✨💖
total 1 replies
Coralfanartkpopoaf
No puedo esperar para ver qué más tienes guardado en esa increíble mente tuya, ¡escribe más pronto! 😜
Fanysparkle: Gracias✨✨✨
total 1 replies
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