Una monja es asesinada...al morir los dioses le piden ayuda..
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Belinda
Belinda nació en un pequeño poblado… Ella vivía con su madre en la punta de un cerro… Ahí es donde tenían su casa…para ir al poblado debían caminar bastante…La razón es que su padre era un militar que viajaba constantemente así que por su seguridad ahí vivían... Todo el poblado le decía el teniente...
Cuando él llegaba Bélinda era la más feliz por qué por fin podría salir a jugar.. Cuando su padre no estaba ella no salía para nada, solamente cuando su madre necesitaba algo del poblado lo hacían.. Pero al llegar su padre salía a jugar y podía ir al poblado.. Cuando la gente la veía ya sabían que el teniente regreso a casa…
Era un hombre apreciado por los pobladores porque cuando llegaba recibían ayuda de su parte y los sacaba de cualquier problema que tuvieran.. Así que trataban con mucho cuidado a la pequeña Belinda y a la esposa del teniente.
Así llamaban a la madre de Belinda era una mujer más alta que el teniente, rubia y de ojos verdes, pero muy claros, una mujer demasiado bella pero apagada…. Siempre parecía estar sufriendo, siempre triste y no hablaba para nada… Las pocas palabras que decía eran en otro idioma… Solo a señas y una que otra palabra que entendía Belinda era como se comunicaban, pero para una niña que vivió y creció así era normal…
El teniente era un hombre moreno y de baja estatura siempre andaba armado y con un uniforme militar… Un hombre algo atrabancado para hablar y con una mirada desafiante… Pero con Belinda era todo lo contrario… Su princesa era su mundo, al verla sonreía.. Le cambiaba la cara con solo verla…
Al paso del tiempo el teniente decidió construir una iglesia en el poblado algo pequeña pero los pobladores estaban muy agradecidos.. Al terminarla unos sacerdotes iban de vez en cuando a dar misa y hablar con los niños…
Un sacerdote se topó con Belinda y empezó a hablar con ella...
-Así que tu madre no habla español-
-Si así es-
-¿Y no ha querido aprender o, no lé gusta?-
-No lo sé-
-¿Y como se llama?-
-Mamá-
-No... Así es como tú la llamas pero debe tener un nombre así como tú…-
La niña puso cara de estar pensando y solo subió los hombros
-No lo sé-
Los sacerdotes solo se miraron entre sí… Sabían quién era la niña, no podían interferir demasiado en la vida de los pobladores y menos en la familia del teniente fue la condición que se les puso para poder ir a oficiar misas... podían ayudar solo en cuestiones religiosas nada más...
Los sacerdotes pudieron conocer a la madre de Belinda pero no pudieron hablar con ella porque el teniente estaba presente y ella solo tenía la cabeza agachada.. Además el teniente no permitía que alguien se le acercara a su mujer.. Los sacerdotes solo se miraron entre sí... Belinda solo sonreía en los brazos de su padre saludaba y hablaba con todos..pero esa pobre mujer ni siquiera levantaba la mirada..
