Un Amor No Tan Prohibido

Al día siguiente se levantaron cerca del medio día, se dieron un baño juntos y bajaron al restaurante del hotel a comer algo antes de partir hacia su Luna de miel

— Aún no me dirás a dónde iremos?? Le pregunta Emma intrigada

— No, te dije que sería sorpresa, no te impacientes amor — le responde Leonel

— Es que sabes que no me gustan las sorpresas por mí impaciencia — le dice ella frunciendo los labios fingiendo tristeza

— No me convencerás poniendo esa carita — le responde él riéndose 

— Ufa — dice cruzándose de brazos derrotada 

Emma quedó en silencio y no tocó más el tema, ya que sabía que aunque siguiera insistiendo Leonel no se lo diría

Ambos pidieron lo que iban a comer y mientras almorzaban se pusieron a conversar sobre cómo había sido la fiesta 

Después del almuerzo ambos suben a la habitación a buscar sus maletas, salen del hotel y se dirigen al aeropuerto para abordar el jet que lo llevaría a su luna de miel.

Después de la noche de boda, Leonel y Emma se fueron de luna de miel a las islas griegas. El sol brillaba sobre el mar azul y las playas de arena blanca. Su villa privada tenía vistas impresionantes del mar y una piscina infinita que parecía fundirse con el horizonte.

Los primeros días fueron de pura relajación. Se despertaban tarde, desayunaban en la terraza y pasaban el día en la playa o explorando las islas. Por las noches, se perdían en los ojos del otro, disfrutando de la intimidad y la conexión que habían construido.

Una noche, Leonel llevó a Emma a un restaurante en la cima de una colina, con vistas impresionantes del mar. La luna llena brillaba sobre ellos mientras cenaban y bailaban bajo las estrellas.

— Emma, eres mi todo — dijo Leonel, tomándole la mano.

— Y tú eres mi alma — respondió Emma, sonriendo.

Ambos se abrazaron mientras continuaban bailando al son de la música, luego volvieron a su mesa y continuaron con la cena, mientras bebían y reían por cosas que contaban 

De repente, un grupo de músicos tradicionales griegos comenzó a tocar una canción romántica. Leonel y Emma se levantaron y bailaron bajo las estrellas, sintiendo que estaban en un sueño.

Al volver a la villa donde se estaban quedando, Leonel cargó a Emma y con ella en sus brazos subió a la habitación 

Lentamente la bajó y comenzó a besarla con desespero mientras le iba quitando el vestido que ella llevaba puesto esa noche 

Emma continúo haciendo lo mismo con la ropa de él hasta quedar ambos completamente desnudos, ella estaba muy excitada y más las copas de vino que se había tomado de más, sentía que le quemaba todo el cuerpo por el deseo 

Lo empujó a Leonel al sofá que había dentro de la habitación y luego se sube a horcajadas sobre él y comienza a frotarse el miembro ya erecto de él sobre su punto sensible, mientras arqueaba la espalda y tiraba la cabeza hacia atrás sintiendo tanto placer que no pasó más de 10 minutos y ella largó todo de su interior 

Rápidamente Leonel tomó su miembro y lo introdujo dentro de ella y comenzó a moverla con desesperación, esa masturbación que ella había hecho con su miembro lo había encendido de tal forma que sentía que su corazón se pararía sino lograba descargarse él también 

Ese fue el primer round, el segundo round fue sobre la cama y el tercero en el baño bajo la ducha

Emma estaba tan agotada físicamente que ni bien tocó la cama para descansar, se quedó dormida en un parpadeo.

Al día siguiente Emma se despierta con Leonel dándole besos por toda la cara haciéndola sonreír 

— Buenos días esposa mía — le dice Leonel con una sonrisa 

— Buenos días esposo mío — le responde ella de la misma forma sonriendo 

— Pedí que nos trajeran el desayuno, levántate preciosa así desayunamos, hoy es nuestro último día aquí y quiero que disfrutemos de la playa y recorriendo lo que queda de las islas — le dice él tomando su mano y ayudándola a sentarse en la cama 

— Paaaa que rápido se pasaron estas dos semanas, no quiero irme aún — dijo ella con tristeza 

— Lo sé mí reina, pero lamentablemente debemos volver, en las próximas vacaciones te llevaré a conocer otros países, disfrutaremos lo más que podamos de nuestro matrimonio, pero ahora debemos volver, ya que pronto comenzarán las clases nuevamente — le dice él besándola para que deje de estar triste 

— Lo sé, por eso desayunemos y salgamos — dice ella sonriendo 

Ambos comenzaron a desayunar, luego se cambiaron para salir y se fueron a la playa a disfrutar del mar 

Al mediodía comieron en un puesto de comida que había ahí mismo en la playa y después salieron a recorrer lo que les faltaba de las islas que aún no habían conocido 

Durante las 2 semanas que estuvieron ahí, recorrieron las islas Santorini y sus playas de colores, La Playa Roja, con sus acantilados de lava roja, y la Playa Negra de Kamari, con su arena volcánica oscura

La isla de Mykonos visitaron Chora, la capital de la isla con su pequeña Venecia y los Molinos de Viento

La isla Corfú visitaron la sinagoga de Corfú, el Monasterio vlachérna y el canal d’amour 

La isla Milos visitaron la antigua ciudad de Klima, el Teatro Romano de Tripiti o las Catacumbas de Milos, donde pudieron explorar antiguas cámaras funerarias. Milos es famosa por su antigua estatua de Afrodita, conocida como la Venus de Milo.

La isla Naxos visitaron Aliko: Playa en el lado occidental de Naxos con un bosque de cedros y dunas de arena, también visitaron el templo de Apolo 

La isla Paros visitaron un encantador pueblo medieval Lefkes de montaña con una arquitectura típica griega que combina los estilos veneciano y cicládico. 

La isla Creta visitaron Palacio de Cnosos: La cuna de la civilización minoica y la ciudad más antigua de Europa. El acuario Aquaworld Aquarium & Reptile Rescue Centre y el museo arqueológico Heraklion

Por último visitaron la isla Rodas, conocieron el valle de las mariposas, el casco antiguo de rodas, los castillos de rodas y los 7 manantiales.

Al volver a la villa ya eran las 9.pm, se dieron un baño juntos y cenaron en la terraza, la noche estaba hermosa, pero lamentablemente esa sería su última cena en ese lugar, ya que pronto tendrían que dejar la villa para volver a casa 

Ya eran las 12.am y ambos se encontraban yendo al aeropuerto de Grecia, decidieron viajar de noche ya que al tener 18 hs de vuelo aprovecharían a dormir la mayoría del viaje para que no se les hiciera tan largo.

Al llegar a Seattle ya eran las 6.pm, salieron del aeropuerto, subieron al auto de Leonel que había quedado estacionado ahí desde que viajaron y volvieron a su departamento 

— Fue agotador el viaje, pero definitivamente me encantó conocer las islas griegas — le dice Emma colgándose de su cuello 

— A mí también me gustó, pero lo que más me encantó fue estar contigo, te amo demasiado y disfrute cada segundo a tu lado, verte feliz y sonreír en todo momento es lo más hermoso que me ha pasado — le dice Leonel abrazándola por la cintura y besándola 

— Yo también te amo Leo, tu eres lo que siempre soñé, eres mí vida entera y así será por siempre — le dice ella sonriendo para luego volver a besarlo.