Una joven cae bajo los encantos de un hombre misterioso que resulta ser un vampiro. Ana Fridman de 17 años, que ni en sus mas alocados sueños imagino enamorarse y menos de su profesor y sin olvidar que es un Vampiro, ahora sabra lo que se siente y debe aceptar luchar por ese amor al no ser aprobada por la familia de el apuesto, frio y arrogante Lord Kim Liam y por la sociedad de que una joven se enamore de su profesor.
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Capitulo 2
*LIAM KIM
Soy Liam Kim tengo la apariencia de un hombre en sus 25 años. Pero en realidad tengo mas, mucho mas, soy el unico heredero en mi familia que fueron sometidos a terribles padecimientos para eliminarlos debido a un enemigo que no nos sabe aceptar.
Bueno en realidad yo y mi hermano, somos los únicos que quedamos, pero prefiero no hablar de él, no nos llevamos muy bien.
Tuve que regresar a este lugar, apartado por su culpa, por ser el tipico rebelde que no respeta las reglas y los acuerdos que tenemos con nuestros enemigos. Recuperar la mansión que era de nuestra familia. Un amigo de mis padres se lo habia encargado a un amigo suyo de confianza.
Desde que llegue antes de hacerme notar como siempre evaluó quienes viven aqui, como son sus costumbres, sus habitos tantos diurnos como nocturnos.
Me llamo la atención una joven de contextura delgada, no la senti cuando cruzo a mi lado, solo la vi sentada bajo la sombra de un enorme árbol alejada del resto.
Podia sentir, oir lo que los demas pensaban y padecían en ese momento. Pero de ella nada, no podia explicarme como podia ser.
Me registre como profesor de historia en el secundario donde ella cursa el último año, se sienta al final, en un rincon contra la pared como escondiéndose de la luz. Sobre el uniforme usa una chamarra negra con un gorrito, todo el tiempo. Al principio crei que ocultaba los auriculares escuchando musica, pero no solo se viste asi.
Solo una vez levanto la cabeza al mirar el frente para tomar nota de lo que indique, tiene unos ojos marrones claros llamativos, pero su mirada es apagada como si estubiera muerta en vida.
Escuche diferentes rumores que han creado en torno a ella, los demas. Pero a ella pareciera no afectarle. Debía saber mas, poder tenerla cerca y descubrir porque con ella era diferente.
Uso unos lentes especiales que se graduan de acuerdo a la intensidad a la luz al tener la vista sensible a la claridad.
Soy mas de la noche, pero perdi al lanzar la moneda con Damian, mi hermano, él andará a la noche, aunque le pedi que elija otro lugar, me hace la contra y quiere estar en el mismo, solo espero que no arme ningun escandalo.
Tengo a mi fiel sirviente Leo que me acompaña donde sea que voy, quien se ocupa de mis mas minimos caprichos, pero ya esta muy mayor y necesito quien limpie un poco la mansión.
Pensando en ello, estando en la cafeteria me entero que la joven quien tiene mi atención y se hasta cual es su comida favorita, hace trabajos de medio tiempo al estar ahorrando para su matricula.
Por lo que use mi poder de manipulación logrando que su tio me la presente para que sea quien ayude con la limpieza.
Su manera timida y callada con que se mueve me da curiosidad. Al tenerla de frente a pocos metros y poder verla directo sin que parezca raro me entere la razón al ver directo a sus ojos.
Ella palpo la muerte de cerca, la llego a conocer, una vieja amiga que siempre me acompaña también.
-¿Cuándo me presentaras a tu mascota? Escucho la voz de Damian al llegar en la noche con dos compañias, una femenina y un masculino. Lo miro serio sin responder.
-Vamos... Puedo sentir su aroma impregnado en esta sala... Se siente joven y pura... Uno de mis preferidos. Comenta relamiéndose los labios.
-Sera mejor que te limites. Le ordeno serio.
-Te volviste aburrido con el tiempo... Mira estas golosinas... Un aperitivo antes de la cena... ¿Cuál eliges?. Me pregunta.
Los observo de pies a cabeza, pero niego.
-Mas para mi... Estare en mi cuarto... Si quieres sal... Porque me gusta hacer mucho ruido. Comenta con la voz fuerte subiendo las escaleras.
