El Retrovisor De Mi Vida

Saliendo de lo que fue mi paso por la adolescencia a la adultez. Me encuentro viviendo sola en un apartamento más central, me independice de mis padres dado que vivíamos muy lejos del centro de la ciudad donde se movía todo.

Estoy trabajando como abogada junior, aprendiendo y asistiendo a los abogados con mayor experiencia profesional, soy muy buena en mi área. Pero en mi vida personal, puedo decir que tengo dos amigos que me cuidan y me quieren,es mi compañera de apartamento, estudiamos lo mismo y trabajamos en el mismo lugar. Se llama Laura azul, tiene 28 años y tiene un novio que se llama Jorge de la misma edad que trabaja con nosotras, es uno de los socios en la oficina al igual que Laura,gracias a su desempeño en los casos que han llevado como profesionales.

Hoy me desperté temprano, me alistó para salir de afán por unos documentos que se necesitan para hoy y lo primero que me encontré en la cocina cuando fui por un vaso de agua, fue a Jorge el novio de Laura, casi que él vive con nosotras.

Beige: buenos días, como amaneciste.

Jorge: muy bien, quieres desayunar con nosotros.

Beige: No gracias, tengo que ir a recoger unos documentos temprano al juzgado para llevárselos al doctor Blanco.

Laura: al menos comete una manzana, tienes que cambiar, te vas a enfermar con ese ritmo de vida que llevas.

Jorge: ya se fue, amor. Tranquila, sé que la quieres como una hermana y yo también. Pero es muy terca.

Laura: Espera que conozca la persona que la haga cambiar, el hombre que le borre todas las inseguridades que carga.

Ellos terminan de desayunar y salen para la oficina. llegué sobre las 10 de la mañana corriendo con los documentos que iba a recoger que no estaban listos y tuve que esperar que los firmé el encargado, apenas llegó entregó los documentos al asistente del doctor Blanco, para que los revise.

Ya más tranquila me pongo a trabajar en los documentos que tengo que revisar para presentar el caso de la señora Lena una separación por infidelidad, al principio no le creí, pero ahora con estos documentos no puedo creer que la engañara por diez años.

Cuando llego el tiempo del almuerzo vino Laura a preguntarme si saldría a almorzar con ellos, pero le dije que no, que almorzaría algo en la oficina, se fue, pero sé que no me creé. Ya que, desde hace un año que ingresé a trabajar acá, no soy consciente de los horarios de las comidas y ella tiene temor de que me enferme.

Llegó el momento de salir y voy a hacer unas compras al súper que queda en el primer piso del apartamento y voy para el apartamento, como siempre, ya es una rutina.

Mi nueva zona de confort, aunque con personas nuevas a mi alrededor que ahora también son parte de mi familia, así lo siento y se que ellos me ven como su hermana ya que tanto Laura como Jorge son hijos únicos.