Soy Marcela y jamás creí que algo así me sucedería a mí. fui víctima de traición entre mi novio y mi hermana, lo que me llevó a refugiarme en el alcohol y acostandome con quién menos pensé... mi vida dio un giro inesperado en menos de lo que se espera... Ven y se parte de mí historia...
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Un Recuerdo
Desperté de sobresalto, mi cabeza latía con fuerza, un dolor sordo acompañaba mi confusión que se extendía por toda mi mente. La habitación estaba a oscuras, iluminada solo por los primeros rayos de luz que se filtraban a través de las gruesas cortinas.
Mi piel desnuda sentía el roce de las sábanas de una textura lujosa, un detalle que no se alineaba con mi humilde realidad. Pero lo que más me alarmó fue el peso firme y cálido de un brazo masculino que rodeaba mi cintura.
Me tense de inmediato. Gire apenas la cabeza para observar al hombre que hacía junto a mí. Su cabello negro estaba despeinado, si rostro relajado en un sueño profundo. No lo reconocí de inmediato, pero mi corazón se aceleró. No podía permitirme despertarlo, no sabía quién era ni cómo había terminado en esta situación.
Intenté moverme con cuidado, pero mi cuerpo no respondía como esperaba, me sentía como si estuviera atrapada entre el agotamiento y la ansiedad.
Cerré los ojos y respiré profundamente, tratando de calmar el torrente de emociones que amenazaban con desbordarse.
Si no podía moverme, al menos estoy intentando recordar, me obligué a buscar en mi memoria las piezas del rompecabezas que me había llevado hasta aquí. Lo único claro que pasa por mi mente es que el día anterior está cumpliendo años.
»Mis veinti un año«
—¿Por qué en mi vida todo tiene que ser una pesadilla?—Susurre para mí misma con los ojos cerrados y el corazón apachurrado.
Los recuerdos comenzaron a llegar, uno a uno, como un torrente sanguíneo. Quería que ese día fuera especial, aunque nadie parecía recordarlo. Mi madre, quién siempre había sido mi apoyo, ya no estaba. Había fallecido años atrás dejando un vacío que nunca logré llenar. Pero nunca permití que esa tristeza me detuviera. Decidí que celebraría con Elijah, mi novio, él era al único que yo le demostraba un poco de afecto en este mundo que parecía estar empeñado en que yo no existiera.
Pedí permiso en el trabajo para salir temprano, algo que no solía hacer nunca. Me había esmerado en arreglarme bien, en que mi apariencia estuviera presentable, poniéndome un vestido nuevo, era sencillo pero bonito, uno que Elijah me había elegido en una tienda diciéndome que me quedaba bien, lo había guardado para este día.
Con una sonrisa nerviosa, me fui al apartamento. Quería sorprenderlo, había planeado llevar una pequeña tarta que compré camino a casa y pasar la noche con él, para celebrarlo en privado.
Pero todo se desmoronó al abrir esa maldita puerta No necesite entrar para comprender lo que estaba sucediendo allí dentro.
Los gemidos de una mujer desconocida resonaban desde la habitación seguida por la voz de él.
—Mas fuerte...—pidemelo así, cariño—
Me congele durante un largo rato, no pude moverme, no sabía cómo procesar lo que estaba escuchando.
Nada podía segar mis ojos en este momento ante la horrible situación en la que estaba. Ambos estaban completamente desnudos y me daban la espalda. La chica estaba en cuatro, con las manos aferradas a las sábanas, mientras que Elijah estaba detras de ella mientras la embestía.
Me quedé petrificada en el umbral de la habitación incapaz de moverme o apartar la mirada de ellos. Era como si mis pies estuvieran anclados al suelo y mi mente se negara a procesar lo que estaba pasando ante mis ojos.
—¿Así te gusta?— Le pregunto a la chica con voz ronca, casi que gutural.
Los gemidos de la mujer se intensificaron, un sonido grotescamente triunfante que hizo que la sangre se me congelará. La chica enterro si rostro en la almohada mientras Elijah agarraba su cabello con fuerza, inclinándose sobre ella.
—¡Joder, estoy cerca!— gruñó Elijah, con su voz transformándose en algo casi lobuno mientras seguía moviéndose con desenfreno.
