LLENITA DE AMOR

Luz está Feliz, a estudiado con uñas y dientes, tener el honor de trabajar en los restaurantes Rosse es un sueño para cualquier chef.

Luz

En casa está su tía Lucía, quien quedó en silla de ruedas después de un accidente en el trabajo, ella era del aseo y nunca le pagaron sus prestaciones, por eso no pudo aplicar a una pensión, sus sobrinas se vieron obligadas a trabajar.

Ana es la mayor, tiene un genio de los mil demonios, nadie sabe en qué trabaja, las veces que luz le pregunta, ella solo contesta que te importa, algo falta en esta casa, no cierto no preguntes gorda.

Lucía todos los días se siente mal, sus sobrinas la mantiene en un ciento por ciento, un médico le dio esperanzas de volver a caminar, era demasiado costoso, así que olvidó esa idea, hace lo que puede en casa.

Luz: tiaaaaaa

Lucia: niña no grites, me vas a dejar sorda un día de estos.

Luz: hay se te está pagando la amargura de Ana, nooo lo creo, te tengo excelente noticias, me aceptaron en los restaurantes Rosse.

Lucia: hay mi amor te felicito, has luchado tanto mi vida, me alegro por ti, cuando empiezas, así dejas de hacer aseos y la cafetería.

Luz: tía tengo la entrevista el viernes.

Lucia: luz, hija, no quiero ser la cuerda de nuestra relación, pero no ensilles el caballo antes de tenerlo.

Luz: hay tía, pero que ánimos, eso es un formalismo, pero como fui la mejor estudiante, ese fue mi premio.

Lucia: como tú digas, me alegra, apenas tengas los horarios debes dejar los otros trabajos.

Luz: obvio, porque sé que en esos restaurantes son 24/7 es durísimo, dicen que de 10 que entran logran mantenerse 2 máximos 3.

Lucia: lo bueno es que eres excelente sé que darás toso de ti, ellos te amarán, quien sabe encuentres tu príncipe.

Luz: pues si, si llega bien venido sea.

Tía, mejor comamos, traje un postre de 3 leches, delicioso.

Lucia: claro hija, que esperamos.

cenaron las dos, como siempre, rara vez Ana las acompañaba, trabajaba a cualquier hora, solo sonaba su celular, ella se arreglaba salía, cuando estaba en casa solo dormía.

Ya era pasada la media noche se fueron a dormir, Luz no conciliaba el sueño, cuando sintió unos pasos, seguro era Ana, sintió un golpe, salió y estaba su hermana tirada, se asustó la ayudó a llegar a la habitación.

cuando la acomodo, vio que estaba como tomada, así que la desvistió, su sorpresa fue ver su cuerpo, lleno de moretones, con quemaduras, Luz, corrió por una pomada la embadurno, Ana se quejaba, no olía a alcohol, entonces porque estaba tan ida.

Luz salió, la dejaría descansar, definitivamente su hermana no trabajaba en un monasterio, de eso ya estaba segura, pero no la juzgaría, Ana a pesar de su carácter, de no hablar mucho y menos mostrar algo de amor, nunca las ha abandonado.

En la mañana, Luz está lista para ir a hacer dos aseos, le tomaría todo el día eran casas grandes, dejo hecho el desayuno, almuerzo, medicamentos para su hermana.

Salió directo a la parada de bus, le tomaría 40 minutos en llegar, aprovecho y durmió un ratico, llego a la casa, empezó hacer todo, eran 3 pisos grandes, le tenían prohibido tomar algo o comer era una familia bastante humillativa, pero no podía renegar del trabajo.

Llego la hora del almuerzo, se fue a la cocina, abrió su lonchera, ella en esta casa siempre traía comida que pudiera comer fría, porque adivinen que no podían usar el microondas para calentar, comió rápido, a las 4 termino, fue donde la señora para que revisara su trabajo, y requisaran su bolso ahí se fue una hora, salió corriendo al otro aseo

Llego tarde pero llego, era un apartamento pequeño, punto a favor, de inmediato se puso a trabajar, su jefe aquí era un médico, quien salió después que ella llegó, él sabía los corre corre de ella, termino a las 9 pm.

Estaba demasiada agotada, se quedó dormida en el bus, cuando despertó, se había pasado dos calles, tuvo que caminar, aprovecho y compró el pan, cuando ingreso escucho discutir a Ana.

Ana: pero que te pasa te tiraste esta camisa sabes el valor.

si no puedes ni lavar no lo hagas, pero no te tires mi ropa, compre tía eres una inútil.

Luz: inútil tú, respeta Ana, mi tía, no tiene por qué aguantar tus faltas de respeto, ella trata de ayudarnos.

Ana: no te metas Luz, que a ti no te han dañado nada, y no tienes que te dañen, estás acostumbrada a esos trapos, mi ropa es cara.

Luz: al menos me pongo ropa barata, no ropa cara que tengo que pagar con el cuerpo, porque esos morados no fue de un accidente.

Ana se puso roja, su hermana jamás le había hablado así, siempre fue muy discreta con lo que pensara, no aguanto la vergüenza, salió de la casa.

Lucia: Luz, no debiste hablarle así a Ana, fue mi culpa, esa ropa es muy delicada.

Luz: demalas, acá respeta, si no, que se vaya, es tu casa, mira tía tiene que defenderte, exige respeto, me voy a dormir, estoy que no doy más, ve a la cama es tarde.

Lucia, vio como su sobrina se iba a la cama, vio sus manos estaban rojas de tanto trabajo, no aguanto sus lágrimas salían por si solas, ella sabía muy bien en que trabajaba Ana, nunca dijo nada, amaba a sus niñas y no las jugaría por sus decisiones.

Ana llegó al parque, lloraba, Luz era lo único que tenía de sus padres, la adoraba, aunque nunca se lo demostraba, escucharla decir que vio su cuerpo, lleno de moretones y quemaduras, le dio pena.

Recuerdos 7 años atrás...

Ana, soy el Dr. Contreras, tu tía salió de cirugía, tienes que ser fuerte, ella no volverá a caminar.

Ana al día siguiente despacha a Luz al colegio, ella se va a la empresa donde trabajaba su tía, el CEO, no quiso atenderla, al contrario, la echo como un perro, prohibió dejarla ingresar.

Ana fue al hospital su tía seguía sedada, el Dr. Contrera, estaba al pendiente, le decía que descansará que cuando despertara él la llamaría, así lo hizo salió de hospital y fue a casa a pensar que harían, por ahora no podía ingresar a la universidad, tendría que conseguir un trabajo, no sabía hacer mucho, su tía siempre velo por las dos y cubría todo, no con lujos pero tampoco aguanta.

cuando llego Luz del colegio, Ana ya tenía todo listo, cenaron juntas, y se fueron a descansar, al día siguiente, Ana recibió una llamada del hospital, creyó que era el Dr., pero era de facturación, en la semana que su tía ha estado interna ya debían 200.000 dólares, no tenían seguro médico así que debían pagarlo.

Ana estaba desesperada, no sabía que hacer, buscaba en Internet cualquier trabajo, aunque sabía que ninguno pagaría esa fortuna, pero le llamo la atención un anuncio, "BUSCO VIRGEN" decía, no sabe de donde saco fuerza llamo.

La vos al otro lado era una mujer, le pidió mandar una foto, con sus datos, que si era seleccionada se comunicarían con ella..

Así lo hizo, mando todo, ya era esperar, no le importaba vender su virtud, si eso cubria los gastos medicos, y ponia pan en la mesa, este sería su secreto, ni su hermana ni su tía se enterarían.