La verdad soy muy activo, tanto de un lado como del otro, pero por una extraña razón esta noche no quiero.
Decido ir a aceptar la invitación a cenar de la familia Fridman, cuando llegan a mis oidos los sonidos de gemidos y gritos del piso de arriba. No puedo estar tranquilo ni en mi propia casa.
-Señor Kim. Me saluda el señor Ricardo Fridman al verme en su entrada.
-Vine por su invitación. Le recuerdo serio.
-Si... Si... Pase. Me indica.
-Querida... Él es el señor Kim. Me presenta a su esposa.
-Un placer... Soy Rosa... Usted es el que compro la mansión. Comenta sonriendo.
-Asi es. Le respondo serio.
Puedo sentir que cocina bife y con el poder de persuasión le pido que sea termino medio.
-Huele bien lo que prepara... Termino medio ¿Cierto?. Le digo mirandola directo.
-Si... Asi es. Me responde embelesada.
Al rato veo bajar a Ana, se la ve tan fresca, no esta tan cubierta, tiene una fisonomia exquisita que se nota a pesar de que la ropa que trae puesto sea oscura, pero no es grande ni suelta como la que usaba esta tarde.
Su tia le anuncia que hay visita y clava sus ojos en mi asintiendo. Veo como se mueve poniendo la mesa, mientras sus primos que son adolescentes como ella juegan con una pelota en otro sector de la casa. Pero lo dejan ante una mirada de su padre y colaboran a Ana en la tarea. Se los ve a todos tan bien acoplados.
El señor Fridman piensa en comprar algo para tomar, pero se ve que uno de sus hijos tomo dinero de su billetera sin pedirlo.
Ante la pregunta de él si sabian de Pablo todos negaron. Note que Ana sabia pero no lo delato, eso que para ella es un dolor de cabeza, siempre la esta atosigando, ni asi fue capaz de entregarlo.
Al estar acomodados para cenar, me di cuenta que ella no comia el bife, mirandolo fijo. Ahi se me revelo que no podia ver sangre, eso le afectaba.
Terminamos la cena sin ella, al retirarse a su habitación. Regrese a mi mansión encontrando a Damian sentado en la sala, medio recostado.
-Ya terminaste tu fiesta. Le pregunto.
-Si... Asi es... Me aburrieron por lo que finalice antes. Responde incorporándose.
-Espero que limpies y no dejes todo sucio como la última vez. Le encargo serio.
-No entren a mi cuarto... Yo me ocupare. Responde saliendo nuevamente.
-Espera. Le digo siguiéndolo.
-Te vas a unir a mi fiesta. Me consulta.
-Si. Le digo serio.
-Genial. Responde y llegamos a un antro alejado del pueblo.
Nos colocamos en la barra a evaluar lo que hay y me atrae una pareja que me miran de una manera y se sus intenciones a lo que no soy ajeno, Damian me sigue con su trago, nos sentamos ante ellos.
-Son pareja. Pregunta el joven.
-Podria decirse. Responde Damian.
-Son muy lindos... Es una lastima. Dice la chica.
-Es que no encontre la indicada. Le respondo sin dejar de mirarla.
-Que hay de mi. Pregunta Damian haciéndose el ofendido.
-Puedes platicar conmigo. Le dice el chico.
-Claro que si. Le responde Damian.
En esa breve interacción nos encaminamos a una habitación de hotel. Los cuatro intercalando con Damian que estuvo con el joven, yo con la joven. Solo usando nuestro poder de persuasión haciéndoles creer que pasaban una noche de placer infinito. Me saque las ganas con ellos. Pero como siempre mi hermano tuvo que exprimirlos como naranja hasta la última gota.
-Siempre tienes que ser asi. Le pregunte molesto.
-Que tu elijas solo consumir animales es tu eleccion... A mi me gusta mas. Me responde relamiendo sus labios.
-No es que consuma animales... Se elegir... Sabes que se te pega lo que son si bebes su sangre. Le digo serio.
-Bla, Bla... Él que solo elige academicos, super dotados. Se me burla Damian.
Me hace enfadar su proceder, me alejo dejando que siga con su perverso comportamiento de ingerir chatarra, asi considero cuando bebe la sangre de cualquiera sin importarle nada.