No supe que fue lo que finalmente me sacó de mi estado de shock, tal vez fue el sonido de la voz de el, que fue como un eco cruel que golpeó mi corazón como un mazazo. O tal vez fue la tarta que aún sostenía en mis manos, un recordatorio de mis intenciones para esta noche. El objeto, ahora insignificante, cae al suelo creando un sonido sordo
—¡No puedo creer que me hicieras esto, Elijah— grite, con mi voz quebrada por la traición y el dolor, sin esperar respuesta me fui de ahí.
Ni siquiera vi la cara de la mujer que estaba con el. Todo habia pasado tan rápido, y al mismo tiempo tan lento, que mi mente apenas podía procesarlo. Mientras corría fue de aquel apartamento, mis pensamientos me traicionaban, llevándome a un lugar más oscuro. No era Elijah quien me había traicionado. No del todo, yo me culpaba por no haberlo visto venir. Por no haber entendido desde el principio que estaba destinada a ser miserable.
La maldición de ser Marcela Wood
Mi padre Harley, era el Alfa de la manada Wood, una comunidad pequeña pero importante en la jerarquía de los clanes lobunos. Como todos los Alfas, Harley solo pensaba en su legado, en un heredero que perpetuará su linaje y asegurará si posición. Pero la vida no se lo había puesto fácil. Su esposa, la orgullosa Luna de la manada, tuvo complicaciones después de dar a luz a su primera hija, ina. Los médicos fueron claros: No podrá tener más hijos.
La noticia fue un golpe devastador para Harley, y aunque él nunca lo dijo directamente, yo supe que ese fue el inicio de todo su desprecio.
Harley busco una solución práctica, recurrió a una omega común de la aldea, alguien que pudiera ser un vientre de alquiler para darle el ansiado heredero. Pero el destino, siempre irónico. tenía otros planes. Nací yo, otra niña.
Harley se enfureció tanto que juro no tener nada que ver conmigo. Su oído hacia mí era profundo, como si mi existencia fuera un recordatorio constante de su fracaso. Si no hubiera sido por la muerte de mi madre, yo jamás habría puesto un pie en la casa de los Wood.
La vida con mi padre fue un tormento. No solo era una omega, lo cual ya era un estigma en sí mismo dentro de los clanes lobunos, si no que para la mayoría de los de su especie, el despertar del lobo interior ocurría a temprana edad. Desde los tres años, los lobos se manifestaban con pequeños signos: Un aura de poder, sentidos más agudos, un olor distintivo que los identificaba. Pero yo a mis diecinueve años no tenía nada. Ni poderes lobunos, ni olor, era más débil que un humano común y corriente, lo que hacía que Harley me despreciará aún más.
Lo peor no era solo La indiferencia de mi padre, sino también el desprecio de la esposa de este, quien nunca pudo superar que su marido hubiera tenido que buscar otra mujer, aunque fuera solo un vientre de alquiler.
Cada mirada de la luna estaba cargada de veneno, y no perdía oportunidad de recordarme que no pertenecía allí, que era una ingrida, una desgraciada.
Sin embargo, no todo había sido doloroso. Lina mi hermanastra, había sido mi único refugio. Lina era la única que me trata como una persona, que me defendía de los comentarios hirientes y me abrazaba cuando todo se sentía demasiado pesado. Si no hubiera sido por Luna, yo probablemente me habria rendido hace mucho tiempo...
y si tiene que luchar para ser feliz qué haci sea ..excelente historia felicidades escritora
ella quiere tener un amor que sea para ella que la quieran a ella ..no le importo el dinero del príncipe ella solo quería una familia que estuviera ahí y darle un buen ejemplo a su hijo que trae en sj vientre ..
y si tienes razón ya no te dejes humillar por nadie quiere a ti misma y sal de ese infierno que estas viviendo ..
excelente historia..que destino le traerá la diosa de la luna ..
Aún está inconclusa, a ver cuándo la termina la escritora.
Éxito.
porque ella es la qur se cuesta con tu novio que ya no lo es ..
mujer abre los ojos por una vez en tu vida no seas tan ingenua...
excelente historia