Camila es una mujer inteligente, luchadora, amorosa y muy honrada que se verá obligada a irse a España para hacer una nueva vida y empezar de cero, empieza siendo niñera y eso la llevara a conocer el amor más puro que puede existir el de un niño, mientras que Fernando deberá aprender a ser padre y madre y olvidarse del amor, ya que este lo único bueno que le ha traído es a su hija Tatiana.
¿Qué pasará en la vida de estás personas?.
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CAPITULO #2.
Fernando: Vamos a conversar un poco, quiero saber de dónde vienes porque definitivamente no tienes acento español y bueno todo lo que deba saber de ti.
Camila: Bueno, para empezar mi nombre es Camila Gómez, tengo 23 años, llegué aquí hace unos meses desde Venezuela, actualmente trabajo en una cafetería medio tiempo por lo que mi horario es de 6 de la mañana hasta la una de la tarde.
En mi país me gradué en idiomas por lo que domino varios idiomas y me defiendo en chino y japonés.
Soy legal en este país y busco un trabajo mejor para enviar dinero a mi familia en Venezuela que consta de mis padres y un hermano menor que dentro de poco ingresará en la universidad.
Mi contacto con niños ha sido bastante, ya que mi tío tuvo 4 niños y yo ayudaba a cuidarlos y también cuidar de mi hermano.
Si quiero ponerme a prueba sería muy bueno que lo hiciera después de mi horario actual por qué si usted no me da el trabajo perdería el que tengo ahora y pues en mi estado actual sería una tragedia.
Fernando escuchó detenidamente lo que ella decía y entendió perfectamente cuáles eran sus miedos e inseguridades, al paso del tiempo empezó a observar como llegaban más inmigrantes al país, Pero se dio cuenta de que si la situación en España estuviera fea él no dudaría en irse a otro país para buscar un mejor futuro.
Fernando: Bueno me parece justo lo que dices, yo en mi trabajo pedí un permiso de un mes mientras buscaba alguien que me ayude y así organizar los horarios, mis padres estuvieron conmigo las primeras dos semanas, Pero ellos tienen responsabilidades que no pueden evadir por mucho tiempo.
Camila: ¿O sea que tienes dos semanas para regresar a su trabajo?.
Fernando: Sí, puedo pedir a lo sumo una semana más, pero sería todo.
Volviendo a lo del trabajo, la verdad es que quiero una persona que esté aquí las 24 horas del día para Tatiana, por lo que vivirás aquí, no tienes que preocuparte por la comida o el pago de nada de la casa, en cuanto al sueldo sería de 500 euros al mes.
Camila: Señor eso es mucho dinero y aunque lo necesitó me parece exagerado, ya que comeré y viviré aquí en caso de obtener el trabajo.
Fernando: Pago bien para recibir un buen trabajo, mi horario de trabajo es variado, puesto que soy abogado, puede que algunos días esté aquí en casa como otros en los que viviré de aquí para allá.
Camila: Bueno y ¿cuando empiezo mi periodo de prueba?.
Fernando: Hoy mismo, si gusta, puede ir a su casa por algunas cosas para quedarse está noche, al volver le explicaré como se maneja la casa.
Camila: Está bien, regreso en una hora.
Y así fue que Camila llegó a dónde vivía y saco tres mudas de ropa y dos pijamas, un bolso con lo justo y necesario, hablo con su amiga y le deseo suerte.
Al llegar fue recibida nuevamente por Federico, Pero está vez todo mojado, puesto que acababa de bañar a la bebé.
Fernando: Lo siento por recibirla así es que ella patio mucho en el agua.
Camila: No se preocupe.
Dijo viendo cómo en sus brazos llevaba a una bebé envuelta en su toalla.
Si gusta, me puede dar a la bebé e informarme donde está su habitación mientras yo le pongo ropa usted puede ir a cambiarse.
Fernando la guío al cuarto de la bebé el cual era hermoso, paredes rosadas con nubes, la cuna era de color blanco, había muñecas en una repisa todo estaba ordenado y hermoso.
Fernando: Aquí podrá encontrar la ropa de Tatiana, en las gavetas que tiene al lado de la cuna están los pañales, toallitas, talco y todo lo que pueda necesitar a la hora de cambiar el pañal.
Camila: Está bien, ¿puedo ponerle la ropa que yo quiera o usted la elegirá?.
Fernando: Puedes ponerle lo que quieras, ya vuelvo.
Camila se quedó con la bebé le puso un pañal y le unto crema por su cuerpecito, la coloco un momento en la cuna mientras buscaba que ponerle y opto por una braguita de color amarillo y un suéter por lo que puso ver la casa tiene aire acondicionado así que estará lo suficientemente fresco para no sentir tanto calor.
Al terminar la coloco en sus brazos y se sentó en una mecedora que había en la habitación y empezó a cantarle hasta que la bebé se había quedado dormida.
Camila vio que había monitores de bebé así que prendió el que queda en la habitación y salió con el otro en la mano justo cuando venía Fernando ya arreglado.
Fernando: ¿Tatiana se quedó dormida?.
Camila: Si, después de un masajito y ponerle la ropa solo tuve que meterme y cantarle para que quedara rendida.
Aquí tengo el monitor y tengo que admitir que me encanta porque puedes ver a la bebé y no solo escucharla.
Fernando: Sí, digamos que me preparé muy bien para este trabajo, ella es mi vida.
Camila: ¿Cuando le toca el siguiente biberón?.
Fernando: En una hora y media.
Mientras tanto vamos a la cocina.
Camila tenía curiosidad por la mamá de Tatiana, pero al ser su primer día no quería ser chismosa, así que solo se limitó a preguntar sobre la niña.
Básicamente, viene una señora tres veces a la semana para limpiar la casa junto a dos personas más que están a su mando, en cuanto a la comida él se prepara lo suyo así que tenía carta libre para cocinar lo que quisiera, las fórmulas de la bebé están en una repisa donde solo se encuentran las cosas de la bebé.
La semana paso volando y Fernando ya no necesita tener más a prueba a Camila.
Fernando: Camila quiero que sepas que estás contratada, ya no necesitas estar en la cafetería quiero que trabajes para mí.
Camila: Gracias señor Fernando no sé va a arrepentir además ya le tengo mucho cariño a Tati.
Fernando: Ya lo veo, hasta diminutivo le pusiste.
Camila: Es que una bebita muy bien portada solo me levanto 3 veces en la noche por su cuenta y como 5 por la mía jajajaja.
Fernando: ¿Qué quieres decir con eso?.
Camila: Que me levanto para verificar que esté respirando, es normal que uno tenga ese instinto maternal, sabe.
Fernando: Bueno digamos que eso no aplica para todas las mujeres, por ahora me iré a mi despacho si necesitas algo o le pasa algo a la bebé que no puedas controlar me tocas la puerta.
Camila: Está bien.
Camila vio como Fernando se marchaba a su despacho, durante esta semana que se había quedado aquí notó que algo dentro de él lo pone triste y trata de pasar el mayor tiempo posible con la bebé cuando no está trabajando y durante la noche lo ha visto entrar a la habitación de Tatiana a ver si está todo bien, ella tiene su habitación, pero prefiere dormir en el de la niña por si necesita algo rápidamente.
Parece que él esconde un gran dolor, ¿será que la madre de Tatiana se murió en el parto?.
Camila era una mujer que veía más a las personas a su alrededor y se notaba la mirada de amor que le dedicaba Fernando a su hija, pero el tocar algún tema referente a la madre de la niña era delicado, por lo que, decidió tratar de no tocar ese tema.
la verdad me encato