Aurora Dubois deberá enfrentar el dolor de su diagnóstico, la traición de su esposo y el devastador secreto que sacude los cimientos de su familia. En su búsqueda de respuestas y sanación, Aurora descubrirá la fuerza para perdonar y reconstruir su vida, mientras Aura se debe enfrentar a las consecuencias de sus propias decisiones.
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Capitulo 4: Sueños rotos
__¡Sigues siendo la misma loca de siempre, Amina! No puedo creer que le hayas sacado el dedo a Arnold. ¡Fue épico!__. Aurora observó a su amiga con una mezcla de cariño y nostalgia. Su espíritu indomable es un contraste marcado con la vida que ella había elegido. El matrimonio, una jaula dorada, la había despojado de su libertad, de sus planes, de la simple alegría de sentirse mimada en un salón de belleza. Ahora, solo queda el eco de la mujer que alguna vez fue, una sombra que se desvaneció en la monotonía de su rutina.
__Ese payaso disfrazado de pingüino se ha ganado a pulso cada segundo de su miseria. Y que agradezca a los dioses que no me lo crucé en la calle, porque le habría pasado el coche por una pata, para que quedara cojo. La muerte sería un regalo para él. No, yo quiero que se pudra en vida, viendo cómo su preciada gallina de los huevos de oro, la que le solucionaba la existencia, le da la espalda y le exige el divorcio, para no volver a verlo jamás__.
Amina siente un odio visceral hacia Arnold, un odio que crece con cada recuerdo del daño que le ha infligido a Aurora. Pero la gota que colmó el vaso fue su crueldad al contagiarla con una enfermedad. Aurora, un alma tan pura que no se atrevería a matar un mosquito por temor a dejar huérfanos a sus hijos, ¿cómo puede merecer semejante castigo? La ironía es insoportable, la injusticia, intolerable.
Aurora es un compendio de virtudes: dulce, servicial, cariñosa, inteligente y trabajadora. Pero esa misma luz que la hace brillar fue también su sombra, su talón de Aquiles. Su bondad la convirtió en un blanco fácil para psicópatas como Arnold, depredadores que se disfrazande hombres perfectos para cazar a mujeres de oro como ella, manipularlas y alcanzar el exito gracias a ellas. La idea de que una mujer impulsa el éxito de un hombre es una verdad a medias. Aurora es el mejor ejemplo de esa verdad, entregando su apoyo y esfuerzo incondicionalmente. Pero Arnold, un parásito emocional, se apropió de sus virtudes, ignorando sus propios sueños y postergándolos indefinidamente. La colaboración se convirtió en explotación, el apoyo en una jaula dorada.
__Tienes toda la razón, Amina. La muerte sería una salida fácil para Arnold. Yo quiero verlo consumirse en el mismo fuego que alimentó durante años, un fuego que yo misma mantuve a raya. Pero la venda cayó de mis ojos, y aunque el dolor de la pérdida me atraviesa, sé que es lo correcto. Mi matrimonio era una farsa, una ilusión que solo yo sostenía. Vivir con un traidor, un manipulador, es una tortura que no estoy dispuesta a soportar__. La determinación de Aurora de romper todo lazo con Arnold es admirable, una coraza de acero que oculta un corazón destrozado. Detrás de esa fortaleza inquebrantable, su alma sangra y llora la traición del hombre que juró amarla. Sus promesas, convertidas en polvo, la dejaron hecha pedazos, sin fuerzas para seguir adelante.
El viaje a casa de Amina transcurrió en un silencio denso, cargado con los pensamientos de Aurora. Aún debe procesar la magnitud de su decisión, reafirmar su voluntad de divorciarse. 'Árbol que nace torcido, jamás su rama endereza', pensó, recordando los diecinueve años que Arnold le hizo desperdiciar. No puede seguir aferrada a un matrimonio que la asfixiaba, que la aleja de su plenitud como mujer, madre, amiga y profesional. La incertidumbre la invade ¿podría algún día reconstruir su vida, encontrar el amor de nuevo?, quizás no, porque la edad y el miedo a cometer el mismo error de una relación fallida es más grande que cualquier anhelo de volver a amar y sentirse amada.
__A ver amiga, suelta la sopa. ¿Cómo te fue con ese ser despreciable? Y quiero la verdad, cada detalle, sin rodeos__. Amina, con solo mirar a Aurora, puede sentir el peso de su devastación. Su mundo se ha desmoronado: el matrimonio ideal, el amor, los sueños de maternidad, incluso su salud, todo destrozado por la crueldad de otros. Víctima de una enfermedad que nunca buscó, de la que siempre se protegió, Aurora carga con el peso de una injusticia intolerable.
Aurora le contó a Amina, con la voz temblorosa, cómo Arnold había destrozado su ilusión de amor. Le había dicho fríamente que ella era solo una esposa para las apariencias, una cuidadora de su hogar. Él buscaba el placer en otros cuerpos, porque ella, su esposa, no lograba satisfacer sus necesidades. Mientras tanto, él buscaba placer en otros brazos, justificando su infidelidad con la excusa de que ella no despertaba su deseo. La humillación la envuelve , la traición le roba el aliento.
__Este hombre es un pozo sin fondo de estupidez. Cada vez que creo que ha tocado el fondo, me demuestra que siempre hay un nuevo abismo. Es un imbécil que no merece ni un segundo más de tu tiempo, y por eso debes divorciarte de él ahora mismo. ¡Libérate de esa carga!__. Amina, con un brillo vengativo en los ojos, buscó el número del bufete de abogados rival de Arnold. Un grupo de profesionales talentosos y ambiciosos, dispuestos a luchar por la justicia. Y qué mejor manera de humillar a Arnold que contratar a sus mayores rivales, asegurando el mejor divorcio para Aurora.
Aurora, con una voz firme, le solicitó a Amina que agendara una cita con el bufete de abogados rival. Necesita un abogado experto para su divorcio. A pesar del dolor, ha aceptado la verdad: su matrimonio siempre ha sido una farsa. A medida que los recuerdos se aclaran, la conclusión es inevitable: Arnold la había seducido por interés, y ella, ingenua, había creído en su amor. La cita se concretó para el día siguiente, por la tarde. Aurora está impaciente por iniciar el proceso de divorcio. Cada minuto que pasa la acerca a la libertad, a la posibilidad de reinventarse, de perseguir sus propios sueños y no los que otros habían impuesto en ella.
__Gracias por perdonarme Amina, aunque no lo merezco. Fui una cobarde, te abandoné por hacerle caso a Arnold. Pero ahora, aunque me siento rota, aunque la enfermedad me agobia, le haré pagar a Arnold por todo el daño. Yo seré su peor pesadilla__. La conversación con Amina fluyó, permitiéndole escapar por un momento de su propia realidad. Sin embargo, Aurora aún guarda en silencio los detalles más dolorosos de su matrimonio: las decepciones, las lágrimas, las ausencias de Arnold. Y sobre todo, el diagnóstico que aún se niega a pronunciar, una herida abierta que necesita tiempo para aceptar.
VIH. Esa palabra, una pesadilla que la persigue, se niega a abandonarla. Y eso es lo que la destroza. Las infidelidades de Arnold, aunque dolorosas, habrían sido heridas que cicatrizan. Pero el VIH es una marca imborrable, una sentencia de por vida. Es enfrentarse a la muerte, a la imposibilidad de tener el hijo que tanto anhela. El dolor, la decepción y la rabia la invaden por completo, una guerra interna que la está destrozando.
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Aquí les dejo un nuevo capítulo. No olviden dejar 👍🏼 en cada capitulo ☺️, con eso me ayudan mucho.
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