Un Amor Misterioso

Un pequeño príncipe discute con su madre quien se ve cansada, su padre agoniza y para él su hermana lo ha traicionado.

-Joseph ven aquí.

-No, Diana me ha quitado el lugar que me corresponde.

-Mi pequeño, sabe que eres muy joven, ahora no lo entiendes Pero lo harás, ve con tu padre.

El pequeño solo va con su padre, después de unas horas todo el palacio está en silencio, el rey y muerto, el pequeño niño solo llora al pie de aquel ataúd.

-Padre, te prometo que recuperaré el lugar que me corresponde, yo entrenaré mucho y estarás orgulloso de mí.

Al terminar los funerales, su madre ordena ir al oeste, se despide muy brevemente de su hermana.

-Madre, quiero seguir en la frontera.

-Estás seguro, puedes llevar tu educación en el ducado.

-No, quiero estar frente a las tropas.

-Bien, solo debes ir a verme, mi pequeño**Temo que no podré estar mucho tiempo contigo**

En la frontera una pequeña niña, entrena con su arco, busca en el bosque a su amigo, Pero hace mucho que no lo ve.

-Ese mugroso perro a dónde se fue.

Perdida en sus pensamientos siente que alguien la observa, ella se pone en posición de ataque, solo siente dos grandes patas sobre su pecho.

-Max... Me has asustado, donde estabas.

El lobo solo le lame la cara y ella se limpia.

-Oye, no lo hagas, me dejas llena de baba.

Ella saca de su bolsa unas galletas y le da unas.

-Que te paso? Tus ojos se ven tristes, mira ya tengo mejor puntería, me ayudarás a mejorar, ya no te vayas.

El lobo solo se recuesta y pone su cabeza sobre sus piernas, los días se vuelven más agradables, Mime le ayuda a calmar su corazón, con ella entrena y él se da cuenta de que aquellas mujeres son buenas.

-Joseph, se puede saber a dónde vas todas las tardes?

-Este... Abuelo voy a explorar, necesito correr, si no corro el riesgo de que mis piernas no sean tan fuertes.

-Solo no te alejes mucho.

-Max, te traje galletas, me voy a ir unos días, es la rotación de los caballeros y tengo que ir a ver a mi mamá, te voy a extrañar, pero solo es un mes, te prometo traerte otras galletas.

El lobo solo se recuesta junto a ella, no quiere que se vaya, tampoco puede mostrarle su verdadera forma, si lo hace ella tal vez se aleje de él.

El todos los días vuelve al campamento, la extraña, siempre termina sus deberes y se apresura a ir, hay muchos caballeros y ahora el estandarte del duque Carter se alza en la frontera indicando que el es quien está ahora ahí.

Al tomar su verdadera forma, de vez en cuando va al pueblo, ahí logra ver a los caballeros y al duque Carter, junto con su hijo.

-Así que ellos son, son iguales.

-John, no te alejes, debemos irnos pronto.

-No me gusta el nombre de John

-Pues no te puedo llamar por tu nombre, nadie debe saber que estás aquí.

-Bien, seré John.

En la frontera habían optado por cambiar el nombre de Joseph, así no correrá peligro.

-Mime, si tan solo pudiera verte así, podemos ser amigos también así, como lobo no puedo hablar con ella.

-oye, puedes hacerte un lado, viene la carreta.

John se tensa al escuchar la voz de Mime

-Perdón, no me di cuenta.

-No eres de aquí verdad?

-Se me nota?

-Si, bastante, vienes con los caballeros de Terán?

-Si, soy un aprendiz.

-Enserio yo también, me llamo Mime, mucho gusto.

-Soy John

-Vamos John te daré galletas, tu capitán está en reunión, vamos a comer.

-Si.

Mime lo lleva con las demás mujeres

-Mime, quien es el enano.

-Es mi amigo John, podemos comer galletas.

-Si, no te alejes, iré a la reunión.

-Si capitán.

-Me dijo enano?

-Disculpala, ella no es tan sociable, es capitán, su maestra es la marquesa Bennett, es muy buena en lo que hace.

-Ya veo.

-Dime John serás un caballero?

-Heee? Si, el mejor.

-Bien, entonces nos veremos seguido, los campamentos están cerca.

John con el tiempo va y viene entre campamentos, Mime juega con él y de vez en cuando los dejan practicar con las espadas sin filo, en el bosque Mime entrena con el mismo John sin saberlo Pero en forma de lobo.

-Vaya, un buen botín, está niña es bonita, atrapenla.

Mime está rodeada de mercenarios, como paso ella con su espada se prepara, no sin antes botar una bengala.

-Que has hecho pequeña tonta.

La capitán ve la bengala y ordena que busquen a Mime.

-Los quiero muertos y al jefe a mis pies.

Mime sabe que son muchos así que los distrae y corre, en un segundo la persiguen, pero también a su lado la alcanza Max, quién aullá y llama a otros lobos.

Al pie del acantilado, Mime es rodeada, solo no está asustada algo que consterna a los mercenarios, solo ríe de lado.

-Maldita mocosa, ven aquí.

-No soy tan fácil de atrapar, disfrutaré ver al capitán cuando te torture.

El mercenario intenta atraparla, Pero su mano es mordida, un lobo está frente a él, no solo uno son varios.

-No, no puede ser, no hay lobos en Thaslis.

-Si hay y son míos, Max no comas porquerías, solo matarlo, desgarra su cuello.

El lobo parece entenderla y hace lo que le pide, así como los demás lobos, los gritos no se hacen esperar, la capitán había visto todo.

-Pero que demonios pasa, atrapen a los que intenten huir.

Ella solo ve a qué lobo pone el cuerpo del mercenario a los pies de Mime, ella solo lo acaricia y el lobo se escabulle entre sus brazos para que lo abrace.

-Mime, que significa esto?

-Maestra, él es Max es mío.

-Es un lobo, son peligrosos y no sabía que cruzaban a Thaslis.

-Lo hizo para defenderme, normalmente no pasan.

-Bien, solo no te confíes mucho, no es un perro.

-Si, pero él es bueno, no le hace daño a nadie, él no cuenta, es un mercenario.

Mime le señalaba al hombre en el piso.

La capitán solo va con los demás, ahora debe interrogar a los mercenarios, pero ese lobo no le genera confianza.

Mime solo pasa la tarde con Max, ya en la noche Max se va, en el campamento de su abuelo el descansa, es la primera vez que mata a alguien.

No lo dudo ni un momento al ver a Mime rodeada, vio como la veía aquel hombre y sintió que la sangre le hervía, solo actuó para defenderla.

-Jamas la van a lastimar si yo puedo evitarlo.