La Diosa Aurora

La noche calló  envolviéndolo en una oscuridad profunda. Aurora caminaba por las calles solitarias Alec tenía que volver ante el llamado de su padre, que pedía su ayuda en su estudio, se despidieron y siguieron cada uno su camino,

con un pesar en el corazón y dudas en la cabeza. Había regresado a casa después de un largo día de emociones les contará a sus padres sobre su loba. .

Sus padres notaron su semblante, se miraron angustiados sabia que su hija es un libro abierto, y un ser libre que no le importaba lo que digan, nacio mas valiente que cualquier alfa , pero su preocupación era mucho mas grande que eso, ante su revelación de su transformación quedaron muy angustiados. Esa mañana, se vistió con su uniforme de entrenamiento Saludo con besos a sus papas

Mara: ¡ Hija no te olvides de la celebración hoy por favor, quiero que vallas ! - mirandola fija.

Aurora: (Suspiro largo) si mamá, pero solo por media hora,  después salgo con Alec. -dirigiéndose hacia la puerta.

Mara: (suspiro) Esta bien amor.

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Se dirigió al campo de entrenamiento donde se reuniría con los otros miembros de su manada. Era su primer día de entrenamiento oficial para convertirse en guardia, y estaba ansiosa y preocupada por primera ves en mostrar su loba. Mas aún porque desde su transformación no se comunicaba con ella.

Al llegar al campo, fue recibida por el líder de la manada, un hombre imponente con ojos penetrantes y una mirada severa. Él le explicó el plan de entrenamiento para el día y le asignó un compañero de entrenamiento, un chico joven y entusiasta llamado Mateo.

Aurora y Mateo se embarcaron en una serie de ejercicios y pruebas diseñadas para fortalecer sus habilidades de combate, su resistencia y su trabajo en equipo. Se enfrentaron a simulacros de situaciones de combate, practicaron técnicas de defensa personal y corrieron largas distancias a través del bosque.

A medida que el día avanzaba, Aurora se dio cuenta de que estaba más preparada de lo que había imaginado. Su entrenamiento previo había sido intenso y había dado sus frutos. Se sentía fuerte, segura y lista para asumir el desafío de convertirse en guardia.

Sin embargo, mientras se acercaba el final del día, una sombra de duda se apoderó de ella. ¿Realmente estaba lista para este nuevo rol? ¿Podría cumplir con las expectativas de su manada y protegerse de los peligros ? ¿Podría despertar sus poderes ? ¿ Porque no podía comunicarse con su loba? ¿ Porque no la hablaba ? Miles de pensamientos le hacían doler su cabeza.

Mientras Aurora reflexionaba sobre estas preguntas, sintió una extraña sensación que la observaban, cuando giro atrás no veía a nadie solo sus camperos murmurando sus cosas.

Y así, mientras el sol se ponía sobre el horizonte, Aurora volvía a su casa para lidiar con la ceremonia y los 3 demonios de trillizos alfas, que seguro su ego sería más grande ahora que tomarían el puesto de su padre, quien  por cierto era una gran persona.

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Mara: ¡Hija! Al fin llegaste. Apúrate sino llegaremos tarde , ¡no me quiero perder la ceremonia de vínculo de los trillizos!! - empujándolo por la espalda hacia el baño.

Aurora: ¡¡Ayyy, mamá!!   ¿Y si mejor me voy sin bañarme ? así sabré si me quieren con todo y olor incluido. - sonriéndole y posando en la escalera

Mara: Ni se te ocurra Aurora. Ninguna hija mía sea guerrera o no se va a mostrar con olores desagradables, ¡¡eso si que no! - estirándola de las orejas hasta el baño.

- ¡¡Ayuda Papa!! Me esta maltratando

Ralf: Yo no escucho tengo orejas de pescado - mirando hacia arriba con brazos en la espalda cominando hacia el comedor. (Risita)

- ¡¡Traidor!! Ya vas a pedir ayuda también- haciéndole señas de estaré vijilandote mientras se ríe.

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