Dulce Venganza.

Desconocida: Hola mi amor, ¿me extrañaste?.

Mateo se soltó de su agarre.

Mateo: La verdad es que no, me había olvidado de tu existencia completamente Samanta.

Samanta: Quien es esta que está colgada de tu brazo.

Mateo: Ella es Sofía mi PROMETIDA.

Mateo lo dijo lo suficientemente alto para recalcar la palabra y esta mujer frunció el ceño mostrando su disgusto.

Samanta: Tú no puedes estar comprometido, tú eres solo mío, solo cometí un pequeño error y ya han pasado 4 años.

Mateo: Te lo voy a dejar en claro Samanta, el pequeño error de acostarte con tu amante y para terminar de convertirte en un monstruo abortaste al bebé que esperabas.

No quiero saber más nada de ti, tú solo eres un terrible recuerdo y Sofía es mi hermoso presente así que es mejor que vayas bajándote de esa nube en la que yo soy tuyo.

Sofía: Vamos mi amor no quiero que esta mujer dañé nuestra noche.

Samanta: Oye tú no le dices que hacer.

Sofía: De hecho sí, soy su prometida y lo hago porque solo vas a dañar la noche que por tanto tiempo Mateo trabajo.

No me vas a sacar de mis casillas y tampoco voy a armar un escándalo solo porque hay una mujer sin escrúpulos delante de mí.

Mateo: Vamos cariño, Samanta no quiero volver a verte así que es mejor que te vayas.

Samanta no supo que decir y Mateo tomó a Sofía de la mano y la llevo a otro lado del salón.

Samanta: Esto no se va a quedar así, Mateo vas a volver a ser mío de nuevo y tus millones también.

Ella salió del hotel como una fiera, Pero iba a pensar muy bien que hacer para volver a tener a Mateo en sus manos.

No iba a permitir que su vida de mujer millonaria se perdiera.

Mateo y Sofía saludaron a muchas personas y otras que ya tenían reservado un cuarto se fueron, ya que el ser el primero en una habitación es algo que muchos definen como indescriptible.

Mateo: La suite presidencial está reservada para nosotros.

Sofía: ¿Qué?.

Mateo: No pienses mal, jamás te obligaría a nada que no quieras, pero quiero vivir está experiencia contigo, normalmente yo me quedo en la presidencial y verifico que todo sea lo más exclusivo posible.

Sofía: Está bien, vamos.

Ambos subieron a la habitación y Sofía estaba bastante impresionada, puesto que la suite era básicamente un departamento casi como en el que ellos vivían.

Sofía: Vaya esto es increíble, Mateo ¿cuánto cuesta una noche aquí?.

Mateo: 10 mil dólares.

Sofía: ¿Qué? Dios mío eso es mucho dinero.

Mateo: Si, pero es la presidencial, hay cuartos de solo 100 dólares la noche así que todo es bastante variado, voy a pedir algo de comer, por cierto también traje algo de ropa para cambiarnos.

Sofía: Está bien, voy a ir al baño para refrescarme y cambiarme.

Mateo: Está bien, yo mientras pediré la comida.

Ambos se dieron cuenta de que hablaban como una pareja normal que llevaba muchos años junta y se complementaban correctamente.

Pero nadie dijo nada solo se dejaron llevar, después de todo ante el mundo estaban comprometidos y debían cumplir muy bien su papel.

Federico se había enterado de que Sofía haría a España así que envío a varios de sus hombres para seguirla y si tenían la oportunidad raptarla, pero al igual que en Italia, Sofía tenía mucha seguridad y Mateo no se le despegaba de encima, pensó que podía raptarla en la gala del hotel, pero no se delegaron en ningún momento.

Mateo fue notificado que había gente queriendo acercarse, pero que no podían y que ya algunos habían sido interceptados, pero aún había uno que otro hombre merodeando.

Sofía se dio un baño relajante y salió en pijama de pantalón y blusa de tirantes.

Mateo: Ya pedí la cena mientras tanto voy a darme un baño mientras llega.

Sofía: Está bien.

Mientras Mateo aún se duchaba llegó la comida, Sofía la recibió y la acomodo en la mesa a los minutos salió Mateo solo con un pantalón dejando a la vista toda su espalda y pectorales muy bien trabajados.

Sofía pasó saliva y es que ella a pesar de todo lo que vivió era la primera vez que sentía atracción física por un hombre y le echó una mirada de más.

Mateo notó que ella lo miraba de más, Pero no dijo nada para no hacerla sentir incómoda, pero le gustó mucho que ella lo mirara eso quería decir que no le era del todo indiferente.

Él no se puso camisa y se sentó con ella a cenar.

Mateo: Voy a dormir en el sillón, tú dormirás en la cama.

Sofía: Mateo, la cama en King Saíd es demasiado grande yo creo que podemos dormir en la misma cama, colocaremos una barrera de almohadas.

Mateo: Está bien, no te voy a insistir porque ese mueble no se ve nada cómodo.

Ambos rieron, desde que ellos se conocieron se llevaron bien y siempre han tenido que conversar, Sofía tenía curiosidad por saber más de Samanta y no dudo en preguntar.

Sofía: Mateo, ¿qué era Samanta en tu vida?.

Mateo: Samanta era mi novia y hasta pensaba en pedirle que fuera mi esposa, estaba muy enamorado de ella y pensaba que ella de mí, pero un día mi hermano salió de fiesta a un sitio de esos exclusivos y al estar en la sala vip vio como en la pista de baile ella se besaba con otro, él me llamo y yo fui al sitio y la seguí hasta un hotel de mala muerte, pague unos cuantos miles de dólares para que me dieran la llave de la habitación.

Entre con cuidado y escuché como ella decía que el bebé que esperaba no era mío, pero que lo iba a usar para qué me casará con ella, escuchar como se entregaba a ese hombre en la oscuridad me partió el alma, yo de verdad la amaba.

Salí de mi escondite y les dije que les deseaba lo mejor del mundo, ella intentó explicarme, pero me salí de la habitación le dije a mi hermano que estaba en el lobby que se hiciera cargo de la empresa y me fui a Estados Unidos por medio año, después descubrí que había abortado al bebé y ella siguió con su vida.

Desde entonces me concentré en la empresa y una que otra aventura sin responsabilidad efectiva, hasta que te conocí a ti y con el tiempo a tu lado mi corazón se sintió vivo de nuevo y por eso voy a ser paciente para ganarme tu amor.

Y créeme cuando lo tenga no lo voy a dejar ir más nunca.

Sofía se sonrojo y se sintió feliz de que alguien quisiera ganarse su amor y amarla, ella dijo que se daría la oportunidad de amar a alguien que está dispuesto a amarla y por sobre todo respetarla.