Sin pensarlo aparezco en la ventana del cuarto de Ana, veo como se cambia para dormir, por una extraña razón esquivo la mirada cuando se quita sus sujetadores.
"¿Qué me pasa?", pienso.
Siendo que soy un maldito pervertido al participar de fiestas donde todo lo prohibido esta permitido y por esta niña me niego a querer mirar si queda totalmente sin nada puesto.
Regreso la vista y ella se aproxima luciendo un camison fino en color oscuro , abre la ventana dejando pasar la briza y se acuesta abrazada a un enorme oso que ocupa la mayor parte de su cama. Puedo escuchar como respira, sus latidos. Me concentro y trato de ingresar en su subconciente al querer saber que sueña. En eso golpean la puerta y me escondo en la sombra.
-Ana. Se escucha la voz de uno de los hijos del señor Fridman.
Ella se incorpora apenas sin ganas y se dirige a abrirle.
-Si. Le dice apenas.
-Te traje algo... No puedes estar sin comer. Le comenta entregándole algo en las manos.
-Gracias Claudio... Sos un amor. Le responde brindándole un beso en la mejilla.
-Dulce sueños. Se despide y ella ingresa con un plato con un sándwich. Se sento a la orilla de la cama dejando el plato sobre la mesa de luz, lo miro de soslayo y volvio a acostarse.
De nuevo golpean la puerta. Esto ya me esta molestando, no la dejan dormir.
Ella se dirige a abrirla.
-¿QUÉ QUIERES?. Se siente un tono molesto por el que golpeo.
-Que caracter... Por eso no tienes novio... Te traía galletas y jugo... Serás pesada... Pero no quiero que mueras de hambre. Le dice entregándole una bandeja.
-¿Cuánto me va a costar esto Pablo?. Le pregunta molesta.
-Nada... Es mi manera de agradecer que no me delataste... Se que me viste. Le dice alejándose.
-Auch... Que fastidio. Murmuro entre dientes Ana.
Cerro la puerta con los pies y antes que se aleje del todo golpean de nuevo. Ella hace un gesto de molestia dejando la bandeja y abre.
-Hola... ¿Cómo estas?... Te traje este libro... Te servirá para tu carrera. Se escucha la voz de otro de los hijos.
-Eres muy amable Mateo. Le dice Ana mas relajada.
-Que descanses. Se despide.
-Eso espero. Murmura entre dientes. Y antes que cierre la puerta ingresa un auto a control remoto trayendo un plato con un chocolate.
"Espero te endulce el momento", decia la nota y ella sonrie.
-Ahaaa... Que lindo. Expresa alzando el auto y lo mira de todos lados. El mismo hace señales de luces y sus ruedas giran. Por lo que ella escribe una nota.
"Gracias Francisco", se lo pone en el auto y lo saca de la habitación.
"Menos mal solo tiene cuatro primos", pienso.
A ella se le fue esa expresion de tristeza que tenia. Comio el sandwich, leyendo el libro y tomo la leche. Al chocolate lo guardo bajo su almohada.
Se ve que esas pequeñas atenciones a ella le hicieron sentir bien, aunque al principio parecía molestarla.
Me aleje regresando a mi mansión, encerrandome en el cuarto que ella ordeno.
Hace tiempo que vivo observando la vida de los humanos, sin mezclarme mucho, salvo para alimentarme de ellos. Pero esta joven tiene algo que me atrae. Trato de saber que siente, piensa. Lo que con lo demas es tan facil, con ella me cuesta. Es como si no tuviera emociones. Pero eso no es posible, todos los humanos son un saco de emociones. Ella en cambio es diferente. Sera que tiene que ver el hecho de lo que le paso a sus padres. Recuerdo el libro que le entrego Mateo y rebusco en mi enorme biblioteca. Es de medicina se ve que eso quiere estudiar. Al salir el sol suspiro pesado. Como siempre casi no duermo.
Me preparo para ir al colegio y al llegar al salon, ahi esta Ana, sentada en la ultima fila leyendo un libro. Anuncio la clase y como siempre ella casi no me dirige la mirada, solo toma notas y nada mas...