Junsu, un sigma que oculta su verdadera naturaleza, con el peso de los prejuicios en su vida, sobreviendo en un mundo que lo rechaza. Junsu se ve envuelto en un falso acuerdo amoroso con Hyunmin, su jefe, un alfa. Lo que comienza como una farsa para salvar las apariencias y un futuro impuesto, pronto se transforma en una conexión genuina que ninguno de los dos esperaba.
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El acuerdo
Aquel día comenzó como cualquier otro. El bullicio típico de la oficina me envolvía mientras revisaba los documentos para una reunión en la tarde a la que Hyunmin debía atender. Me encontraba concentrado en mi trabajo cuando escuché la voz de Hyunmin resonar desde su oficina.
-Junsu, ven un momento.- Su tono era tan neutral como siempre, pero había una tensión sutil que no pude evitar notar.
Me levanté de inmediato, sintiendo el habitual nudo en el estómago que aparecía cada vez que tenía que interactuar directamente con él. No era miedo, sino la constante sensación de que debía cuidarme de no cometer errores.
Finalmente, crucé la oficina hasta llegar a su puerta y toqué antes de entrar.
-¿Me necesitaba, señor Seo?- Pregunté, manteniéndome firme en mi postura profesional, como de costumbre.
Hyunmin estaba sentado tras su escritorio, con la mirada fija en los papeles frente a él. Se tomó un momento antes de levantar la vista y señalar la silla frente a él.
-Siéntate- Dijo, sin más preámbulos.
Obedecí, intentando mantener mi expresión serena mientras tomaba asiento. Había algo en su mirada que me inquietaba. No era el típico Hyunmin al que estaba acostumbrado. Parecía reflexivo, como si estuviera luchando con algo en su mente.
-Sé que has notado que mi padre ha estado viniendo a la oficina con frecuencia últimamente.- Comenzó rompiendo el silencio, aunque su tono seguía siendo tan metódico como siempre. -Y estoy seguro que has escuchado ciertas cosas.-
Asentí lentamente, aunque no sabía qué decir. no era una acusación directa, pero tampoco me podía relajar. No quería admitir que, efectivamente, había escuchado la palabra "matrimonio" más veces de las que hubiera querido.
-No es ningún secreto que mi padre está presionándome para casarme.- Continuó, mientras sus dedos tamborileaban ligeramente sobre el escritorio. -La situación está volviéndose más... insistente, y necesito una solución.-
Lo miré, intentando entender adonde quería llegar con aquello. No me atrevía a decir nada. Sabía que, en estos momentos, cualquier palabra mal colocada podría ser un error.
Hyunmin se inclinó un poco hacia adelante, fijando su mirada en mí con una intensidad que me hizo sentir pequeño.
-Junsu.- Dijo, con una seriedad que me heló la sangre. -Quiero que seas mi amante.-
Mis ojos se abrieron de golpe, y sentí que el corazón me daba un vuelco, mi rostro tornándose rojo. Había mil cosas que quería decir, pero ninguna llegaba a mis labios. Él continuó, sin darme tiempo para procesar lo que dijo.
-Falso, obviamente.- Aclaró con un gesto de la mano, como si fuera obvio que no se trataba de una propuesta real. -Eres de buena apariencia, joven, llevas trabajando conmigo el tiempo suficiente como para dar la impresión de que nuestra relación ha estado ocurriendo durante meses.
El calor se mantenía en mi rostro, pues todo esto era completamente inesperado, haciéndome preguntar cómo siquiera podía considerarlo.
-Pero… señor, yo…- Balbuceé buscando las palabras adecuadas. -No entiendo por qué yo…-
Hyunmin me miró con calma, como si ya hubiera anticipado esa pregunta.
-Es simple. Eres un beta.- Dijo con la misma lógica fría con la que solucionaba cualquier problema empresarial. -Si la gente cree que estoy locamente enamorado de un beta, se olvidarán de todas las expectativas que tienen sobre mí. Mi padre no soportará bien el escándalo que se generaría, y eso lo mantendría alejado de la presión del matrimonio, al menos por un tiempo.-
Sentí que mis pensamientos corrían a toda velocidad, intentando comprender lo que estaba pasando. No creía que Hyunmin me estaba pidiendo que fuera parte de una farsa monumental solo para evitar casarse. Nunca había imaginado que algo así pudiera ocurrir, mucho menos que yo fuera parte de ello.
