La Casa De Los Hamilton

Parte 1

Alice Wagner

Emprendimos una aventura de viaje en tren, tenemos muchas horas para disfrutar juntas los maravillosos paisajes que se veían a la vista.

Mamá se durmió apenas subió a bordo.

___No entiendo por qué insiste en pasar tiempo de calidad juntas si duerme como una abuelita__ Expresó Giulia molesta.

Ella disfrutaba de un buen batido, mientras conversábamos de todo un poco, horas más tarde, ella también se quedó dormida.

Aprovechando el tiempo saqué mi ordenador y terminé un informe detallado de mi último caso. Luego me acurruqué y dormí.

Despertamos llegando a la hermosa ciudad de Berlín, de allí alquilamos un auto para viajar hasta el pueblo de mi abuelo, que al parecer quedaba bastante retirado.

En el camino nos dispusimos a cantar cada canción que sonaba en el reproductor, para matar el tiempo y el viaje sea más agradable.

_____ ¿cuánto más falta para llegar? Mi trasero se está poniendo cuadrado de tanto viajar____ Expresó Giulia, mientras estiraba los brazos.

Mamá y yo nos reímos por su forma tan cómica de expresar las cosas, después de un par de horas llegamos al pueblo, que aparentemente es una zona con poco habitantes, las casas parecían antiguas, y se veían bastante deterioradas, por afuera.

Siempre veo todos los detalles ya que mi trabajo se trata de observar todo, hasta lo mas insignificante, el pueblo es hermoso, y nos agradaba más de lo que habíamos imaginado.

_____ El cielo se está oscureciendo mamá, sin duda alguna lloverá ___ Expresé mientras estacionaba el auto en frente de la casa del abuelo.

_____ Siiii, por fin____ Festejó Giulia al bajar de prisa juntamente con mamá.

Mientras que mamá y Giulia, trataban de abrir la puerta vieja que al perecer estaba atorada, Observé todo alrededor a la cuadra, algunas personas se quedaban mirándonos, al parecer tratando de reconocer quienes somos, entre esas observaciones alcé mis ojos a la ventana del vecino de al lado, que al parecer también estaba interesado en saber quienes éramos, no pude lograr reconocer si era un hombre o una mujer.

Su mirada era fija e intimidante, no soy de las que se intimidan tan fácilmente, así que también profundicé la mirada hasta que esta persona se diera por vencida y siga en lo suyo.

Sentí caer a mi espalda las primeras gotas de lluvias, interrumpiendo la guerra de miradas entre este extraño y yo.

Entramos a la casa, y los muebles tenían capas de polvo por todos lados, nos dispusimos las manos a la orden y limpiamos las tres en armonía, había una radio vieja que aparentemente no serviría, mamá le colocó una cinta y sorpresa, si funcionaba.

Mientras ellas limpiaban la cocina, yo exploré el piso de arriba, me encontré con un ático que al parecer era una habitación antes, me encantó como se veía de allí un lago a lo lejos, así que le hice una limpieza profunda y la convertí en mi habitación. Desde allí también se veía muy bien las muchas ventanas del vecino raro.

Luego descendí, para ver el patio trasero; quedé con la boca abierta, Cuando me encontré con un jardín llena de flores, no dudé un segundo en cosecharlas en un ramo, para dar un toque de color a la casa.

Mientras las recogía con las manos, investigué con mis ojos aquella casa, las ventanas estaban todas cerradas y con cortinas, al parecer esas personas son muy cultas porque no se dejan ver, a lo mejor son personas grandes y les molesta la luz del día___ pensé.

En una de esas pude sentir aquella mirada reposarse sobre mí, inmediatamente miré cada una de las ventanas, y una de ellas tenía la cortina ligeramente corrida, no pude ver bien por el reflejo, pero estaba segura de que me estaban observando otra vez.

Terminé de armar mi ramo en total calma, mientras fingía que no lo estaba viendo, pues mi mejor arma es ser astuta con las personas que tienen una mala intención. Aunque bien podría estar equivocada, sin embargo; mi intuición de detective casi nunca falla.

Regresé adentro, busqué un jarrón para poner las flores en agua, luego de realizar aquello, subí a mi habitación, y busqué mi arma para llevarla conmigo a donde me mueva, al estar en un país extranjero; nunca se sabe con qué tipo de personas te encuentras.

Mi única intención es proteger a mi familia, me aseguré de que todo estuviera en su respectivo lugar y bajé con el arma escondida en mi Jeans.

____ ¿Comemos algo? Tengo mucha hambre___ dijo Giulia, al acariciarse la panza y dejar caer su cuerpo al sofá.

____ Vamos a buscar víveres, vi un mercado cerca de aquí_____ Sugirió Mamá.

____ Vayan ustedes, yo me quedo a limpiar lo que falta____ les dije.

_____ De acuerdo____ Respondió mamá.

Ellas fueron de compras, mientras yo salí de nuevo al jardín para comprobar si el vecino aún seguía allí, todo parecía estar en absoluto silencio en la casa, pero ya había llamado toda mi atención desde el momento en que llegué, surgió una curiosidad en mi interior por saber, cuantas personas vivían allí.

Volví de mis pensamientos, Cuando veo que la cortina se estaba moviendo ligeramente otra vez en la misma ventana, nuestras miradas se conectaron, los dos bastante obstinados; poco a poco se estaba convirtiendo como en un juego, me produjo cierta inquietud en mi interior por conocer a la persona escondida de tras de aquella cortina, de pronto me encontraba disfrutando la sensación de estar conectados sin conocernos.

Decidí no seguir con ese juego absurdo y entré a la casa, seguí limpiando lo que faltaba en la cocina hasta dejarlos un lujo, luego de finalizar me tiré un rato en el sillón para descansar, ya era casi de noche, mientras miraba el celular me di cuenta de que tenía un montón de mensajes de mi secretaria.

La llamé enseguida para ponerla al tanto de todo, ella obediente hace todo lo que le pedí, luego salí en la calle a ver si mí mamá y mi hermana ya estaban de regreso, tengo una particularidad de estar siempre al acecho de estudiar cada movimiento de las personas, sin embargo; él que más me ha llamado la atención es la casa de al lado.