Ethan Vieira vivía en un mundo oscuro, atrapado entre el miedo y la negación de su propia sexualidad.
Al conocer a Valquíria, una mujer dulce e inteligente, surge una amistad inesperada… y un acuerdo entre ellos: un matrimonio de conveniencia para aliviar la presión de sus padres, que sueñan con ver a Ethan casado y con un nieto.
Valquíria, con su ternura, apoya a Ethan a descubrirse a sí mismo.
Entonces conoce a Sebastián, el hombre que despierta en él deseos que nunca se había atrevido a admitir.
Entre secretos y confesiones, Ethan se entrega a una pasión prohibida… hasta que Valquíria queda embarazada, y todo cambia.
Ahora, el CEO que vivía lleno de dudas debe elegir entre Sebastián, el deseo que lo liberó, y Valquíria, el amor que lo transformó.
Este libro aborda el autoconocimiento, la aceptación y el amor en todas sus formas.
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Capítulo 1
Ethan Vieira
Ethan Vieira tenía solo veintiocho años, pero ya cargaba sobre sus hombros el peso de un imperio.
CEO de Vieira Corporation, era conocido en el mundo de los negocios por su frialdad estratégica, por su postura impecable y por nunca demostrar emoción, ni siquiera ante los mayores logros.
Hijo único de Maurício y Valéria Vieira, heredero de una de las familias más tradicionales del país, Ethan creció rodeado de expectativas. Desde temprano fue entrenado para ser perfecto: el alumno ejemplar, el empresario prometedor, el hombre que no podía fallar.
Y fue exactamente lo que se convirtió: un profesional brillante, admirado y temido en la misma medida.
Pero detrás de la mirada firme y los trajes a medida, existía un hombre silenciosamente en guerra consigo mismo.
Ethan nunca se sintió completo.
Por más que la fama, el dinero y el poder estuvieran a su alcance, había un vacío que él no sabía llenar.
Mientras todos a su alrededor esperaban que se casara, construyera una familia y diera continuidad al legado de los Vieira, Ethan se escondía detrás de una rutina impecable y de una soledad cuidadosamente disfrazada.
Él era el tipo de hombre que despertaba miradas por donde pasaba: alto, elegante, dueño de una presencia que imponía respeto.
Pero, al mismo tiempo, era inaccesible, como si una pared invisible lo separara del resto del mundo.
Ethan creía que estaba condenado a vivir así, cumpliendo el papel que la sociedad le impuso.
Valquíria
Valquíria Rossi era el tipo de mujer que llamaba la atención sin necesidad de decir una palabra.
Había algo en la forma en que caminaba —una mezcla de elegancia y serenidad— que hacía que el mundo alrededor desacelerara por un instante.
Pero detrás de la sonrisa dulce y los gestos gentiles, había un alma que ya había enfrentado lo suficiente para aprender a protegerse.
Hija única de una italiana de temperamento fuerte, Monserrat y Pedro Rossi, que estaban divorciados.
Había venido a Brasil solo para resolver asuntos pendientes de la herencia que su padre había dejado —inmuebles, negocios, recuerdos—, pero el destino, caprichoso, tenía otros planes.
Fue en un café, en una mañana común, que se topó con Ethan Vieira, el hombre más controlado y enigmático que jamás había conocido.
Un encuentro accidental que cambiaría el rumbo de su vida.
Al principio, Valquíria lo vio como todos lo veían: el empresario poderoso, el heredero frío y distante.
Pero bastaron algunas conversaciones para darse cuenta de que, detrás de la fachada impecable, existía un hombre lastimado, alguien que cargaba secretos que lo consumían por dentro.
Tal vez haya sido eso lo que la acercó a él: el deseo silencioso de curar lo que estaba herido.
Presentación de Sebastian
Sebastian Alves nunca tuvo mucho, pero llevaba dentro de sí algo que pocos poseían: un alma ligera, marcada por la empatía y el deseo de entender a las personas.
A los veintiséis años, era joven, guapo y dueño de una sonrisa capaz de desarmar hasta los corazones más duros, aunque rara vez la dejaba aparecer por completo.
Trabajaba donde aparecía la oportunidad: ya sea como repartidor, ya sea como conductor.
La vida nunca había sido fácil, pero él enfrentaba cada desafío con dignidad y una fe silenciosa en el mañana.
Detrás de los ojos claros y la apariencia confiada, había un hombre que conocía bien el peso del rechazo y el silencio de los dolores que no se dicen en voz alta.
Cuando el destino lo puso frente a Ethan Vieira, él no tenía idea de que ese encuentro lo cambiaría todo.
Ethan era lo opuesto a él —reservado, racional, contenido— y, tal vez por eso, Sebastian se sintió intrigado desde el primer instante.
Había algo en la mirada del CEO que escondía tristeza, y Sebastian, sin entender por qué, quiso ver al hombre detrás de la máscara.
Lo que comenzó como un empleo pronto se transformó en convivencia, y la convivencia en algo que ninguno de los dos supo nombrar.
Sebastian vio nacer un sentimiento que lo asustaba, pero también lo liberaba.
Con Ethan, aprendió que amar no siempre es ser correspondido: a veces, es solo tener coraje de sentir.
Él fue el punto de inflexión en la vida de Ethan, el reflejo de lo que el empresario más temía admitir.
Pero, por encima de todo, fue aquel que lo ayudó a encontrar su verdad.