-No estoy pidiendo una relación real.- Dijo, aclarando nuevamente, aunque no se molestó en suavizar su tono. -Solo necesito que actúes como mi amante en eventos y reuniones. La gente hablará. Será suficiente para crear un rumor, y tú… eres e candidato perfecto.-
Me quedé en silencio tratando de organizar mis pensamientos. Nunca me había considerado el candidato perfecto para nada, en general siempre había sido la persona con quien los demás se desquitaban, y ahora, de repente, Hyunmin me veía como la solución a su problema. No podía evitar preguntarme qué ocurriría si alguien descubría la verdad o que pasaría si la mentira no funcionaba.
-¿Y si alguien sospecha?- Logré preguntar, sintiendo que debía, al menos, poner en duda el plan.
Hyunmin esbozó una leve sonrisa, casi imperceptible.
-No lo harán. Tú eres discreto, has trabajado para mí durante meses y nadie pondrá en duda la relación que podría existir entre nosotros. Además, no te preocupes por los detalles, yo me encargaré de todo.-
El peso de sus palabras me golpeó de lleno. Él confiaba en mí para este papel, y eso solo hacía que el dilema se volviera más grande. No sabía qué debía hacer. Si rechazaba, podía estar arruinando cualquier posibilidad de mantener mi trabajo, pero si aceptaba, me arriesgaba a ser el centro de un escándalo. Sin embargo, en los ojos de Hyunmin había una determinación que me decía que ya lo había decidido todo, y que la única opción real era aceptar.
-Si eso es lo que necesita… aceptaré.- Dije con duda.
Hyunmin observó mi duda, inclinándose un poco hacia adelante, con una mirada que era tanto persuasiva como seria.
-Entiendo que esto pueda parecer complicado, Junsu, pero quiero que sepas que no solo es un favor. Te ofreceré una generosa cantidad de dinero por esto.- Dijo, dejando que sus palabras flotaran en el aire entre nosotros. Entonces, continuó. -Además, recibirás regalos, tratamientos y beneficios que pueden hacer que esta situación te resulte atractiva.-
Mi mente comenzó a trabajar rápidamente. El dinero era una necesidad, pues tuve que dejar la universidad cuando mi situación económica se volvió precaria. Había asumido la responsabilidad de cubrir los gastos médicos de mi madre que había sido internada debido a un Alzheimer que avanzó rápidamente, además de la hipertensión y la diabetes. No solo con eso, debía lidiar con los gastos de mis propios medicamentos, entre ellos los inhibidores. Cada mes, las cuentas acumulaban estrés y ansiedad, y el peso de esa carga era algo que llevaba a cuestas. Las facturas de medicamentos, las consultas con especialistas y el costo del cuidado constante parecían interminables. Pensar en la posibilidad de tener un ingreso extra, especialmente uno generoso como mencionó Hyunmin, despertó en mí un rayo de esperanza.
-No necesito que me convenzas más.- Respondí, intentando que mi voz sonara firme, aunque una parte de mí aún estaba en conflicto. -Lo aceptaré. El dinero me vendrá bien.-
Hyunmin asintió, una expresión de alivio y satisfacción cruzó su rostro. Era evidente que había anticipado mi respuesta, pero no dejó de parecer genuinamente agradecido.
-Gracias, Junsu.- Dijo, su tono ahora más ligero. -Sé que esto no es algo sencillo, pero te aseguró que, además del dinero, también te proporcionaré acceso a eventos y lugares donde podrás obtener algo más que solo regalos materiales.-
A medida que hablaba, podía ver que esto era un intercambio que beneficiaría a ambos, aunque las implicaciones de nuestra situación comenzaban a asentar un peso diferente en mi mente, No obstante, la necesidad de cuidar de mi madre y la urgencia de asegurar un futuro mejor para nosotros eran más fuertes que cualquier duda que pudiera tener sobre el arreglo.
-Solo espero que esto funcione.- Murmuré, sintiéndome un poco más seguro de mi decisión. -Quiero asegurarme de que no traiga más problemas de los que ya tengo.-
-Lo mantendré bajo control.- Me aseguró, con una sonrisa que transmitía confianza. -Te prometo que todo saldrá bien.-