Historias Cortas Saga La Estación 2

Una semana había pasado de que dragan escapara de l muerte y en lugar de eso terminara haciéndolo con un tipo realmente memorable de quién lo único que sabía era su nombre. El podría averiguar más sobre el si quisiera, pero no tenía ganas de estresarse y mucho menos obsesionarse con alguien, aunque si le gustaría volver a sentir ese gran trozo en su interior, gimió levemente mientras pensaba en esto.

-¡Dragan! -la voz de su hermano se escuchó en la puerta.

-¿Que...

-Dice papá que si puedes subir?.

-No, tengo que ir a trabajar -nadie le había pedido que trabajé, pero el no quería pedirle nada a estás personas.

-Esta bien...pero deberías ir, sal de este nido de cucarachas y ve con nosotros por favor -Escucho los pasos de Athos alejarse.

-Lo siento, si pudiera me iba para no molestar -se levantó y abrió la puerta, en realidad vivía en una especie de bodega empotrada cerca de los autos de Reed que seguían acumulando polvo, le gustaba porque casi nadie venía este lugar por lo que siempre era silencioso y tranquilo. Rápidamente se dirigió a la salida donde se encontró a León.

-¿Por qué sigues huyendo de mi? -este lo miro con lastima y preocupación lo que hacían a Dragan sentirse aún peor.

-Lo siento -era lo único que podía decir cada vez que veía a su padre, del asesino entrenado, inteligente, fuerte y sumamente agil qué había sido un años atras no quedaba mucho porque aparte de qué fran parte de su cuerpo estaba destruido su mente sin duda era lo peor.

-No tienes que seguir disculpándote, nadie está molestó contigo.

-Yo lo estoy -no mentía, se sentía miserable por extrañar su antigua vida pero siendo sincero solo extrañaba esos tiempos porque las cosas habían sido más sencillas y el dolor que sentía en sus heridas cicatrizadas no había existido.

-No deberías, nadie está molestó por lo que pasó así que intenta perdonarte -leon le dió un café-. ¿Te puedo llevar al trabajo?.

-Supongo... -el centro del pueblo estaba lejos pero aún así el prefería caminar porque de algún manera se tenía que auto castigar sin preocupar a nadie y nadie sabía lo doloroso que era caminar 3 kilómetros con los ligamentos musculares tullidos y encogidos debido al mal tratamiento y poco cuido que había tenido después de que su tío Loud le disparará, esto lo había dejo con una rigidez extrema en su pierna derecha que le hacía imposible doblarla o moverla sin sentir horribles y fuertes dolores.

-Dragan...te conozco poco pero tienes que saber que me importas -Leon no lo tenía fácil con sus hijos, pero sin duda el más difícil era Dragan que parecía estar siendo arrastrando en un torbellino de alcohol y autodestrucción, porque el chico bebia como desquiciado según sabía ya que constantemente lo veían comprando alcohol.

-Gracias -tomo su mano izquierda que su primito Lumen había destrozado de un balazo, la tomó con con la mano derecha y la puso sobre su regazo, era zurdo pero coml su mano era inútil había tenido que usar su mano derecha. La mayoría tampoco sabía esto y mucho menos que dolía como el infierno, nadie sabía porque el seguía diciendo que todo estaba bien.

-De verdad, lo que sea que necesites estoy aquí para ti y se que tus tíos también.

-Gracias...de verdad estoy bien -volvio a mentir.

-Dragan...

-Leon...de verdad no te preocupes  por favor, cualquier cosa te lo diré o a Reed o a Loud o a quien sea.

-Por favor hazlo -Leon se estaciono frente al trabajo de su hijo y rápidamente se dirigió a ayudar a Dragan a bajar, león lo tomo en brazos para bajarlo y Dragan quería llorar por lo bien que se sentía ser abrazado por este hombre que lo quería a pesar de todo. León pareció notarlo porque lo abrazo por más tiempo-. De verdad lamento todo -lo puso en el suelo, era claro que el chico estaba muy necesitado de afecto por más que lo negara.

-Esta bien...-la mente de Dragan se empeñaba en ensuciar todo por lo que no pudo evitar pensar en el doctor el había Sido su otra figura paterna y de pronto el recuerdo de las manos de ese tipo sobre su cuerpo vinieron a el-. León no es así -dijo muy bajito al mismo tiempo que escuchaba la camioneta de su padre irse.

***

El trabajo había estado como siempre, así que después de terminar se dirigió al minisuper compro una botella de vodka y camino a casa sintiendo su pierna punzar a cada paso.

-Sube -Reed paro junto a él, era raro verlo en un auto.

-No ... gracias.

-Sube o te subo.

-Bien.

-Lo siento -el hombre dijo-. Solo me preocupo por ti.

-Estoy bien, solo quiero estar solo -Dragan miro al frente.

-¿Puedes salir de mi bodega por favor? -Reed lo miro y el chico pareció asustado-. No té estoy hechando, toma un apartamento por favor y deja la habitación de las escobas en paz.

-No puedo pagar un apartamento.

-No te lo estoy cobrando.

-Tampoco quiero nada gratis -no quería deberle nada a nadie y menos a Reed.

-Deja de ser tan terco, pero si insistes te cobraré el 20 por ciento de la renta y si consigues compañeros te la subiré un poco más, así no me deberás nada -le sonrió pero Dragan seguía viéndose igual de sombrío e incómodo.

-Lo pensaré -habian llegado por lo que rápidamente salió del auto y se encerró en su pequeña habitación, rápidamente saco la botella y así en seco empezó a beberla. El alcohol era de las pocas cosas que lograban noquearlo por completo y así el podía descansar un poco sin sentir tanto dolor sin necesidad de tomar pastillas-. Solo me quiero morir y dejar de preocupar a la gente -fue lo último que pensó antes de quedarse dormido, en los días fríos como hoy el dolor era aún peor y su deseo por dejar de respirar aumentaba pero seguía intentando vivir.